El blog de Oráculo Infiel

-¿Te gusta puta? Contesta puta, ¿te gusta?

-Si me gusta. Me gusta mucho…

-Qué golosa eres…

Cuando me la mandaba a fondo vio que se me dibujaba una mueca de dolor y de gusto. Pero no paró. Por el contrario, me la enterraba más fuerte. Con maldad. Pero le gustaba metérmela en un juego de entrar y salir.

-¿Te duele mucho puta?

-Aaaaaaaahhhhh, sssssi, dameeeeeee massssss quiero más

Sentí un chorro en mi vagina, como si se hubiese meado, soy muy puta pero el mojó todo, las sábanas, mi vagina, todo.

-Así, seeee, acábame todo puta, que linda concha toda mojadita que  tienes como me gusta rompértela toda.

Lo abracé y lo besé. Me chupó la lengua y me mordió el labio.

-Me haces calentar  mucho sin dudas eres la mejor puta que he tenido -Me muero de ganas de seguir dándote, me encantas…,- agregue antes de volver a besarlo. Después salí y me pare al pie de la cama.

-Ponte en cuatro perra… Me dio esa orden

Se puso con el culo parado mirándole por sobre el hombro. Agarré su pene verga entraba en mi vagina que tanto había amado, soñado y deseado.

Mis tetas colgaban y se balanceaban, y yo le decía al oído: “te gusta cómo me follas?

 te gusta cómo te la meto”.

 “Si dame, dame más, dámela toda, has me el amor fuerte”, le conteste.

-Ven, te las vas tragar toda.

Y yo pensé “siiiiiii, lo hice, lo logré”, sabía que a partir de ese momento podría quedar preñada, ya que no estaba protegida en aquella ocasión  y me regaría todo lo que quisiera con su abundante semen . Me cogió sin parar. Hasta que sacó su pija y empezó a chuparme la concha

El se prendió a mi clítoris como un bebé hambriento.

 Qué bien que la chupa mi macho sabe lo que le gusta pensaba.

-Si así, no pares, no pares, quiero que sientas mi leche en tu boquita…

Me chupaba y mordía un rato y se la volvía a comer

-¡Que boca y que lengua tienes!

Mis palabras le calentaban más, y le encantaba chupar teta, era lo que más le gustaba creo, le gusta ser amamantado como bebito. Y mientras se alimenta, con su mano derecha se masturbaba… cuando se la volví a ver fue la gloria estaba dura de nuevo.

-Eso, esta sabrosa, saca la leche, eres mi puta muñeca , - fue lo último que dijo antes de empezar a tirarle más chorros de leche. Me tragué la primera descarga sin pestañear. “¡Así puta de mierda!”, grito acabando y limpiándome la mejilla. Pero después uno de los chorros fue a parar  de lleno a mi boca y empezó a despedir y expulsar semen.

Después lo de siempre terminamos debemos ir al baño higienizarnos, cambiarnos, el a su trabajo, yo a mi casa ,nos besamos antes de salir de la habitación ,nos quedamos siempre con ganas de repetir …

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