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16 marzo 2014 7 16 /03 /marzo /2014 20:59

Junto a Marina , mi sensual mujer habíamos pasado una noche intensa, llega de emociones , deseos y placeres. A las 21 30 habíamos entrado a ver un apasionado espectáculo de Flamenco, lleno de ardiente sensualidad y pasión. Luego habíamos ido a cenar a un restaurante especializado en cocina mediterránea donde habíamos degustados unas exquisitas gambas ,rabas y tras exquisiteces del mar . Bebimos una buena botella de malbec añejado dos años en cubas de roble con fragancias de ciruelas maduras. Sonreímos los dos y nos besamos. La cena fue de lo más normal del mundo, como tantas otras. Pensé que el incidente del día anterior estaba ya superado. Aquella noche se había arreglado muy sugerentemente. Llevaba puesta su minifalda de volados , una camisa de seda traslucida, muy escotada, con una flor bordada en el pecho, sin mangas, sujeta únicamente con unos minúsculos breteles a con breteles muy finos y un buen corpiño con solo armazón en la base y de encaje que también dejaba entrever sus enormes y apetecibles senos. La blusa era preciosa, los breteles eras insignificantes breteles, por lo que como se veían los breteles del corpiño este tenía breteles transparentes. Salimos caminando y al dar la vuelta en una esquina me empujó hacia el hueco de un oscuro portal. Y me besó apasionadamente , me dijo estoy muy caliente pero quiero ir a bailar. Fuimos a un lugar que a ella le había recomendado una amiga que recientemente se había separado. Hicimos cola a la entrada. Sólo se permitía la entrada a invitados especiales y a parejas. Debimos esperar y hacer cola para poder ingresar, observé que entraban mujeres, vestidas y maquilladas muy audazmente y todo tipo de hombres solos, la única pareja éramos nosotros . Cuando pudimos hacerlo aprecie que el local era oscuro con la típica pista de baile rodeada de sillones en forma de herradura con mesas en el centro, pero todos casi en penumbra. No había mesa libre momentáneamente, nos acomodamos en la barra. Cuando se inclinó sobre la barra para pedir, el barman tuvo que verles casi todas las tetas . Tomamos la primera copa en la barra mirando curiosos hacia todos los lados del local. Los tipos marchaban cerca observando todo, a veces se detenían frente a ella, le sonreían, ella les devolvía la sonrisa de manera pícara . Sus pezones se marcaban levemente haciendo levantar la tela de la blusa . Cuando alguna de las miradas de los tipos eran mas que intensas y descaradas. Mi esposa me tocaba el paquete con picardía... - Se te está poniendo dura... –me decía . Y sonreía orgullosa, lasciva, segura de sus poderosos encantos de mujer. Sus pezones levantaban pequeñas arrugas sobre la fina tela de la blusa . En eso vimos que había quedado una mesa libre rodeada de dos sillones sy nos zambullimos en ella sin pensar llevando nuestras copas En la pista había unas cuantas chicas bailando y muchos hombres. Algunos las miraban con cara de auténticos babosos salidos. En los sillones más de una pareja ya se estaba dando algo más que un simple toque. Mira, me dijo señalando disimuladamente con la cabeza hacia unos sillones. En la penumbra pude distinguir como una mujer estaba con los pechos al aire mientras su pareja se los besaba tranquilamente. Observando detenidamente como estaban actuando las parejas que evidentemente se conocían allí y que luego salían tomados de la mano, hasta noté que alguna chica regresaba luego de estar un tiempo afuera del lugar. En ese momento me di cuenta dónde habíamos entrado. Ya era tarde para dar marcha atrás. Absorto en eso no me di cuenta que venía un tipo muy alto bien formado junto a uno de los de seguridad del lugar , estaban dialogando con Marina que les sonreía. Me costó un poco entender que el tipo era quien tenía la mesa y que la había dejado para ir a bailar y ahora regresaba y quería volver a ocuparla, en otras palabras nos debía desalojar a nosotros. El de seguridad viendo como el tipo le relojeaba desde lo alto las tetas y las piernas a mi esposa acercó una solución salomónica ya que sobraba un sillón , nos dijo: -¿ Por que no la comparten ?.Yo y el gigantón dijimos un sí al unísono, mi esposa solo sonrió pero cuando el tipo se sentó junto a ella, le dijo: -Gracias por permitirnos usurpar tu lugar. A lo que muy suelto el tipo le dijo: Por estar a tu lugar dejaría muchas cosas. Mi esposa solo le sonrió adecuadamente. Coqueta se puso a hablar con él. Menuda bestia. Tenía toda la pinta de gorila de discoteca. Más alto que yo, brazos como mazas... apenas sin cuello... Me quedé como un payaso en un costado viendo cómo ella hablaba y coqueteaba frente a él. No hace falta ser muy listo para adivinar dónde estaría mirando el gorila. Traté de llamar la atención de mi mujer varias veces, pero sin lograrlo . Me ignoraba y se mostraba muy atraída y entusiasta con el gorila. Él se presentó:- me llamo Justo y soy unos de los manager del lugar, conozco a todos las mariposas nocturnas de este sitio ya sus posibles admiradores: -¿ pero a ti bella es la primera vez que veo ? le dijo a mi mujer . Que le explicó que era l a primera vez que venía. Para homenajearla pidió una botella de champagne , yo bebí algo obligado pues ya había bebido mucho en la noche. Me sorprendió que mi mujer bebiese bastante. El le habló en un momento al oído y ella mirándolo lascivamente se relamió sugerentemente los labios...y me dijo: - Me voy a bailar... La vi dirigirse junto a él, meneando el culo hacia la pista. Lo único que se me ocurrió pensar en ese momento es que, al bailar en la pista, se la verían las tetas dando botes para todos los lados. Y así fue. Con esos tremendos meneos, en cuestión de segundos varios la rodearon. Con los movimientos, los breteles de la blusa se la caían por los hombros y el escote se ampliaba hasta ofrecer una más que generosa perspectiva de sus pechos. De vez en, cuando veía mover sus brazos como si se las colocara. Bebí otra copa mientras ella seguía bailando y se mostraba sexy y provocativa bailando con Justo permitiendo que la miraran, sin dar demasiada importancia al espectáculo exhibicionista que les estaba regalando a los que la rodeaban. Me acerqué disimuladamente y al pasar le dije : - Se te ven enteras - Ya lo sé Sus breteles estaban casi por debajo de los hombros y apenas sostenían la blusa en su sitio. El escote era tremendo. Si te fijabas un instante, hasta podías ver asomar la aureola de uno de sus pezones. Afortunadamente la canción se acabó. Un brusco meneo y las dos tetas hubieran salido disparadas... Descuidadamente colocó uno de los breteles. El otro le dejó caído. "En cuanto se mueva un poco se la va a salir", pensé. Justo, como si me hubiera leído el pensamiento, el pecho salió disparado. Lo dejó unos segundos al aire, como si no se hubiera dado cuenta. Parsimoniosamente, lo sujetó desde abajo y, sin prisa, volvió a meterle dentro de la blusa. Siguió baliando como si tal cosa; vamos, como si el que se la salieran las tetas fuera la cosa más normal del mundo. En ese momento me di cuenta que Justo disimuladamente mientras bailaban le estaba tocando el culo. Desde allí no puede verlo bien, pero por los movimientos de la tela, supuse que además de vérselas enteras, le estaba dando alguna caricia o toqueteo en las tetas. Cuando se cansó volvió a la mesa, él la acompañó hasta el lugar bebió una copa con ella y le dijo algo al oído Cuando él se retiró ella me dijo : - Servidme otra copa... Enfadado la dije que parase, que se estaba pasando, todos la habían visto venir conmigo... Me estaba poniendo en ridículo... "Vamos estoy quedando como un boludo ..." -rematé la frase-. Se encogió de hombros y lanzó un besito al gorila que la miraba a la distancia .Yo ya fuera de mi le dije: - ¿Qué? ¿Ya te ha tocado las tetas? - Por supuesto... -me dijo sonriendo con morbo-... Yo estaba ya que ardía. Y no porque se las tocaran, si no por el numerito que estaba dando. - ¿Ya estás contenta?, ¿ya podemos irnos? - ¿Ahora que esto se pone divertido? Ni hablar cariño... Tu te quedas aquí, conmigo... -su mirada estaba cargada de morbo- Serio, la dije que ni lo pensara. - Mira, hijo de puta, te has estado preguntando si te he puesto los cuernos, ¡ me has dicho que te los bancarías y ahora que apenas estoy coqueteando y bailando me montas esta escena! Hasta me has preguntado miles de veces con quien me acostaba y querías saber todos los detalles, ahora los tienes , siepre te dije que yo me encamo con quién me da la gana.. . - ¡Ni lo sueñes!. Haz lo que te de la gana pero a mi no me metes en este asunto . Segura y prepotente llamó a Justo . Cuando él se acercó le dijo que debía estar en una mesa con amigos que habían en buscando chicas atrevidas y con ganas de divertirse .Que tenía un problema por que faltaban en ese momento. Marisa sin pensarlo le respondió: -Dale , vámonos a aquella mesa... Naturalmente me presentó como su marido... Los otros dos hombres sonrieron con una irónica mueca burlona. "Cornudo y encima consentidor". ¡Buena tarjeta de presentación!, pensé. Se colocó al lado de Justo . Él puso la mano por encima del hombro y la dejó caer en medio de los pechos, como marcando el territorio y diciendo esta hembra es mía.. Se me quedó mirando desafiante. Disimuladamente, le tocó un poco por encima de la blusa , pero al ver que no decía nada, rápido metió la mano por dentro. Ostensiblemente le acarició primero uno y luego, cuando se cansó, cambió de pecho. Descaradamente le estaba acariciando las tetas en mis narices… Con sonrisa de triunfador, levantó la copa invitándonos a todos a brindar... Ella levantó también la suya, mirándome con ojos deputa morbosa. Como era de suponer, con tanto manoseo los breteles duraron poco sobre los hombros. La tela cayó por su peso y apenas la cubría los senos. Llegó un momento en que, más que escote, las tenía completamente fuera... La tela estaba por debajo de sus pezones y casi ni la tapaba la base de sus pechos... Y para colmo, sus pezones estaban más puntiagudos que antes. La conversación cada vez era más obscena, y constantemente estaba dirigida al tamaño de sus pechos y a lo que harían con ellos. Ella no decía nada, pero les reía todas sus gracias. El otro se levantó a por más copas. Al volver se quiso poner a su lado, y tuve que dejarle. Me lo ordenó ella con un despectivo "quita de aquí..., que ya te tengo muy visto"... A la segunda copa ya sin contemplaciones ni disimulos, cada uno por un lado, se las sacaban de la blusa y las manoseaban delante de mí. Jugaban con sus pezones, se los retorcían, se los estiraban... La hacían botar los pechos. Se los estrujaban y tocaban de mil formas. Ella se dejaba tocar y no le importaba que sus tetas estuvieran más tiempo fuera de la blusa que adentro... El barman vino a mesa a recoger las copas. Nadie se las tapó. Ni siquiera disimularon. No la importó la lujuriosa mirada que le lanzó. Ninguno de los dos se privaba ni en tocarla ni en hablar con ella como si fuera una puta cualquiera. Le preguntaron por el color dela tanguita . Ella contestó que la gustaban las blancas y muy coquetas, cuanto más pequeñas mejor. Le preguntaron si se atrevía a enseñársela, y ella respondió que no podía Fingieron teatralmente que no la creían.Justo le impidió sentarse, metiendo la mano por detrás, y la fue subiendo por el muslo hasta llegar al culo. Su mano se entretuvo un buen rato tocándole las nalgas. Comentó delante de su compañero que llevaba una brevísima tanguita y para que también él lo comprobara, le levantó la falda por delante. Todos empezaron a aullar, aplaudir para que ella bailando para ellos se quite la tanguita y así fue, ella ondulándose empezó a moverse hsta que soltó su tanguita al aire en las manos de Justo. Todos la hicieron sentar sobre los sillones y la abrieron las piernas. Ella misma colaboró en subirse la falda y acabar sentándose con la piel desnuda directamente sobre el cuero. Le subieron la falda por los muslos hasta casi enroscarla a la altura de la cadera. A pesar de la penumbra de la discoteca, se podía vislumbrar algo de su pelvis rasurada . En cuanto se colocó tanto las miradas como las manos fueron directas a su entrepierna. No hacían falta oír los comentarios groseros para saber que se lo estaban tocando. Bastaba con mirarla a la cara. Ella seguía como si tal cosa, dejándose tocar y riéndose con los estúpidos chistes que le hacían. Naturalmente todos iban dirigidos al mismo tema. No decía que no a nada. No les recriminaba que, sin dejar de meterla la mano entre las piernas, volvieran a sacar sus pechos. Es más, ella misma sugirió que la gustaba que le tocaran el sexo mientras la acariciaban las tetas. Y los dos captaron al vuelo su indirecta. Mientras uno la metía los dedos en la concha , el otro se entretenía jugando con sus pezones haciéndola suspirar ... - ¡Vaya ! Esa concha se traga de todo -dijo el más bajo dirigiéndose a mí y metiéndole tres dedos. Girando la mano en un movimiento como de rosca, consiguió colocar el meñique y empujar con fuerza. Ella suspiró. Introdujo la mano todo lo que pudo... Llegué a pensar que se la iba a meter entera. - Turra, te gustan gordas, ¿eh?... - Claro que sí... –dijo ella mimosa-. - Pues a ver si eres capaz de encontrar alguna... A la primera insinuación no tuvo inconveniente en palparles los paquetes y sacársela. Naturalmente se rieron porque yo quedé excluido del concurso. Tampoco tuvo ninguna vergüenza para decirle que no era tan grande como presumía. Ni para acariciársela cuando él le dijo que tocándola un poco, crecía... Se la agarró y empezó a moversela .Estaba completamente empalmada, pero ella insistió en que no era tan gruesa como esperaba. - Deja de decir bobadas... Como te la meta en la boca verás cómo te callas... - ¡Vamos venga ya! -le respondió caliente y ansiosa -. Apoyó la mano en su cabeza y empujó un poco. Muy poco. No opuso ninguna resistencia. Más bien aceptó su propuesta. Se retorció en el sillón. La vi agachar la cabeza y acercarse a ella. - A mi marido se la chupo muy de vez en cuanto , casi nunca -dijo, pretendiendo dar más valor a lo que iba a hacer pero lo suficientemente alto como para que todos lo oyéramos-. Curiosa, descubrió el capullo. Un par de lametones desde los testículos hasta la punta y como si fuera la cosa más natural del mundo. Como si lo hubiera hecho toda la vida, se la metió en la boca. Sin dejar de lamerla ni un instante, comenzó a masturbarle. Sus ruidos guturales me llenaron de rabia. Era evidente que la muy cerda quería que se corriera en su boca -y que yo me enterara claro-. Y por supuesto llevaba camino... Le vi agarrarse al borde de la mesa, tensar su cuerpo... y temblar de placer... Cuando acabó su trabajillo levantó la cabeza y abrió la boca para que viéramos cómo había terminado su excursión. Tragó y sonrió mirándome a los ojos. La hubiera matado. - ¿En serio que no te la chupa? -me dijo con la respiración aun entrecortada-. No contesté. Hice como que bebida y no contesté. Tampoco hacía falta. Creo que mi cara ya hablaba por mí. - Pues no sabes lo que te pierdes. Lo hace de puta madre,hermano... - ¡a ver ! Yo quiero probarla... Eh, mira que cosita más linda... ¿y a mi cuándo me toca? –dijo Justa , blandiendo su pija completamente empinada que además era notoriamente la mayor de todas . - Ya..., ya... Primero me la chupas y cuando te la meta verás que te regusta ... - No, si no lo dudo... -dijo acariciándola complacientemente en toda su extensión, pero su tono sonó a desafío-. - Pues cuando quieras, te la meto y lo compruebas. Respondió con un simple "Bueno". - Vamos, prepara la concha que vas a comprobarlo ahora mismo... Tampoco puso objeción. Se limitó a encoger los hombros indiferente. - ¡Tú! me voy a cojer a la puta de tu mujer. ¿No te importa verdad? Ella no decía nada, se limitaba a asentir con la cabeza y a dejarse tocar. Intenté levantarme de la mesa. Le bastó apoyar su fuerte brazo sobre mi hombro para impedir que me moviera. - Tranquilo, man... No te alteres, hombre, que sólo me la voy a cepillar... En diez minutos la tienes aquí... Eso sí... algo cojida...como la puta perra que es. Los dos hombres se echaron a reír. Cuando se lo indicó, se levantó y se colocó un poco la ropa. Él la agarró por la cintura. Delante de mí la besó. Bajó la mano y la agarró las nalgas. Dobló el borde de la falda sobre si mismo y se lo metió por la cintura. Apenas se había alejado de la mesa y giró en redondo. Pensé que se había arrepentido y suspiré aliviado. Me agarró la cabeza y me arrancó un beso en los labios. Su boca sabía a semen. Su mano se posó en mi pedazo . - ¿No se te ha puesto dura? -preguntó irónica- A lo mejor esto te anima... Bajó los breteles de la blusa y colocó los pechos por encima del escote. Luego volvió a colocarse los breteles impidiendo de esa forma que los pechos quedaran ni accidentalmente cubiertos y se marchó con el gorila. Cruzó el local con las tetas al aire y enseñando medio culo a todos los presentes. Quería que todos supieran a dónde iba y qué es lo que iba a hacer. Los vi dirigirse al baño . Se detuvieron varias veces a hablar con algunos hombres. Serían conocidos de él . Él la ofrecía y hacía las presentaciones. Más de uno la tocó. Más de uno la besó. Incluso se levantó la falda mostrándole la concha a un desconocido. No me lo creía. Me engañaba a mí mismo pensando que sería un farol, que no era capaz de dejarse cojer en el baño por cualquiera. El otro se levantó a por otra copa. Al volver se me quedó mirando. - Vaya mujer más puta tienes.... Miré el reloj... Habían pasado unos 10 minutos desde que les perdí de vista... - ¿Llevan mucho? -preguntó arrastrando la lengua por el alcohol- Eso es que te la está poniendo una buena vara... Ni le contestaba... y él venga a hablar, venga a decir bobadas... hasta que de repente le escuché decir: - Venga acaba la copa. ¿Qué? ¿Vamos al baño a ver cómo se la están tirando? No pude decirle que no. Llamó a una puerta con suaves golpecitos. - Abre, soy yo. Allí estaba ella en cuclillas, espatarrada como si fuera a mear, haciéndole una soberbia mamada al gorila. Tenía la blusa recogida sobre la cintura con las tetas fuera y se había remangado la falda. Me miró unos segundos. No se molestó ni en sacársela de la boca. Siguió chupándosela como si tal cosa. No tardó nada en correrse. Al primer chorro, la sacó y se la restregó con la boca cerrada por los labios. El semen la colgaba por los labios como si fuera espuma. Cuando acabó se la escurrió en su cara y tranquilamente se la guardó. Ella se relamió lascivamente, recogiendo con la lengua todo el semen que pudo. El otro reclamó de nuevo su turno. Ya la tenía fuera de los pantalones. Ella pensó que también quería que se la chupase y acercó la cara. - Quita, puta , ni me acerques esa boca. Date la vuelta,puta. La hizo apoyar las manos en la taza del inodoro y levantar el culo. Metió la mano entre sus piernas y le abrió la concha con los dedos. No tardó más tiempo que el necesario para atinar a metérsela. La sujetaba por las caderas y no paraba de darla rápidos viajes metiéndola todo el miembro hasta los huevos... Ella gemía con sus empujones... Justo puso su brazo sobre mis los hombros, como con un gesto de camaradería... - Vaya polvo que te la están echando, cornudo... Volví la cara hacia él. No era una pregunta, era un gesto de asco, pero pasó de mí y me restregó aun más la situación. - Vamos, que coje con ganas... ¡Ufff! Le tenía el miembro metido hasta las pelotas y mi esposa le decía dame más, dame más... reviéntame ... que se note que estoy bien cojida... Menudo vicio que arrastra... ¿o es hambre? ¿Qué pasa, no la cojes bien? Violentamente intenté quitarle el brazo de mis hombros, pero con un sólo gesto me lo impidió. - Tranquilo, hombre. No te ofendas... Si es que en cuanto se ha corrido se ha lanzado como una loba a comerme la pija . Sus gemidos ya eran escandalosos. El ruido de las pelvis al chocar contra sus nalgas... el chapoteo de su concha... Ese maldito concierto se me estaba metiendo por la cabeza haciendo hervir la sangre. - ¡Vaya , cómo te la va a dejar!... Esta noche te vas a comer la leche de todosestos tipos ... Ella saldrá de aquí con la concha llena de leche, seras un tambero esta noche y ella tu vaca lechera ... y tú con más cuernos que un rebaño de ciervos. Repentinamente llamaron a la puerta. Era el barman. - ¡Vamos ! Os tengo dicho que no me cojas aquí a las putas, llevároslas al reservado, que para eso está. - Vale. Acabo de cojerla y nos vamos... Dos empujones más y preguntó dónde lo quería... "Mucho no aguantaba" -fue lo único que pude pensar. No respondió. Sólo suspiraba y gemía . Se la sacó cuando se iba a correr. Meneándosela con la mano la fue escupiendo el semen apuntándola al culo y a la raja. La vi caminar tomada de la mano del barman, sucia, prácticamente desnuda... - ¿No vienes, cariño? La miré con cara de asco y ni siquiera respondí. - Vamos, hermano ... tienes que verlo... ¿no querrás perderte como le parto el culo, no? Mi cara de asombro tuvo que darle hasta pena. - Alegra esa cara, cornudon ... Si es por su bien... Aquí se la van a cojer hasta por las orejas... - ¡Ya basta! Dejadme en paz... Quiero irme... Devolvedme a mi mujer y dejadnos en paz -dije medio lloriqueando. - ¿Qué? ¿Cómo que devolverte a tu mujer? ¡Oye,cornudo!, que está aquí porque la da la gana... ¿O es que no sabías que se va a quedar aquí todo el fin de semana? ¿No te lo ha dicho? lSin mirarme, como si pensara en voz alta, dijo: -Mierda ..., menuda mala leche tienes...Ella tan puta... Abrió la puerta de una habitación iluminada en el centro. Y allí, una cama redonda enorme. Y mi mujer ya a cuatro patas chupando un miembro mientras se la enchufaban por detrás. Me hizo sentar en un sillón. Había unos cuantos sillones pegados a las paredes. Algunos vacíos. Otros con hombres y mujeres sentados. Naturalmente casi todo el mundo estaba desnudo o medio desnudo. Cuando me quise dar cuenta, él, completamente desnudo y con la pija tiesa, se acercó a mí con una copa en la mano. - En cuanto acaben esos le reviento el ojete. Luego si quieres te marchas. Y no hagas boludeces . ¿eh? Su pija preparada para destrozarle el culo . Sus chillidos resonaban en toda la habitación. Mi pija por primera vez en toda la noche comenzó a revivir... Sus frases resonaban en mi cabeza: "A lo mejor hasta te excita mirar mientras te están cogiendo a tu mujer como una puta que és , una cualquiera". Miré el bulto de mi entrepierna. No pude dejar de reconocer que ella tenía razón... "Serías capaz hasta de hacerte una paja"... - ¿Y por qué no? -murmuré para mí- Entre tanto cerdo uno más no se va a notar... Me acerqué a ellos. Sus ojitos cerrados... sudor resbalando por su cara... Sus gestos repacer . Sus gemidos y suspiros con cada arremetida de aquel animal. Bajé lentamente mi cremallera, disfrutando segundo a segundo. Mi mano la acariciaba delante de sus ojos lenta y placenteramente, muy placenteramente. No paraba de pensarlo mientras se la acercaba a sus labios... Y vinieron sus peDidos ... - ¡si ! rompemelo todo sii quiero mas ... Y así ella estallo llena de semen de Justo en su culo y de otro entre sus tetas y del mío en su cara. Justo luego me tomó por las fuerzas y con lo que tenía mis manos y mi lengua me hizo limpiar todos los restos. Luego ella le agradeció todo, yo la vestí y fuimos a casa. En el viaje quedó dormida . A MI ME QUEDARON MUCHAS DUDAS, ELLA NO VOLVIÓ A HABLAR DEL TEMA, HA PASADO YA UNA SEMANA. CREO QUE ELLA YA HABÍA IDO A ESE LUGAR CON SU AMIGA, QUE YA HABÍA SIDO PUTA DE JUSTO Y QUE HIZO ESA ESCENA PARA BLANQUEARLO DELANTE DE MÍ ¿ QUE OPINAN ? SI DESEAN ALGO MAS ESCRIBAN A MI CASILLA DE CORREO cornudoceloso@yahoo.com

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