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30 diciembre 2013 1 30 /12 /diciembre /2013 02:45
Fuimos a pasar unos días aprovechando las fiestas a la casa de mi cuñado,todo fue maravilloso,  mi cuñada María , Fabio y  su hijo  Mariano , nos recibieron con los brazos abiertos. Mariano tiene 19 años es alto, tiene un cuerpo atlético .

Los tres primeros dìas fueron de idilio, mi esposo no trabajaba me Todas las noches teníamos sexo y quedábamos más que satisfechos . Mi esposo luego empezò a trabajar y yo que estoy de vacaciones  me quedarìa en la casa de mis cuñados hasta los primeros dìas del nuevo año.
Noté que mi sobrino me miraba morbosamente; a mí siempre me ha gustado usar ropa pegada, escotes pronunciados y faldas muy cortas, pues tengo buena pierna y un cuerpo muy bien formado y la verdad me gusta presumirlo; a mi esposo no le disgusta, al contario, me dice que se siente orgullosos de que me “cortejen ” sus amigos o la gente en la calle, pero las miradas de mi sobrino empezaban a incomodarme.

Un día, en la tarde cuando llegué, encontré a mi sobrino jugando a la play en la sala, lo saludé y me fui a dar un baño; mi cuñado y su mujer no estaban. Me estaba bañando cuando escuché que se abría la puerta del baño; pregunté quién era y no recibí respuesta. Un segundo después mi sobrino abrió la cortina de la ducha; estaba desnudo y se abalanzó sobre de mí; no tuve tiempo a reaccionar, cuando me di cuenta, ya el estaba frente a mí tapándome la boca; me tenía contra la fría pared del baño y de inmediato me dijo: “siempre me has gustado, desde la primera vez que te vi me has provocado con tus faldas y tus escotes; con esas sonrisas de putita que me lanzas cuando no te ve mi tìo ; ahora vas a saber lo que es disfrutar con un hombre joven y muy caliente”. Yo intenté empujarlo, pero él es más fuerte y no me dejaba mover; también me dijo: “no trates de resistirte puta o será peor, más vale que cooperes”.

Sentí como con una pierna de el me obligaba a abrir las piernas y con su mano tomó su pene y lo dirigió hacia mi vagina mojada por el agua; intentaba resistirme, pero me fue imposible, el pene erecto de mi sobrino comenzó a abrirse paso en mi vagina, provocándome un dolor inmenso.

Lo metió hasta el fondo y me dijo: “aaaaahhhh, aún estás apretada puta, que rico probar una  conchita estrecha ”.
Él empezó un mete-saca violento, empujaba con tal fuerza que me levantaba un poco del piso y luego sacaba casi totalmente su miembro para luego volverlo a meter con fuerza desmedida.

Con la mano libre, empezó a apretarme las tetas mientras me decía: “ah, si estás bien sabrosa, más sabrosa de lo que había imaginado; mi tío se quedó corto con sus historias”. Eso me incomodó aún más ¿acaso  mi marido le contaba a su  sobrino como teníamos sexo?.

Durante todo el largo tiempo en que el me violó, intenté empujarlo o pegarle, pero nada pude hacer, me sometió con relativa facilidad e incluso se reía de mí y de repente me dijo: “cuando luchan me gusta más”. Yo estaba enojada y eso me hizo enojar aún más, traté por todos los medios de quitarlo, pero fue imposible, el siguió violándome mientras el agua de la ducha mojaba nuestros cuerpos.

Fueron como veinte minutos que me parecieron horas los que él estuvo entrando y saliendo de mí a la fuerza, hasta de que repente sacó su pene y tomándome del cabello me obligó a hincarme mientras me ordenaba: “trágatelo puta”; cerré la boca con fuerza y coloqué mis manos adelante de mi cara para evitar esa humillación; pero él se las arregló para sostenerme las manos para que no pudiera meterlas y apretarme la nariz, por lo que tuve que abrir la boca para respirar y él aprovechó para meter su sucio miembro en ella, me tomó de la nuca y me obligó a mamárselo hasta que se vino y soltó toda su leche adentro de mi boca, apretando mi cara contra su cuerpo casi ahogándome.

Luego él me soltó,; mi sobrino se inclinó y tomándome del cabello colocó su cara frente a la mía y me dijo: “ni una palabra de esto puta .Después me acosté y me dormí, no fui a cenar como siempre lo hacía con todos, ya que mi marido habìa conseguido una changa y no estaba en casa.

A  la noche sonó mi celular; era  mi marido que me dijo que me extrañaba y que no me había podido hablar antes porque estaba con mucho trabajo. Unos diez minutos más tarde mi sobrino tocó y preguntó si podía pasar, yo contesté sin abrir la puerta: “¿Qué queres?”, entonces él me dijo que fuera a cenar, le dije que no tenía hambre y entonces me dijo que abriera la puerta o  se quedaría ahì hasta que lo atendiese ,me levanté de la cama y fui a abrir; apenas lo hice, él me tomó del cuello y me dijo con voz baja mirándome a los ojos; “¡mira putita, no puedo dejar de pensar en ti .Salí de mi habitación tratando de aparentar que todo estaba bien y fui a cenar con la familia de mi esposo. En la cena noté que mi cuñada me veía de manera diferente, como recelosa y supuse que sospechaba algo, pero ni ella ni yo dijimos nada. Traté de actuar lo más natural posible, incluso cuando mi sobrino me “rozó” con una mano las nalgas al momento en que yo lavaba la vajilla.

Ellos se fueron a dormir antes que yo, luego apagué las luces y me fui a mi habitación, me encerré en ella, hacía calor, así que me quité la ropa, me acosté solo con mi tanga puesta, sin destender la cama y me quedé dormida. Un ruido me despertó; escuché que alguien metía una llave en la cerradura  y abría fácilmente la puerta de mi habitación; empezaba a incorporarme de la cama cuando  mi sobrino estaba encima de mí aplastándome con su cuerpo y tapándome la boca con una mano, impidiéndome gritar. Como siempre dejo una tenue luz encendida, lo reconocí de inmediato, además de por  su excelente aroma a macho caliente; de inmediato me dijo: “ya me estaba desesperando, mis padres no se dormían,; ya estoy aquí para que disfrutemos de nuestro amor”. Yo empecé a agitarme y a  tratar de zafarme para que se quitara de encima de mí, pero él no se movía; no supe cómo le hizo, pero mientras con una mano me tapaba la boca, con la otra sacó una cinta de entre sus ropas, con los dientes cortó un trozo y hábilmente me lo colocó en la boca para que no hablara. Luego, mientras yo seguía tratando de empujarlo, él tomó mis manos y las colocó por encima de mi cabeza, tomó otro trozo de cinta y me ató a la cabecera de la cama; se notaba que ya tenía experiencia en ello, pues me sometió con mucha facilidad.

Cuando terminó de atarme, se levantó de la cama, coloco los brazos en jarras viéndome triunfante y me dijo: “vaya que cuestas trabajo putita, pero a mi ninguna se me escapa y se que lo disfrutas ”, luego empezó a quitarme la tanguita mientras yo me agitaba tratando de soltarme las manos, pero la cinta estaba muy bien puesta y todavía me dijo: “no te hagas la difícil puta, que si te duermes desnuda es porque quieres verga, no finjas”.

“¡MMMMMMNNNNNMMMM!” fue lo único que se escuchó de mi boca mientras él ya estaba completamente desnudo.

Con toda calma cerró la puerta de la habitación y prendió la luz; se me quedó viendo morbosamente, recorriendo mi cuerpo con su mirada ardiente ; luego, mientras me dijo: “estás más buena que las demás, incluso estás más buena que mi novia ”.
El lamía mis tetas mientras colocaba una mano en mi entrepierna y empezaba a acariciarme el clítoris y los labios de la vagina; di un respingo y él me dijo: “¡quieta!, ya sé que te gusta, pero aguanta un poco hasta que yo quiera metértelo, no va a ser tan rápido, al fin tenemos toda la noche”. Me dejé hacer ya que no podía hacer nada y comencé a disfrutar .

El lamía mis senos con veneración, abría la boca y metía mi pezón en ella para luego lengüetearlo, provocando que el mismo pezón se levantara. Al mismo tiempo ya metía un dedo en mi vagina y con el pulgar me acariciaba el clítoris; su otra mano recorría todo mi cuerpo, deteniéndose un poco en las nalgas, las cuales pellizcaba y apretaba.

Me estaba excitando mucho .Mi cuerpo empezó a responder a las caricias, yo no quería, mi mente me decía que estaba mal, pero mi vagina no entendía razones y empezó a lubricarse.

De repente mi sobrino dejó de lamerme las tetas y fue bajando con su lengua por mi vientre, hasta que llegó a mi clítoris; empezó a lengüetearlo y me abrió las piernas mientras metía tres dedos en mi vagina ya mojada y con la otra mano me acariciaba las tetas.
Luego hizo un cambio, metió su lengua dentro de mi vagina y con un dedo me acariciaba el clítoris; el sentir la humedad de su lengua casi me vuelve loca y apreté la boca para no emitir sonido alguno que demostrara lo rico que estaba sintiendo.

Después de un buen rato de estarme acariciando y lamiendo por todos lados, mi sobrino se incorporó y me dijo: “ya estás lista putita, vas a ver cómo te voy a hacer gozar”; yo ya no  trataba de resistirme, por la excitación de mi cuerpo.

Se colocó en medio de mis piernas, con una mano guió su pene erecto hasta la entrada de mi vagina y de un solo empujón lo metió hasta el fondo. Me dolió muy poco, mi vagina estaba muy bien lubricada y aceptó sin resistencia el largo pene de mi sobrino, que dijo: “¿lo ves?, todo es que no te hagas la santa y aflojes tantito; así los dos la gozaremos y si no le dices nada a mi hijo, seremos felices los tres”. Yo me negaba a escuchar sus palabras, de por sí ya me sentía mal y sucia por haberme excitado con sus malditas caricias y todavía pensar en que estaba engañando a mi esposo con su propio  sobrino me hacía sentirme una puerca.

dejó su miembro unos segundos adentro y luego empezó con fuerza el bombeo, adentro y afuera de mi panocha excitada. Empecé a respirar muy profundo y gemí, pero ya no de dolor, sino porque lamentablemente me estaba gustando lo que mi sobrino me hacía sentir; mi cuerpo sudaba y se volvió loco, mi mente era un caos, no quería, pero si quería; sabía que el desgraciado me estaba violando, me tenía amarrada y amordazada, pero mi cuerpo empezó a gozar con la penetración y segundos después vino lo inevitable… un tremendo orgasmo maravilloso recorrió mi cuerpo como una descarga de electricidad, haciéndome sentir un placer que nunca antes había sentido, ni con mi marido ni con ninguno de los otros chicos con los que me había acostado.

Grité de placer debajo de la cinta y para mi sorpresa, en ese preciso instante él me la quitó de una por lo que mis gritos retumbó en toda la habitación: “¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHH, UUUUUUUUHHHHHH, mmmmmmmmhhhh!!!”

Vi la sonrisa de triunfo de mi sobrino y cerré los ojos avergonzada, porque el orgasmo fue tan intenso que no pude disimularlo.

Con cara burlona, él me dijo: “¿Ves putita?, sabía que eres como las demás, les encanta coger”.

Noté que èl aún tenía el miembro parado; él se subió a la cama junto a mi cara y me dijo: “¡abre!”;abrì  instintivamente la boca, en eso, él me tomó del cabello y me obligó a tragar su pene y de esa forma lo metió fácilmente .Me tuvo con su miembro hasta el fondo de mi garganta, me tomó con ambas manos de la cabeza y me hizo moverla hacia adelante y atrás, obligándome a mamarle su pene. Él cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás y dijo: “¡ah que rico lo mamas puta, de seguro así fue como engatusaste a mi tío ; mamando y cogiendo!”.
Después de varios minutos de obligarme a chupárselo, mi sobrino sacó su miembro, tomó de nuevo la cinta; De colocó una parte sobre la boca y me levantó la cabeza para rodearla con la cinta; dándole varias vueltas, de tal manera que quedé totalmente silenciada, yo quería escupir para sacarme el espantoso sabor de su miembro de mi boca, pero con la cinta puesta ya no pude hacerlo y tuve que aguantarme y tragar parte de su líquido pre-seminal.

Luego él cortó la cinta y me pegó la parte restante de tal manera que no podía emitir sonido alguno.

Después tomó una navaja y cortó la cinta con la que me había atado las manos a la cama; rápidamente me colocó boca abajo y me sostuvo ambas manos, me las colocó en la espalda, cruzando un brazo sobre el otro y aunque yo hacía fuerza para tratar de que me soltara, él me tenía bien agarrada y nada pude hacer. Entonces me los ató con cinta también, dejándome sin posibilidad de soltarme.

Mientras me ataba me dijo: “tú ya disfrutaste, ahora me toca a mí; pero tengo que silenciarte, porque normalmente cuando se las meto por el culo chillan y gritan mucho y no me gusta, además de que no quiero que vayas a despertar a mi vieja, a mi hija o a los vecinos”. Al escuchar eso empecé a patalear y retorcerme como loca, no quería permitir que mi sobrino fuera el primero que me cogiera por el culo, pues era virgen de ahí y sabía que era muy doloroso; traté de evitarlo a toda costa; pero él me sometió sentándose sobre mis nalgas y diciéndome: “¡quieta putita, que te lo voy a hacer quieras o no y es mejor que no te resistas porque si lo haces te dolerá más”. Luego se dio a la tarea de atarme los tobillos también con cinta, impidiéndome despegar las piernas.

Una vez que me tuvo totalmente sometida, le fue muy fácil lograr su propósito; solo tuvo que abrirme las nalgas y comenzar a meter su miembro gordo y largo en mi ano virgen.

Al principio le fue muy difícil penetrarme, pues mi culo estaba totalmente seco y muy apretado, entonces él dijo: “¡ay puta, parece que eres virgen del culo porque lo tienes bien apretado! Que pendejo mi tío que no te ha cogido por ahí, pero mejor para mí porque así yo estreno ese culito delicioso, ahorita vas a ver”. Y diciendo eso se bajó dela cama y sacó un lubricante.

Mi sobrino se subió de nuevo a la cama y puso lubricante en su dedo; dijo: “como de que no, putita, te la meto porque te la meto, aunque te rompa el culo, te tengo que coger por ahí”. Luego sentí como metía su dedo en mi ano y le embarraba el lubricante. Yo permanecía inmóvil, un poco porque me era muy difícil moverme y un poco por haberme paralizado al saber que no me podía defender y que el viejo me violaría por el culo de cualquier manera.

Él sacó su dedo y de nuevo se trepó sobre mis muslos, dijo: “ahora si putita, vas a ver” y entonces empezó a meter su miembro en mi ano ya lubricado.

Poco a poco fue metiendo su gran pene en mí, el lubricante no me disminuyó el dolor que me hizo sentir y como él lo dijo, empecé a chillar y gritar con todas mis fuerzas: “¡MMMMMMMMGGGGGGHHHH!”, a lo que el solo dijo: “¡Ah, que apretado lo tienes putita, como lo voy a gozar; te dije que ibas a gritar mamacita!”.

De repente se detuvo y me dijo: “apenas va la mitad putita, ponte flojita porque ahí va lo demás”; abrí los ojos desmesuradamente y empecé a rogarle que no lo metiera más: “¡MMMM, NNNNN, MMMM, NNNNN!”, pero él estaba decidido y nada lo iba a detener. Él empujó con fuerza salvaje y de un empellón me metió la parte que faltaba de su miembro, provocándome un dolor y un ardor inmensos, como nunca antes los había sentido.

Mi sobrino dejó un momento su miembro metido hasta el fondo de mi culo y me dijo: “todas son iguales, la primera vez se ponen nerviosas y se aprietan, pero después hasta lo piden, si no, pregúntale a  mi novia verás”. Mi sobrino me tenía totalmente empalada por el ano y comenzó a moverse, empezó un mete-saca salvaje, con fuerza cruel, masacrando mi pobre ano que de inmediato sentí como empezó a sangrar. Mis gritos se ahogaban en la cinta que me cubría la boca y  mi sobrino solo resoplaba, metiendo y sacando su asqueroso miembro de mí.

Mi sobrino estaba encima de mí, me jaló del cabello hacia atrás, haciéndome arquear la espalda y me dijo al oído: “Me está gustando mucho tu culo apretado puta, quiero que me lo reserves siempre para mí; no se lo des a nadie más, ni siquiera a mi hijo porque es solo mío, ¿oíste?” y me soltó del cabello; como yo no respondí nada, él, sin dejar de meterme y sacarme con fuerza su pene del culo, me volvió a tomar del cabello Mi sobrino siguió dándomela por el culo sin piedad, sin importarle que yo todo el tiempo estuve llorando y quejándome del tremendo dolor insoportable que me causaba.

Después de mucho tiempo en que me tuvo sometida, inmóvil y violándome por el culo, mi sobrino terminó; tuvo una tremenda venida dentro de mí; sentí como su semen entraba a chorros en mi intestino; y me daba placer, él seguía encima de mí, aplastándome con su pesado cuerpo, además de las ataduras que me había colocadoSacó su pene flácido y descansó unos segundos encima de mí, luego se incorporó, me volteó boca arriba y mientras se vestía me dijo: “muy bien puta, de verdad que estás muy sabrosa”.

Me quedé desnuda, desmadejada, adolorida y  gozando en silencio toda la noche, no supe a qué hora me dormí.

Eso fue el principio de mi vida de  placer con mi sobrino …
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Comentarios

M
http://movil.todorelatos.com/relato/98030/ ajaja no mms hay esta la prueba te robaste este post xD de foro femenino que casualidad que todo esolo telo hiso xD al igual que el papa su esposo xD jajaja si fuera verdad no lo dirias con detalles
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