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1 agosto 2013 4 01 /08 /agosto /2013 09:34

Casi por casualidad, mi esposo y yo habíamos acudido a un concierto de rock, nos habían regalado las entradas a través de un amigo. El concierto se celebraba en un estadio de fútbol  , nos quedamos muy sorprendidos cuando al llegar a las puertas había una fila enorme de gente esperando para entrar.


Tanto Carlos (mi esposo) como yo, nos gustaba ese tipo de música ysi bien no nos sent{iamos identificados con el tipo de gente que allí se congregaba, casi todos chicos más jóvenes que nosotros y muy distintos a nosotrossin ser eentusiastas del estilo de aquella gente  , amantes de las motos, el rock, alguna pastilla y muy de darle al sexo en todas sus formas
Nada más llegar a la cola uno de ellos hizo un comentario sobre mí


- Mira que rubita ¿está buena eh?


Me agarré fuertemente del brazo de Carlos, sabía que se podía irritar por eso, pero muchas veces he intentado convencerle de que no se metiera en un lío por culpa de un simple comentario sobre mí, pero lejos de hacerme caso, se enfrentó a aquel chico que no debía tener más de 19 años.


- ¿que te pasa a ti ... -le dijo en tono amenazante muy propio de su hombr{ia  .


El muchacho y los que estaban alrededor se rieron. Parecía inevitable que aquello acabase en bronca y volviendo a tomar a Carlos por el brazo tiré de él hacia dentro del estadio intentando poner fin a lo que se avecinaba. Aún podían oírse las risas de aquellos muchachoes cuando desaparecíamos entre la gente, afortunadamente no pasó nada más.


Yo le dije a Carlos que no hiciera tonterías, que sabía lo hombre que era y que no tenía que demostrármelo, que enfrentarse a esa gente traería problemas para él y nada más, así que sería mejor divertirnos y disfrutar del concierto.


Al final pudimos entrar en el abarrotado estadio en el que no cabía ni un alma más, estábamos tan apretados que podía olerse la humanidad y el calor se cortaba con cuchillo.


Desde luego no encajábamos para nada en ese tumulto y yo ni siquiera iba vestida acorde a las circunstancias ya que llevaba un vestido blanco corto en vez de haberme puesto unos vaqueros mucho más apropiados para ese tipo de eventos.


Total que el concierto comenzó entre ensordecedores gritos del líder del primer grupo que saltó al escenario para goce de todos los jóvenes que allí se congregaban y que vitoreaban y saltaban al ritmo de la batería.


No paraba de entrar más y más gente en aquel abarrotado local y cada vez estábamos más apretujados, podía notar como a mis espaldas alguno se apretaba a mí más de la cuenta aprovechando la situación, pero lejos de decirle nada a Carlos intenté concentrarme en el concierto y disfrutar dentro de lo posible.


El calor era sofocante y apenas se podía respirar entre el gentío. Para colmo los muchachoes que estaban detrás nuestro se quitaron las camisas y cuando volví mi cabeza estaba rodeada de torsos desnudos y sudorosos. El grupo, formado por seis o siete chicos me miraban y se reían por mi cara de susto. El más cercano a mi me sonrió y me ofreció dar un trago a su botella de cerveza que con una forzada sonrisa rechacé. Carlos estaba a mi lado y no me soltaba la mano pero era ajeno a lo que pasaba a mi alrededor.


Cada vez me adaptaba mejor a la ensordecedora música cuando uno de los chicos del grupo me dijo al oído:


- Oye quieres un polvazo...


Yo me hice la desentendida, no quería problemas, sabía lo celoso que se pondría Carlos y no le contesté. Pero él insistió:


- Digo que estás muy buena...


Volví a hacerme la sorda y dejar pasar aquellos comentarios como si no fueran conmigo. Pero como aquel chico no tenía bastante colocó una de sus manos en mi culo y empezó a sobármelo descaradamente, di un bote y Carlos me preguntó:


- ¿Que pasa?


- Nada, nada....


En buena hora nos metimos en aquel lugar, pero ¿cómo no nos habíamos marchado cuando llegamos a la puerta?


La mano del muchacho volvió al ataque, me puse de costado y le dije con cara seria que se parase si no quería problemas.... Aquello pareció divertirle aún más y se lo comentaba a sus amigos que reían a carcajadas...


Volvió a comentarme al oído:


- Te voy a ... bonita, te la voy a meter hasta el fondo....


Me volví, puse mi cara lo más seria que pude y le contesté:


- Párate ya, si no quieres que se lo diga a mi esposo... ¿vale?


A todo esto Carlos seguía de mi mano pero sin percatarse de nada, seguía mirando tranquilamente el concierto.


- Díselo a tu esposo, así aprenderá como se coje a una rubia como tú. - insistió mi acosador.


Volví mi mirada hacia delante, más asustada que otra cosa, ya que imaginaba que como Carlos se diera cuenta de todo, aquello podía terminar en algo muy desagradable para nosotros, pues los chicos eran seis o siete...


- Oye ¿el culito lo tienes virgen?


Otra vez hice oídos sordos....


- Me gustaría metértela por ese culito y que vieras como entra una ... de verdad....


Sus palabras cada vez más fuertes estaban empezando a ponerme caliente de verdad, yo quería concentrarme en el concierto y olvidarme todo, pero el chico continuaba una y otra vez, para colmo su mano volvía a acariciarme el culo pero esta vez apretujando mis posaderas con toda la cara del mundo, le daba igual todo, seguramente de lo medio borracho que andaba ya. Yo no entendía muy bien que pasaba dentro de mi cuerpo, pero lejos de rechazar a aquel extraño, sentía cierta sensación de gusto por sus palabras, por su atrevimiento, por sus caricias....


- Muñeca, debes tener el ... bien mojadito ¿a qué sí?


Carlos me miraba de vez en cuando y me sonreía, ajeno totalmente a la situación, ¡ si tu supieras ! - pensaba yo...


El chico se apretujó contra mi cuerpo y podía notar su abultado paquete contra mi culo, sus manos fueron subiendo de mi culo por mi cintura para llegar a mis pechos que comenzó a acariciar por los costados, para luego tocarme las tetas a placer, primero suavemente y luego con más fuerza hasta pellizcarme los pezones por encima de la tela del vestido. Como yo no llevaba sujetador el contacto de sus manos contra mis tetas era delicioso para él y también, aunque me pesara, era delicioso para mí..


Intenté por todos los medios separarme de él:


- Párate ya, ... . - le corté quitándole las manos de encima bruscamente.


Entre todo el lío Carlos al fin se dio cuenta que algo sucedía:


- ¿Que pasa?


- No, nada, que me han empujado... - contesté quitando importancia al asunto para evitar males mayores.


Carlos se volvió hacia los chicos:


- Oye tener cuidado, no molestéis ¿eh?


El chico que estaba detrás de mi se envalentonó y también se encaró con mi esposo.


- ¿Que dices ... de mierda? ¿quieres ver como te pego dos hostias?


Agarré fuertemente la mano de Carlos, porque sabía que iba a empezar un kilombo que se iba a descontrolar.




A ver, venga, empieza ¿a que esperas? - se ponía todo gallito Carlos.


- Déjalo cariño, por favor... solo me han empujado, sigamos viendo el concierto, no les hagas caso, por favor no te metas en líos. - me interpuse entre él y los chicos porque sabía que saldría mal parado, si es que siempre se lo digo que tiene la boca muy grande y luego no es consciente del peligro que corre.


Las aguas se calmaron, al menos momentáneamente, ya que el tipo volvió al ataque volviendo a susurrarme cosas al oído.


- Lo que le pasa a tu esposo es que no se le para, por eso te tiene desatendida, lo que tu necesitas es un buen rabo.... tenías que ver que pedazo de ... tengo yo para darte...


Yo tragaba saliva y esta vez ya no me volví para evitar que la cosa acabase en pelea. Yo ya no sabía que hacer, si se lo decía a Carlos se podía armar un buen kilombo, si me callaba estaba a expensas de lo que me hiciera a aquel tipo... Era mejor no hacerles caso, así depondrían su actitud, pero.... ¡qué equivocada estaba!


Otra vez mis tetas fueron rodeadas por sus potentes brazos, mientras seguía susurrándome al oído.


- Verás que polvo te voy a echar, vas a ver las estrellas, bomboncito....


Me volví hacia Carlos y le pedí que nos fuéramos de allí.




Ahora no cariño - me contestó - va a salir un grupo muy bueno y cuando acabe nos vamos ¿vale?


Estaba metida en un buen lío del que seguro no podría salir bien parada, hice de nuevo oídos sordos a todo lo que me decía aquel chico pero él insistía una y otra vez.


- Me gustas mucho rubita, tengo el rabo como una piedra, verás que polvo te voy a echar...


Entre sus frases y sus sobeteos a mis tetas, que cuando me las acarician como él lo estaba haciendo, toco fondo, ya no podía evitar sentirme caliente y como mis pezones se ponían cada vez más duros.


- Vaya tetas que tienes nena, casi no me caben en la mano, duras, redondas, como a mí me gustan...mmmmmm, vaya pezones más duros....


Cerré los ojos, pues el gusto me iba en aumento, los latidos de mi corazón se aceleraban y mi chochito empezaba a humedecerse, no podía evitarlo, quería que todo aquello acabase pero por otro lado deseaba que no tuviera fin.


Tan abarrotado estaba aquel estadio, que aunque Carlos mirase de vez en cuando, estabamos muy pegados y no podía ver nada de lo que sucedía. De vez en cuando yo le apretaba la mano ya que no podía tenerme casi en pie debido a las caricias que me estaba proporcionando aquel extraño.


Las manos de aquel tipo volvieron a mi culo y siguieron con su labor de sobar y sobar sin cortarse un pelo, pero más allá llegó su atrevimiento cuando una de sus manos se introdujo por debajo de mi vestido y comenzó a acariciar la parte interna de mis muslos. Se me escapó un suspiro...


- Mmmmm, que muslos tienes, suaves, como terciopelo.... verás que bien lo vamos a pasar... - volvió a susurrarme el muchacho.


De pronto noté como hurgaba en mis intimidades , desde luego que se proponía a quitárme la tanguita el muy ... yo intentaba moverme para separarme de él, pero lo hacía con movimientos no muy descarados para que Carlos no se percatara de nada, si en algún momento les pillaba, la cosa acabaría en pelea.


- Déjame quedarme con tu tanguita bonita, al menos tendré un recuerdo tuyo ¿no? - me decía el tipo mientras seguía intentando bajármelas.


Yo me resistía y me sostenía  la tanguita por encima del vestido con la mano que tenía libre, pues la otra estaba de la mano de mi chico.


- Para ya, por favor... - suplicaba yo y poniéndole cara de pena.


El seguía en su intento cada vez con más voluntad, metió sus dedos en mis caderas bajo mi vestido y tiraba de mis bragas hacia abajo mientras todos sus amigos parecía divertirse y se reían sin parar... La situación les debía parecer muy cómica, pero yo estaba asustada, aunque al mismo tiempo esa situación me provocaba un gusto tremendo, me odiaba a mi misma porque el placer me invadiese, pero era inevitable, ¡ estaba atrapada !


En el tira y afloja de bajarme la tanguita , el chico lo hizo por ultima vez de un tirón que en el forcejeo llegó a rasgar parte de la tela de la prenda, eso pareció gustarle, así que en vista de que bajarlas le resultaba difícil, lo que intentaba ahora era arrancármelas, tiraba una y otra vez hacia él y  la trla iba rajándose cada vez más, las costuras iban cediendo , al mismo tiempo la tela se metía en mi ... y eso me proporcionaba más gusto todavía, siguió tirando y tirando, hasta que las rasgó por completo llegando a hacerme daño, quedando prácticamente en una tira pegada a uno de mis muslos, pero el chico dio un último tirón y al fin me las arrancó de cuajo, haciéndome tambalear hasta llegar a empujar al que tenía delante.


Carlos volvió a percatarse de algo, pero no entendía muy bien de que iba todo aquello:


- ¿Que te pasa? - volvió a preguntarme...


- Nada, nada, que he tropezado.- contesté azarosamente.


Aquel tipo había conseguido arrancarme la tanguita y ahora se las iban pasando entre todos y olisqueándolas como gatos en celo.


Yo sentía como el aire fresquito se colaba por debajo de mi vestido, que era la única prenda que llevaba sobre mi piel.


De nuevo aquel muchacho introdujo sus manos bajo mi vestido subiendo por la parte exterior de mis muslos.


- Mmmmmm, qué caderitas, que culo tan suave....


Yo cerraba los ojos y aquella sensación me tenía confundida, parecía todo un sueño, pero era real, demasiado real como para poderlo evitar.




Carlos, por favor, vámonos - le supliqué de nuevo a mi esposo.




Espera un poco, media hora y nos vamos ¿vale?




Es que tengo mucho calor....



No me hacía caso, estaba destinada a caer en las manos de aquellos desconocidos sin desearlo ¿o realmente lo deseaba?


- ¿Tienes calor preciosa? - me decía el tío - Yo voy a apagar ese fuego, verás...


Esta vez sus manos se metieron por la cara interna de mis muslos y comenzó a subir su mano, notaba su calor y su sudorosa mano ascendiendo centímetro a centímetro en mi piel. De pronto noté como uno de sus dedos llegó a mi sexo. Se detuvo, acarició mis ingles lentamente, hasta que su dedo acarició mi húmeda rajita pudiendo captar mi calor. Volvió a mi oído y me dió un pequeño mordisco en el lóbulo de la oreja mientras me susurraba:


- Vaya.... estas caliente, bien caliente y mojada, verás que bien te entra mi dedo....


Se volvió a sus amigos:


- Esta putita esta que se funde....


Su dedo siguió jugando con mis ingles, con mis pelitos y de pronto se introdujo en mi vagina sin apenas dificultad, debía ser su dedo corazón, muy largo por cierto.


Fue inevitable que yo soltara un nuevo suspiro y un gemido casi inaudible.


El vestido se me pegaba por el sudor y con su mano libre seguía palpando mi culo, mi cintura y a continuación volver a restregar sus dedazos entre mis tetas. Yo miraba de reojo a Carlos pero no se daba cuenta de nada, pobrecillo... me estaban metiendo mano de lo lindo y él mirando al tendido como si nada.


El habilidoso dedo de aquel desconocido se introducía una y otra vez en mi ... proporcionándome un gusto tremendo.


- Vaya ... tan estrecho, que rico, que rico... -me repetía una y otra vez al oído.


Dejó de tocarme de repente, por un momento creía que todo había terminado, pero no era así, estaba hablando con sus amigos y preparando alguna otra estratagema. Efectivamente, hizo colocar a sus amigos tapando a Carlos para asegurarse de que no veía nada, además como la gente bailaba y saltaba, tropezábamos una y otra vez y aquello parecía formar parte del tumulto de gente.


El muchacho volvió al ataque pero esta vez no era su mano la que estaba entre mis muslos, era su aliento el que notaba en mi culo, al principio cerré las piernas, pensaba que aquello había ido demasiado lejos y quería detenerlo, al menos en parte, ya que cuando su lengua rozó mis glúteos creí morirme, pero más aún cuando con sus manos separaba mi culo y esa misma lengua exploraba mi agujerito posterior, entonces si que había perdido totalmente los papeles, estaba totalmente entregada. En un abrir y cerrar de ojos aquel chico estaba bajo mis piernas chupándome lo más intimo de mi cuerpo, iba del culo a mi ... una y otra vez, cuando su lengua rozó mi clítoris, un pequeño grito se escapó de mi garganta, afortunadamente parecía sordo, pues en el griterío de la gente apenas nadie lo oyó y mucho menos Carlos que seguía agarrado de mi mano y moviendose al ritmo de la música.


Otra vez aquella maravillosa lengua exploraba mi concha , instintivamente yo abría más mis piernas y la desconocida lengua continuaba jugando con mi clitoris hasta que inevitablemente me vino un orgasmo intenso y maravilloso. Tuve que apoyarme en el de delante que tampoco se enteraba de nada.


El tipo salió de debajo de mi falda y volvió a chuparme en la oreja al tiempo que me decía.


- Mmmmm, que ... más delicioso tienes.... ¿Que tal ? Lo has pasado genial ¿no?, ahora verás que tengo una ... como una piedra, no como la de tu esposo.


Levantó la parte de atras de mi vestido y noté como algo duro y húmedo se metía entre mis muslos, sin duda que el aparato era descomunal. Bajé mi mano libre y le agarré de la punta con mis dedos, comencé a jugar con esa maravilla de ... y la restregaba una y otra vez contra mi sexo. Nuestros jugos se mezclaban y él no dejaba de chuparme y morderme en el cuello. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué había llegado hasta allí..? No podía parar, estaba como una moto.... Estaba recaliente  y deseosa de que aquel potente miembro se introdujera dentro de mi, comencé a masturbarle con mi mano por debajo de mis piernas, notaba como su capullo sobresalía de mis dedos, él hacía movimientos hacia atrás y hacia delante para favorecer la maniobra.


Yo no aguantaba más y él parecía que tampoco.


- Quiero metértela, quiero cojerte, vas a ver como entra un hierro candente en ese agujerito....


La posición casi no lo permitía, ya que los dos estábamos de pie y yo tampoco podía inclinarme mucho hacia delante pues ni había espacio y podía resultar sospechoso para Carlos, en cambio deseaba con todas mis fuerzas que me cojeran, lo necesitaba....


Seguimos jugando, yo con mis dedos acariciaba su glande y los pliegues de la piel de su impresionante ... él me mordía en el cuello y apretaba su pelvis contra mi culo, el contacto de su piel contra la mía era impresionante. Nuestras respiraciones iban en aumento y nuestro gusto también.


El volvió a susurrarme.


- Te la tengo que meter, te tengo que ... aunque sea lo último que haga en mi vida...


Eso me encendía aún más y se me ocurrió la brillante idea de decirle a Carlos:


- Cariño, tengo que ir al baño , no me aguanto...


- ¿Ahora?, pero si no vas a poder llegar, esto está a tope - me contestó.


- Es que no me aguanto...


- Vale, te acompaño.


- No, no, ya voy yo sola, sigue viendo el concierto, así iré corriendo, no te preocupes.


- ¿Sola?


- Si, si, no te preocupes...


Asi fue como me pude librar por un momento de él, estaba fuera de mis cabales, me estaba comportando como una chiquilla pero no me importaba nada ni nadie, quería sentir aquella ... dentro de mí, así que me di la vuelta, tomé de la mano a aquel tío que me había puesto tan caliente y salimos corriendo entre el gentío hacia los baños. Sus amigos nos acompañaron, pues no querían perdérselo.


Nos costó lo suyo abrirnos camino entre tanta gente, pero al fin lo conseguimos, yo estaba como una moto y no me importaban nada los golpes y roces que nos dábamos al pasar entre tanta gente. Al fin llegamos a los baños , los de las chicas estaban completos y había fila, entramos en el servicio de los hombres y tan solo había dos chicos. Mi acompañante les dijo algo que les hizo salir de allí sin rechistar, y sus amigos hicieron guardia en la puerta para que nadie nos molestase. Allí mismo en el centro de aquel maloliente lugar comenzó a meterme mano por todos lados, esta vez sin ningún impedimento y yo naturalmente me dejé hacer. Nos besamos como dos condenados, jugando con nuestras bocas y nuestras lenguas, su mano se metía bajo mi vestido y acariciaba los pelitos de mi pubis, luego su dedo jugaba con mis labios vaginales...


- Cojeme, Cojeme . - le rogué.


Abrimos la puerta de uno de los baños  y a pesar de estar mugriento no me importó lo más mínimo, estaba tan deseosa de ser poseída por aquel extraño que no me importaba nada. El  se bajó los pantalones hasta los tobillos quedando desnudo frente a mi, me encantó ver su torso desnudo y sudoroso, su ... completamente en erección y una cara de vicio fuera de lo normal. Empezó a desabotonarme el vestido, lo hacía con tanta rudeza que me arrancó dos botones, tuve que terminar yo de quitármelo para evitar salir medio desnuda de allí. Lentamente me solté todos los botones de mi pequeño vestido hasta quedarme completamente desnuda frente a aquel desconocido y sus cinco amigos que estaban a las puertas de ese pequeño recinto para no perderse detalle.


- Que buena estas.... que pedazo de cuerpo.... - repetían todos.


El tipo se quedó mirándome de arriba abajo, admirando mi desnudez. Su ... apuntaba al techo y yo la deseaba tener dentro de mi cuanto antes. Le entregué el vestido a uno de sus amigos y me agaché frente a su ... comencé a jugar con ella, la tomé por su base con mi mano y con mi lengua subía y bajaba por su parte externa, él cerraba los ojos y yo le sonreía....


- Como me pones pedazo de ... ...


Sus palabras podían sonar de lo más groseras en otro momento, pero a mí me encantaba oírlas, realmente me sentía como una ... y en ese momento lo era...


Seguí jugando una y otra vez con su erguida ... hasta que me suplicó que me la metiera en la boca, no le hice sufrir mucho más y empecé a hacerle una mamada monumental, aquel enorme instrumento desaparecía dentro de mi boca hasta llegar a mi garganta y mi cabeza subía y bajaba una y otra vez...., de vez en cuando me la sacaba de la boca para observarle y dedicarle una maliciosa sonrisa.


- Sigue , sigue... que te gusta comértela... que bien lo haces....


Seguí un buen rato dale que te pego comiéndome aquel enorme falo, recreándome con él, hasta que el tío se sentó sobre la taza del INODORO  y me dijo:


- Ahora súbete aquí muñeca que vas a ver lo que es tener una ... bien adentro.


Obedecí como una niña buena, me incorporé, me di la vuelta dándole la espalda y abriendo mis piernas todo lo que pude al tiempo que me agarraba a las paredes de ese habitáculo, me senté sobre aquel excitado muchacho, agarré la punta de su miembro con mis dedos y lo orienté hacia mi ... primero lo pasé de arriba abajo por mis labios vaginales y mi cuerpo se estremecía por esa sensación de gusto que no podía detener, de un golpe me senté sobre él sintiendo como se metía centímetro a centímetro dentro de mi. El gusto era increíble...


- Ahhhhh, Dios, que gusto..... - gemía yo.


Empecé a cabalgar sobre aquel poderoso miembro viéndolo desaparecer dentro de mi chochito, parecía increíble que aquello entrase con tanta facilidad, pero yo estaba tan caliente y tan mojada que me entraba de todo.... El chico me apretujaba las tetas mientras su pelvis se movía hacia atrás para luego apretar e intentar atravesarme con su caliente daga. Nuestros cuerpos sudaban, nuestras lenguas se enredaban y nuestros cuerpos se fundían en un magnífico polvo.


- Toma, toma, toma... - repetía una y otra vez mientras me penetraba.


Los músculos de mi vagina se apretaban contra su poderoso miembro y mis manos se aferraban a las paredes, sus amigos nos jaleaban sin parar y se masturbaban delante de mí, la vista era espectacular, ver a cinco tíos delante haciéndose una paja era maravilloso.


El me seguía cojendo con gran maestría, todo su cuerpo se arqueaba, se echaba hacia atrás para volver a clavármela bruscamente...


- Si, si, Cojeme, Cojeme... -gritaba yo.


El espectáculo debía ser increíble y los chicos no se limitaban unicamente a masturbarse, pues comenzaron a acariciar mis muslos, mis tetas, mi ... .. Yo cerraba los ojos e intentaba sentir todas esas caricias que me maravillaban. No pude aguantar más y dando fuertes resoplidos tuve un orgasmo en medio de jadeos y gemidos.


En pocos segundos estaba rodeada por los seis chicos, uno me estaba cojendo y de qué manera, otro me chupaba las tetas, otro los muslos, alguno hasta mis pies... que gozada, que maravilla...


- Uff, ufff... Guaauuuu... - resoplaba el que tenía debajo y que me estaba penetrando hasta las entrañas.


El muchacho seguía en su empeño de destrozarme y vaya si lo hacía bien, sus músculos se tensaban y sus dientes mordían mi cuello, yo miraba hacia abajo para ver desaparecer su preciosa ... dentro de mi ... insaciable.


De pronto frenó en seco, dio una última embestida dentro de mi y se corrió abundantemente dentro de mí mientras repetía una y otra vez:


- Que polvo, que polvo, Dios, que bien cojes.....


Giré mi cabeza y seguí besándole mientras él permanecía inmóvil y sintiendo los últimos coletazos de una larga corrida dentro de mi ... Yo no quería que acabase tan pronto, necesitaba más y más y más, estaba tan caliente que no tenía suficiente con ese polvo.


El me agarró por las axilas y nos separamos al tiempo que les decía a sus amigos:


- ... como coje esta hembra ,...


Ni cortos ni perezosos fueron sentándose uno por uno sobre la taza del inodoro y yo sobre cada uno de ellos para sentir sus grandiosas y juguetonas ... juveniles.


El primero, el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto fueron pasando por la piedra y con cada uno de ellos yo gozaba más y más, me hicieron correrme varias veces, en unos polvos de los más salvajes. Mientras uno me cojeba los otros me acariciaban, me mordían, me besaban, me chupaban por todos lados...


Mi primer acosador y lider del grupo jaleaba a sus amigos:


- Cojerla bien, darle caña, que está necesitada....


Ellos se animaban más y más y al mismo tiempo yo estaba en la gloria, nunca me habían hecho gozar de esa manera.


- No pares, no pares, que esa ... no tiene bastante... - repetía el líder al amigo que yo tenía debajo.


Así terminaron todos bastante agotados, incluída yo, porque a pesar de tener todos los músculos agarrotados y mi sexo más que irritado, quería más y más, ... a lo salvaje como nunca había hecho. En vista de que mis pensamientos parecían ser leídos por mi primer amante, alcanzó a decirme:


- Verás bonita, ahora te voy a meter este pollón por el culo y vas a ver las estrellas...


Me asusté, francamente, ya que apenas lo había intentado una vez con mi esposo y no fue muy gratificante, pero por otro lado quería pasar por ese nuevo reto y ser sodomizada era lo que más deseaba en ese momento, pobre de mí, me había convertido en una muñeca, en un títere de todos aquellos muchachoes.


Me hizo tumbarme boca abajo sobre la taza del inodoro y apoyar mis manos contra la pared, escupió sobre sus dedos y me restregó la saliva por mi estrecho culito, primero un dedo, luego dos y hasta tres, lo que hizo que mi agujerito se dilatara rápidamente.




A continuación colocó su glande entre mis posaderas y empezó a forzar la entrada suavemente, hasta que la cabeza de su enorme miembro entró por completo. Yo chillaba, el dolor era punzante, pero poco a poco mi esfinter se iba relajando, para convertir ese dolor en un gusto que iba en aumento. Él continuó metiendo solo la punta mientras me agarraba por las caderas. Después seguía apretando para que centímetro a centímetro se fuera colando. Mis gritos debían ser ensordecedores, aunque dudo que nadie, aparte de los que estábamos allí, puediera oírlo pues la música del concierto tapaba cualquier otro ruido.


- Bien bonita, ahora vas a ver como te entra toda en ese precioso culo.... - me dijo.


Me agarró fuertemente del pelo, tiró hacia él y de un golpe me acabó de meter todo su aparato en mi dolorido culito. Creo que perdí la noción del tiempo, no sé si incluso llegué a perder el conocimiento, pero de pronto todos mis dolores y escozores desaparecieron para experimentar un gusto que desconocía. Mi espalda se arqueaba y mis caderas se movían al compás para recibir esa daga detrás de mi. De verdad que estaba viendo las estrellas y yo le repetía:


- Sigue ... sigue.... párteme el culo....


Él seguía mis instrucciones y no dejaba de bombear mientras tiraba de mi pelo. Mi vello se ponía de punta y un escalofrío recorría todo mi cuerpo, llegué a no sentir mis dedos, mi cara ardía, era una sensación extraña, pero notaba como se acercaba un orgasmo diferente, empecé a gemir fuertemente, cada vez más fuerte, hasta llegar a gritar, a decir cosas sin sentido, a insultar a todos los que me rodeaban y ese orgasmo me invadió desde la cabeza a los pies... fue increíble. El tipo se corrió dentro de mí casi al mismo tiempo que yo, hasta que sus piernas no le sostuvieron y cayó sobre mi sudorosa espalda.


Sus amigos para no ser menos quisieron probar de aquel manjar y uno por uno me terminaron de destrozar el culo con sus largas, cortas, gruesas y extrechas ...


Me dejaron tirada allí en medio de aquel maloliente lugar, sin ni siquiera despedirse de mi, tan solo riéndose y jactándose de haberse tirado a una tía con toda la facilidad del mundo.


Mi cabeza daba vueltas, me sentía muy mal, sudorosa, sucia por dentro y por fuera, completamente desnuda sobre aquel asqueroso inodoro después de haber sido cojeda y sodomizada con ganas por seis muchachoes, sin haberlo buscado, sin ser premeditado, pero comprendí que había caído en la trampa del placer, sin apenas darme cuenta y por una parte sentía remordimientos, pero por otra recordaba el gusto que había soportado y había merecido la pena, al menos como una experiencia que no voy a olvidar y creo que nunca más podré repetir....


Me puse mi vestido sobre mi desnudo y sucio cuerpo y cuando volví en busca de Carlos, éste ya no estaba, supongo que después de haber tardado más de una hora, estuvo buscándome por los servicios de chicas, pero entre el gentío no podíamos encontrarnos ni yo a él ni el a mi.

Salí a la calle y fui andando con la vista ida, perdida, desorientada, era como si hubiera vivido un terremoto. Hasta que no llegué a casa y me metí en la bañera no me di cuenta de lo que había sucedido realmente...

By cristina_riva@yahoo.com

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25 julio 2013 4 25 /07 /julio /2013 04:04

 

Todo empezó hace tiempo ya he publicado otras experiencias con mi joven sobrino y me siguen pidiendo que continué escribiéndolas  Ya saben m sobrino es  alto bien guapo y su bulto es de lo mejor. Yo de recordarlo e imaginarlo  en mi concha solo con mirarlo me mojaba todita y debía  darme un duchazo con agua fresca pues a veces por la presenci8a de mi esposo no podía ir a la cama con mi querido sobrino...
Cuando llegaban los vienes al salir del cole suele venir a casa , aquel viernes no era para venos pero vendría algo mas temprano por que debía estudiar una cosa y quería que yo le ayude.
Dijo que le parecía bien, que iría a las 4 de la tarde.

Estuve todo el día pensando en el asunto, me puse mi vestido más provocador, de seda, casi transparente, falda ceñida negra, medias y zapato de aguja. Me mojaba solo de pensar lo que iba a pasar en unos minutos. Fue puntual, abrí sonriente y noté que se quedó helado solo de ver lo atractiva que estaba. Pasó y comencé a explicarle sus dudas, me acercaba cada vez más a él y le puse mi mano sobre la suya, nos miramos a los ojos.

 

 Le puse mi mano sobre su pierna. Estaba muy nervioso y me dijo que estaba dispuesto a hacer lo que fuese. Acerqué mis labios a los suyos y nos besamos suavemente.

Nos sentamos en el sofá, a esas alturas mi falda estaba subida de modo que se me veían las braguitas negras. Me acariciaba las piernas y puso su mano sobre mi pecho por encima de la blusa. Nos seguíamos acariciando y besando como desesperados. Estábamos muy calientes. Noté un bulto en su pantalón, su pija rozaba con mis medias, me empezó a tocar las nalgas y todo el cuerpo con sus manos, los senos por encima del corpiño que aprisionaba mis grandes pechos deseosos de explotar.

Manoseaba sobre mi corpiño negro, me acariciaba con timidez, le ayudé con mi mano para darle confianza, mientras uníamos nuestras bocas en un beso húmedo.

Mis pechos son medianos  pero nada caídos, su aureola es rosa rojiza y cubre gran parte de mis senos… con unos pezones que en reposo son grandes y deseables. Pensé que se le salían los ojos. Mi vagina estaba recién afeitada .

Yo estaba en corpiño ,  una tanguita que  apenas cubría mi rayita vaginal y medias negras con liguero. Le dije que esperara que íbamos a mi habitación, estaríamos más cómodos. Le quité los pantalones y la camisa, mientras besaba su cuerpo con cariño, como una caricia. Me tumbé en la cama, subí las piernas despacio, las flexionó, mi vagina, quedaba perfectamente a la vista, la vio y se le salían los ojos de pasión, se mordía los labios, babeaba, miró detenidamente aquella vagina, sus labios eran grandes, muy grandes, rosados, húmedos.

Se acercó a oler porque el olor que de ella emanaba se podía percibir perfectamente en el ambiente.

Mis jugos empezaban a escurrirse por mi entre pierna, puso su lengua allí, la movía despacio, me iba a matar de placer, cerré los ojos y acerqué su cabeza más a mi vagina húmeda, le crucé las piernas detrás de su cabeza, no se podía escapar, quería más, más placer.

Mi clítoris se podía ver a simple vista, siempre lo he tenido muy prominente en plena excitación. Creo que se sorprendió de su tamaño, lo tocaba con la lengua, lo succionaba, no pude más, tuve un fuerte orgasmo, me pude a gritar como una loca, se asustó un poco, pero seguía chupando, lamiendo, mamando.

De repente se incorporó, se arrodilló en la cama, levantó bien mi culo. Le dije que me acariciara y si quería era todo suyo.

La vista era impresionante, aquel culo marrón y grande latía, los labios de la vagina le colgaban, y ya su color era púrpura.

El me tomó de la cabeza y me puso su pija en la boca y me empezó a pasar los dedos por mi concha y me dijo -TIA pero si ya estas mojadita- no aguante mas y me empecé a balancear y mover ,mientras susurraba su nombre y gemía, me chupó las tetas estaba en el paraíso siendo poseída por mi joven sobrino otra vez.
Me le subí y me metí todo ese fierro duro y caliente de joven semental,  que tenia mientras el me seguía mamando las tetas y jugaba con su dedo en la entrada de mi culo y sin pensarlo me lo metió yo apreté el culo y le dije que no

Él lo sacó me tiró a la cama y me levantó las piernas para seguir dándome fierro y me hizo alcanzar un enorme  orgasmo

Me sacó su pija y me dijo -TIA LO QUIERO HACER POR TU CULITO- le dije que no ,él se sonrió y me dijo VAMOS TIA ya se que te gusta ,TE VA A GUSTAR  mas ahora YA LO VERAS me puso en 4 patas y me empezó a meter la lengua me sentía incomoda.

Luego  empezó a bajar y me lamía desde mi concha hasta el culo sentía que se me aflojaba el culito y me metió un dedo y después otro no aguante y le dije que haga lo que tenga que hacer. Mojo su MIEMBRO y me puso la cabeza en mi culo estrecho y pego un empujón suave y no soporte -HAYYYYY - me lo saque de un salto - NO

 

cIMP.jpg

 

 

PUEDO MIJO NO POR FAVOR PIDEME OTRA COSA PERO ESO NO - el me dijo que quería comerse mi culo y me dio una almohada para que la mordiera y lo intento de nuevo pero esta vez fue salvaje me puso su PIJA en el culo suave como para que no me asustara y me tomo de la cintura fuerte y de un solo empujón me lo metió todo - HAYYYYYYYY  UHMMSS SII QUE RICO - y el empezó a meterme el dedo en mi concha a besarme el cuello a pasarme su lengua por la oreja y el placer era inmenso , me apretaba duro las tetas como si me las quisiera arrancar y mi culo se dilató tanto que ya entraba su buena poronga larga y gruesa sin dificulta, yo  no sentía dolor

Me imaginaba  aquel fierro metido en mi culo sentía como sus pelotas chocaban con mi concha parecía un jinete experto montado en su yegua y de momento sentí un apretón duro en mi cintura y una mordida en mi espalda seguido de un chorro de leche caliente adentro de culo que delicia me saco su pene y sentí como se me salía su leche de mi agujero no me podía sentar sentía mi culo partido y el me dijo - QUE RICO TIA QUE CULO MAS RICO Y AHORA ES MIO VERDAD -- SI MI AMOR si soy tuya..

by casadaimprudente@yahoo.com

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25 julio 2013 4 25 /07 /julio /2013 02:40

Desde que me preguntaron cúal había sido mi experiencia mas fascinante empecé a recordar todas las  aventuras que me  habían ocurrido durante mis años de infidelidad . Siempre había deseado tener un hombre que me enseñara el verdadero placer de la entrega, que me condujera por todos los caminos del placer y quizás de la sumisión y la entrega, que descubriera mis deseos más ocultos, pero nunca había creído que lo encontraría. Los hombres que me tuvieron anteriormente me hicieron el amor y después de poco tiempo desaparecieron. Pero entonces él había aparecido y desde entonces yo había obedecido cada una de sus órdenes y disfrutado de todo lo que sexual y emocionalmente quiso imponerme.

 

Lo conocí en un foro, como los que suelo publicar mis aventuras, era un hombre maduro , fuerte, de vos gruesa , muy varonil.

Ya cuando leí sus email y veía en imágenes su hermosa pija, yo me quedaba entregada y le obedecía.

 

Cada vez que salíamos era una nueva sorpresa pues descubría en mi nuevos matices de mi sexualidad que con seguridad no había llegado a descubrir anteriormente en mis relaciones con otros hombres. Al cabo de unas semanas, mi mayor deseo era salir con él. Entregarle tanto placer y sumisión como pudiese desear de mí. También sabía que en las citas con él sólo haría lo que él quisiera y sentiría lo que él deseara hacerme sentir. Hasta me hacía exponer como nadie frente ami esposo, haciéndome poner faldas muy breves, muy diminutas , para salir. También me hacía poner blusas y vestidos muy escotados y salir sin brasieer como el denominaba a los corpiños.  

Ni que hablar que me hacía estar todo el tiempo que fuera necesario a su disposición llegando siempre muy tarde a casa yo faltando toda la noche.

 

Recuerdo un día que mi cuerpo se puso en tensión cuando entramos al cuarto del hotel. Del auto había bajado bebidas alcohólicas y una pequeña mochila que tenía un látigo de cuero, unas pinzas para pezones, un pene de látex, un vibrador para clítoris y dos tapones anales. El primer tapón era más bien corto pero ancho. Cuando lo vi por primera vez me pareció muy grande como para caber en mi ano. El otro, no era tan ancho como el primero pero sí más largo.

Mi respiración se aceleró a medida que intuía todo lo que me iba a hacer. Comenzó diciendo que me tomara un gran trago de whisky y me sentara en el borde de la cama. Luego me quitó la ropa interior.

Me subió  por detrás la falda hasta permitir que mis nalgas desnudas descansaran directamente sobre la sábana. De acuerdo a instrucciones previas a nuestra cita, me había ordenado que me metiera en la concha un juego de bolas chinas y era por eso que la argolla que permitía extraerlas colgaba entre mis piernas, enfundadas en medias negras sujetas por ligas . Me puso un collar de cuero negro con taches plateados y cadena, como de perra, alrededor de mi cuello. Se acercó y me sacó un pezón metiendo los dedos por dentro del corpiño. Me lo mordió suavemente, como si la hiciese sólo para recordarme que tenía dueño. Luego me sacó y me mordió el otro pezón. Mientras tanto sus manos jugueteaban con la argolla de las bolas chinas o acariciaban mis muslos. Las caricias eran cortas y siempre me dejaba con ganas de más.

Sin previo aviso se paró frente a mí y me dijo": No eres nada más que una gran puta y te voy a tratar como lo que eres. Estás aquí porque decidiste ser mi esclava ¿Te quedó claro?" Su tono de voz sonaba enérgico.

 

Me sentí muy contenta al escucharlo y dije casi automáticamente- "Sí, mi señor". Me puso la mano en la frente y me empujó suavemente hacia atrás hasta hacerme caer sobre la cama. "Sube las piernas y levanta las nalgas". Cuando lo hice abrió mis piernas y de un solo golpe me sacó las bolas chinas que traía en mi concha desde que salí de mi casa.

Como estaba caliente  y tenía la concha muy húmeda, las bolas salieron sin ningún problema pero la sorpresa hizo que lanzará un grito. Su pija  el lugar que las bolas acababan de dejar vacío. Me la metía con fuerza, la volvía a sacar y luego me la pasaba por la boca para que se la limpiara. Abrí la boca para permitir que entrara su pija y la chupé para recoger mi humedad con la lengua. Repitió el movimiento una y otra vez, hablando junto a mi oído, mientras seguía haciéndome chupar su pija untada con mis jugos. – "Estás empapada,puta crece que estás muy caliente , puta! No eres más que una ramera viciosa tragona de leche , esas palabras y su mirabame enloquecía, me hipnotizaba. Me concentré en el ritmo que marcaba el movimiento de su verga. Arqueaba las caderas tratando de meter ese verga todo lo posible dentro de mí, apretando los músculos de la vagina para sentirla más.

 Perra.jpg

Saboreaba el líquido tibio de mi sexo llenando toda mi boca. Una y otra vez me metía su verga untada en mi boca. Me excitaba más y más. El simple movimiento de su pija entrando y saliendo de mi concha me causaba un deseo creciente, un deseo que aumentaba por momentos y que no parecía que me colmara. De pronto se detuvo y, me dejó jadeando, recostada sobre la cama. Empezaba a preguntarme qué iba a pasar a continuación cuando empezó a atarme los tobillos y las muñecas a la cama. Me abrió las piernas tanto como pudo quedando mi concha y mi ano completamente a su disposición. Con las piernas atadas a la cama y los brazos a su espaldar, mis movimientos quedaban limitados de forma drástica. Esparció una espuma sobre mi pubis y entonces descubrí sus intenciones. Iba a rasurarme. Era algo que yo había querido hacer, pero él me lo había prohibido expresamente. Ahora sabía por qué. A ciegas y sin posibilidad de moverme, mi temor por la cuchilla me sobrecogió. Contuve la respiración con la primera pasada del metal sobre la parte más sensible de mi cuerpo. Respiré profundamente cuando la cuchilla terminó su recorrido. Me llevó unos minutos acostumbrarme a la sensación del metal en mi piel. Mi cuerpo se paralizaba cada vez que iniciaba una nueva pasada, esperando cada vez que su mano resbalara por cualquier motivo. Cuando pensé que por fin había acabado volvió a cubrirme de espuma y aplicó la cuchilla de nuevo. Me recorría una y otra vez y en cada una de ellas me estremecía. Permanecí inmóvil hasta que por fin sentí una toalla húmeda y tibia limpiándome la espuma que tenía en mi vulva y piernas.

Se apartó un poco de mí y me desató las manos mientras me ordenó: "Mastúrbate,puta, viciosa,ramera . Quiero ver cómo te mueves". La idea no tardó en entrar en mi cabeza. Encogí los hombros mientras movía los brazos hacia delante, disfrutando de un relativo sentimiento de libertad. Coloqué las dos manos sobre mi vientre. Una subió buscando mis pezones, mientras la otra exploraba la sensación de mi sexo recién depilado. Estaba mojada y me sentía supremamente caliente . Mi piel se mantenía fría. Supuse que debía ser por la espuma y me dediqué a disfrutar del recorrido de mis dedos sobre el clítoris. Gemí. Mis pezones estaban duros, los acaricié suavemente y empecé a retorcerme sobre la cama. Los gemidos eran cada vez más continuos y mis dedos en mi clítoris se movían cada vez más rápido. Sólo las cuerdas que me sujetaban los tobillos, manteniéndome completamente abierta me recordaban mi situación de completa indefensión. Estaba muy cerca del orgasmo, y cuanto más excitada me sentía más difícil me parecía poder cumplir su orden: "No tienes permiso para correrte,viciosa,infiel, puta. Pero te quiero ver actuando como la puta que eres." Su voz sonaba muy cerca de mí. Creí sentir su aliento contra mi mejilla, pero no estaba segura. Instintivamente, mis hombros se echaron hacia atrás. Me arqueé levantando los pechos, tratando de abrir las piernas un poco más para que me viera bien y me deseara más. Quería sentir sus manos sobre mí, que me rozara con sus labios, pero no me atrevía a pedirlo. Me esforcé en tratar de que mis movimientos fueran más pausados, tratando de evitar un orgasmo inminente. Sabía que no podía correrme, pero también era consciente de que estaba llegando a ese punto en el que el roce más suave podía desencadenar una corrida copiosa. Empecé a desesperarme, deseando que me ordenase parar… o correrme… o algo. Cualquier cosa mejor que seguir como estaba en aquel momento. No pude contener un estremecimiento de placer. ¿Qué me haría si me corría sin su permiso? ¿Cómo me castigaría?

 

La incógnita sobre el castigo que me impondría me excitaba. Casi deseé correrme, disfrutar de mi orgasmo y descubrir el castigo que me impondría. Gozarlo o sufrirlo por fin en mis propias carnes y no tener que seguir torturándome con la incógnita. Apreté los dientes para contener un grito. Al momento, uno de sus dedos me acarició los labios. " La boca abierta, puta. Nunca debes cerrarla delante de tu dueño". Besé su dedo y enseguida mis labios se entreabrieron con un jadeo. No iba a poder aguantar sin correrme, estaba segura. Acarició mis labios y poco a poco su dedo fue entrando en mi boca. Rozó los dientes y la lengua. Lo toqué delicadamente con la punta de la lengua y le proporcioné largas y suaves caricias en los dedos, en las axilas, en las tetillas y en el ombligo, tratando de demostrarle lo mucho que me alegraba que me dominara. Mis caricias en el clítoris se hicieron más lentas y empecé a desviarlas discretamente hacia la vagina. Trataba de retrasar el placer todo lo posible, pero me sentía tan arrecha que no admitía la más mínima presión sin romperse. Y de pronto todo aquello cesó. El dedo salió de mi boca y, con un movimiento brusco, me quitó las manos de mi clítoris. Sentí una gran frustración. Respire hondo, tratando de relajarme, de tranquilizarme lo suficiente para volver a prestar atención a lo que pasaba a mi alrededor.

 

Mi señor le dio de pronto un tirón a una de las cuerdas que me sujetaban a la cama me hizo reaccionar. Estaba desatando mis tobillos. Sentí sus manos en mis caderas y la falda se deslizó suavemente hasta el suelo. Me hizo poner de pie, abrir bien las piernas e inclinarme hacia adelante. Múltiples posibilidades cruzaban mi mente, cada una más preocupante que la anterior, más atractiva, más deseable. Un azote cruzó mis nalgas. Fue un golpe rápido, duro, no especialmente doloroso, pero lo suficiente severo como para hacerme volver a la realidad. Luego se acercó por detrás y noté como algo frío en mi ano. Era como una crema que untó sobre mi agujerito y luego empezó a meterme un dedo. La sensación me gustaba. Era mi amo penetrándome, aunque sólo fuese con un dedo en mi culo. Después fueron dos dedos que salían y entraban ayudados por el lubricante, abriéndome más el culo. Pronto salió de mí, y su lugar lo ocupó algo rígido.Yo que jamás le había entregado el ano a mi marido se lo daba a él, mi macho, mi dueño.Tardé en darme de que era el tapón largo y estrecho, pero como estaba bien lubricada no me preocupé. Apenas sentía una pequeña molestia. Me relajé. "Aprieta el culo. Si se te cae el tapón, me veré obligado a castigarte, y eso te va a doler". Su voz era firme.

"No lo dejaré salir, mi señor".

 

Parecía sencillo y estaba decidida a no fallarle. Una repentina presión en mi pezón derecho me obligó a gemir. La presión era intensa y continua. Me había colocado una pinza. Me tensé esperando la segunda. Cuando lo hizo estaba preparada para el dolor, pero no contaba con que las pinzas estaban unidas entre sí por una delgada cadena. La sujetó y dio un tirón seco. Sentí como si me arrancara los pezones. Grité. Sus manos me acariciaron los pechos y aliviaron el dolor. De pronto sentí como si el tapón que tenía en el culo se saliera un par de centímetros. Creo que mientras estaba concentrada en las pinzas se había salido más de lo que yo pensaba. Me di cuenta de que el problema era que estaba demasiado lubricada y el tapón no era muy grueso y de paredes lisas. El pánico me invadió. Resbalaba sin que yo pudiese evitarlo. Me estremecí y el tapón se salió del ano un poco más. El se puso a jugar con la cadena que unía las pinzas. Daba tirones fuertes, suaves, largos y cortos. Primero halaba de un lado, luego del otro, y a veces de ambos lados, de forma impredecible. El dolor era mucho menor ahora. Mis pezones empezaban a acostumbrarse a las pinzas y la sensación intensa del principio solo molestaba con los tirones más fuertes. El tapón se salió un poco más de mi culo y en un impulso reflejo apreté las nalgas tratando de retenerlo. Otra vez el esfuerzo fue en vano. El pánico me invadió y contraje el esfínter más y más mientras el tapón se deslizó irremediablemente hasta caer al suelo. Esta vez, el tirón de las pinzas me hizo gritar de sorpresa y de dolor. –"¿Se te ha caído?"- su voz me pareció fría, y amenazadora. "No tuve la culpa, papito. Pero, castígueme como quiera." "Arrodíllate perra". Su voz sonó directamente detrás de mí, pero algo alejada, como si se hubiera apartado para ver mejor cómo le obedecía. Doblé las rodillas y luego me incliné hacia delante, quedando totalmente postrada, apoyada sólo en las rodillas y la frente, con las manos hacia adelante totalmente humillada y con las caderas levantadas quedando todo mi sexo expuesto a los deseos de mi amo. Arrodillada, me dijo que abriera bien las piernas. Estaba casi segura de que iba a  cojerme de atrás. Efectivamente me metió su pija por el culo, suavemente pero con empujones firmes y lentos. El ligero dolor que sentí mientras empezaba a penetrarme desapareció en pocos minutos. Luego, el golpeteo de sus huevos contra mi concha y sus idas y venidas dentro de mí se volvieron sorprendentemente placenteras y con las manos me abría las nalgas para que penetrara más adentro. Cada embestida llegaba un poco más adentro que la anterior y me arranca un nuevo gemido. Mi cuerpo se contorsionaba tratando de intensificar el contacto, de meterme toda esa verga caliente que sentía detrás de mí y que me producía tanto placer. Seguía el ritmo que él me marcaba. . "Ahora sí, perra. Ahora ese desobediente culito tuyo va a recibir el castigo que se merece". Él apoyó algo frío contra mi ano y empezó a presionar. En el primer momento pensé que era el mismo tapón que me había metido al principio, pero a medida que seguía empujando me di cuenta de que estaba equivocada. Era demasiado ancho, y a pesar de que ya no estaba tan cerrada como al principio, estaba costándole entrar. Recordé el otro tapón anal y supe que era eso lo que estaba penetrándome. Lo había visto en su maletín y me había preguntado qué sentiría cuando lo tuviera dentro. Ahora mi señor estaba empujándolo dentro de mí. Al principio, la sensación no resultaba desagradable. Notaba cómo iba entrando, con una presión lenta y constante. Me sentía cada vez un poco más llena, algo más abierta con cada embestida. Mis gemidos también se volvían cada vez más intensos a medida que el tapón iba entrando. De pronto, la presión cesó y algo azotó con fuerza mi nalga derecha. Fue un golpe seco, duro, pero no especialmente fuerte. Mi señor estaba usando el látigo de cuero, otro de los juguetes que había traído. Apreté los dientes mientras ahogaba un gemido y recibía un segundo azote en la nalga izquierda. La azotaina continuó durante un buen rato.

Cada nuevo golpe me picaba. Escocía cada vez más, a pesar de que la intensidad de los golpes se mantenía constante y no eran demasiado fuertes.

Entonces cuando yo ya entraba en un gran orgasmo, mi señor me metió su verga en la vagina sin preservativo y sin sacarme el tapón anal.

Y empezó a  moverse simultáneamente haciéndome arrancar el mayor placer que hombre alguno me hubiese hecho alcanzar .

Y así el luego de un descanso volva a atarme a la cama y empezaba a torturarme dulcemente despacio mientras me pasaba su verga por toda mi piel…

by

lagatapaga@yahoo.com

…besis a todos.

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19 julio 2013 5 19 /07 /julio /2013 07:02

En el ascensor camino a la oficina alter time , me levantó la falda poco a poco. Hasta llegar a mi tesoro mas intimo y me tocó con las yemas de mis dedos la rajita por encima de  mi tanguita

No sabes como me humedecí, el ascensor llegó a su destino y salimos , allí sobre pared del pasillo me acorraló y me  apretó contra él haciéndome sentir su virilidad  , él sintiendo como mis pechos duros , me presiona hacerme casi daño, su boca esta en mi  cuello pasando la lengua por mis sensibles oídos y bajando hasta mi maravilloso escote, sus manos se meten en el interior de  mi tanguita y notó como estaba húmeda de la excitación, me las baja despacito hasta que caen a mis tobillos, se pone de rodilla y  su boca busca el suave aroma de mis fluidos vaginales, pasa su lengua por allí y  me hace temblar al sentir el calor y el placer que me produce, no puedo evitar un gemido contenido, su lengua sigue subiendo hasta encontrarse con mi clítoris y se produce un terremoto en mi cuerpo, me estremezco de puro placer, no sé dónde agarrarme y  tomo el pelo apretando su cabeza hacia mi interior para que el contacto de su lengua sea más profundo y placentero, siento y no tengo fuerzas para mantenerte en pie, mis sentidos se nublan, pierdo la razón, solo siento placer, grito, gimo, grito, susurro , gimo, tiemblo.

 

El orgasmo fue tremendo, hermoso, profundo, tiemblo de los pies a la cabeza, necesité apoyarme en él  para no caer al suelo porque no me mantenían  los pies,  mi respiración acelerada no da a bastos para  tomar aire, él se levanta y me abraza con dulzura y mucho cariño y dejo que poco a poco te vayas tranquilizando.

 

Me ayuda a recomponer la ropa y  me agarra  de la mano y me lleva por el pasillo hasta su despacho ,que está al fondo del mismo, abre la puerta y entramos, ahora somos cómplices de nuestro propio deseo. Yo me tiro a sus brazos y me besa en los labios con una pasión desconocida, me devora con su lengua, me quita la ropa con desesperación, la camisa desaparece por arte de magia, mi falda cae por su propio peso, se quita el pantalón y aparece ante mi el excitado miembro, no espero nada y me lo meto en la boca, necesitaba sentir su sabor, me da vida, lo quiero para mi sola, como si mi vida fuese en ello, el nota que veo que estoy llegando está por llegar al éxtasis. Yo quiero seguir , me lleva al escritorio, se tira sobre mi , levanta mis piernas sobre sus hombros y  su miembro sexo roza mi concha húmeda, pego un suspiro  al notar su cabeza en la entrada de mi cueva, espero ansiosa la penetración pero no ocurre, su pene empieza a deslizarse de arriba hacia bajo una y otra vez, yo no puedo aguantar más y llego al extásis por segunda vez, gimo, susurro, tiemblo, mmmmmm,  Rodrigo , pronuncio su nombre con dulzura, amor y en ese momento noto como me entras u pija , noto como se abre camino en mi interior, como toca todas las paredes de mi vagina, el calor de su excitado pene llega a mi  útero, la punta hace presión en él y desesperada por tanto placer me vuelve a venir otro maravilloso orgasmo.

 

No puedo respirar, me falta oxigeno, pero no quiero que esto se acabe, cierro los ojos y trato de recuperar el aliento pero l no me afloja, me levanta del escritorio y me da la vuelta, dejando mi culito de tal manera que lo tiene  a la altura de su verga .

 

Con la humedad de mi vagina el culito lo tengo  lubricado, su pene esta húmedo y se acerca para que sienta la punta en la entrada, voy notando como mi esfínter se va dilatando, no siento dolor, estoy demasiado excitada para ello y va entrando en mi,,gozo, imploro, gimo,  gozo por tanto placer, es demasiado intenso.

Dios, grito como es posible sentir tanto sin morir.

 

Entra hasta el final, me siento llena, no se qué hacer si gritar, llorar, es demasiado placer empieza a moverse, delante, detrás, delante, detrás, pierdo el sentido de las cosas, ya no me importa nada solo sentir placer, siento como las lagrimas se escapan de mis ojos, como mi  lengua se seca, todo mi cuerpo esta electrizado, sus manos acarician mi espalda y me siento morir, su pija en mi interior, sus manos tocando mi espalda, mis  pechos sobre el escritorio, demasiadas sensaciones diferentes me hacen llegar de nuevo al cuarto orgasmo es mucho más intenso que los anteriores, su mano pasa por debajo de mi  cuerpo para apoderarse de mi hinchado clítoris acrecentando el placer hasta un extremo que no puedo ya soportar, mi  cabeza me implora que pare, mi cuerpo que continue, dios mío, todo explota en  mi interior, un maravilloso mundo de sensaciones.

 

En ese momento yo me  anuncia que su torrente explotará  , siento como se estremece dentro de mi, siento  sus temblores, sus contracciones y su semen caliente entra en contacto en mi interior, esas sensaciones me vuelven loca, no lo puedo evitar y viene el quinto orgasmo, nos venimos juntos el calor de nuestros cuerpos nos quema el placer se funde en uno solo, no puedo respirar, siento mi cuerpo pegado al de él y no quiero  que se separe, me agarras con sus manos para que no salir de dentro de mi, le pido que se quede quieto, es demasiado lo que siento, el mas mínimo movimiento me produce temblores.

Poco a poco me recupero, voy sintiendo como vuelvo a ser Sandra, nuevamente  , lo dejo salir de mi, me  doy  la vuelta y  lo miro a los ojos, aun no puedo creer lo que he vivido, lo beso en los labios con dulzura, pasión y cariño. Él pasa sus  dedos por mis mejillas , estoy aun temblando, me abraza con fuerzas, yo le acaricio el pelo,  le beso en la frente, me toca la espalda con sus dedos. Me visto, pero aun estoy  confusa, acalorada, me pregunto  que me  ha pasado.

 

Salimos de la oficina y volvemos al ascensor, mientras bajamos me mira a los ojos y sonríó tímida, sin pronunciar palabras, salimos a la calle y me  voy  directamente a su  coche, el va detrás de mi, me acompaña pero no me toma de la mano ni me da un beso, alguien puede vernos ,  es nuestro secreto, debemos guardarlo para nosotros, nadie debes saber que una mujer casada ha estado con su supervisor, que me he sentido viva de nuevo. Y me lleva a casa , me deja a dos cuadras ,cerca pero no tanto para no despertar sospechas

 

BY  lagatapaga@yahoo.com

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17 julio 2013 3 17 /07 /julio /2013 18:19

Estaba caliente me puse un jean bien, ajustadito marcando culito, me puse mis botas altas de tacón para resaltar más mis piernas y mis muslos bien contorneados y arriba me puse un escote que no era escote, era como llevar un bikini, me tapaba lo justo y enseñaba lo necesario… mis pezones  sobresalían en lo breteles  del escote…solo verme en el espejo ya me excitaba porque sabía que iba a provocar a más de uno…uuummmmm…os tengo que confesar, que los hombres me miren, me encanta, me vuelve loca poder provocar las miradas de los hombres, esas miradas que te comen y te desnudan…me hacen sentir bien y me excitan…

Mis compañeros de oficina hacían un after ofice en un resto-pub cercano ,llegué sola al sitio donde ya estaban todos sentados…justamente solo quedaba un sitio y era en la esquina al lado de Roque…sonreí y lo miré…no me había quitado la campera todavía cuando me dijo:

-Por favor, dime que no llevas escote si no quieres que me dé un paro cardíaco…

Mi contestación:

-Entonces mejor no me siento a tu lado…porque tendrás que ir de urgencias.

Me sonrió, todo era broma como siempre hablamos en el trabajo, así que me senté a su lado y me quité la chaqueta, cuando me la quité, al principio pasé apuros, todos los camareros centraron sus miradas en mi y el resto de hombres de las otras meses noté que también centraron sus miradas en mis tetas…eso me puso nerviosa y a la vez ya estaba excitada…Bufff…Roque me dijo al oído:

-Hoy estas muy audaz  pero me gusta que lo hayas hecho, tienes unas tetas preciosas…

Eso me puso a mí a cien y de hecho creo que a él si le puse a cien porque le puse mi mano muy cerca de su palo, rozándole y noté un bulto enorme…Empezamos a beber vino y picar alguna comida , la cosa se iba calentando, él cada vez estaba más encima mío haciendo bromas y rozándome las tetas, tomándome por el cuello, hablándome muy cerca de mi boca, mi miraba mis labios carnosos con ojos de lobo…

En algún momento él me puso sus manos en mis piernas tonteando…se acercó mucho a mi sexo que estaba caliente, caliente…estaba ansioso…me puso una rosa entre mis tetas y me la quitó con la boca…bufff…eso me puso todavía más caliente porque me rozó con sus labios mi piel suave de mis tetas…

-Te las voy a comer cuando pueda, que lo sepas…

Eso me decía y yo le dije:

-No digas lo que nos os capaz de cumplir  

Yo lo provocaba pero había un problema, él sabe que soy casada y nose atreve a dar el salto y todos los compañeros de la oficina lo saben, así que nosotros no podíamos hacer mucho el tonto delante de ellos porque sería un problema para mi  …la situación de prohibición también me excitaba…el hecho de provocarle, ponerlo taquicárdico, incitarle a tocarme pero él no poder porque había gente que nos veía…jijijiji…me decía:

-Traviesa, me vuelves loco …

Mientras tanto, también veía a otros que valían la pena y Roque me provocaba. Cuando íbamos por la calle…algún que otro hombre  me decía cosas y era curioso porque sin darme cuenta tenía a Roque a mi ladito…jijiji…eso me gustaba…y me decía a la oreja:

-Como los pones a todos, no son los únicos que están locos por ti…

Me tenía caliente y ansiosa por besarlo y probarlo…bufff…

Al final fuimos dispersándonos y entramos en una discoteca  íbamos bastante bebidos y perdiendo el control y el sentido de todo…en donde nos colocamos todos para bailar, había un grupo de hombres que no dejaban hablar y mirar señalándome, no se cortaban ni un pelo, así que decidí acercarme y presentarme .

Me  rodearon y sin quitar la mirada de mi escote, de mis tetazas, me empezaron a coger para bailar y me cogían de la cinturita que tengo y yo levantaba los brazos para que me cogieran de más arriba y así ellos poder rozarme los pechos…miraba a Roque de reojo que estaba más atrás con el resto de mis compañeros…y estaba con cara de rabia, celos, pero me guiñaba el ojo como diciendo que estaba formidable entre todos esos chicos…uuummmmm…me excitó…Uno de esos chicos me dijo:

-Te gusta exhibirte, ¿verdad? Porque tienes un morbo y un cuerpo estupendo, te mueves de una manera que en la cama tienes que volver loco…

Le contesté: -En la cama y en cualquier sitio puedo moverme mejor que en la pista…¿porque no empiezas por besarme y hacerme mover para que tú lo puedas comprobar?

Y no se lo pensó dos veces…uuummmmm…¡como me besó!…me puso su mano en mi culo y la apretó…me sentí completamente apretada junto a él…mis pechos no le dejaban respirar y su bulto no dejaba de crecer rozándose junto a mi conchita…ufff…nos pusimos los dos muy excitados …y el resto estaba ahí, rodeándonos y a más de uno ví ponerse y tocarse bien sus bultos…¡que duros los tenían todos! Me besé, me toqué, me rocé…le palpé el bulto y él a mí me acarició de arriba abajo…hasta que mis compañeros me llamaron y tuve que despedirme… pero lo hice con un buen lengüetazo y una buena apretada en su paquete…y me dijo al oído:

-Tendrían que haber más chicas como tú, preciosa …caliente

¡Me dijocaliente ! Eso me excitó más porque tenía razón y se había dado ¡cuenta! Así que me fui a despedir de los demás amigos de él y a cada uno de ellos los despedí con un beso en la boca…se lo merecían…a más de uno les rocé el palo por gusto y lo tenían que se les salía del pantalón, ¡guauuu! Me fui súper contenta y excitada…uummmmm…

Algunos de mis compañeros ya se iban para casa …pero yo no quería irme…sabía que todavía me faltaba por probar el premio gordo de esa noche…a Roque…y él tampoco quería irse…así que entre unas cosas y otras…nos escapamos de la discoteca…estaba nerviosa y excitada por lo que iba a pasar…

Me llevó a una plaza donde apenas había y pasaba gente…uummmmm…yo ya estaba mojada…me notaba mi  vagina completamente húmeda…a punto para ser degustada por él…y él tenía el palo que se le salía…lo notaba…

Me dijo:

-¿Aquí te parece que podemos tener intimidad suficiente? Porque te quiero probar toda, me muero por probar tu jugosa conchita, y me vuelve loco las ganas de comerte esas tetazas que tienes…madre…

Le dije:

-Me parece bien aquí como en medio pero empieza ya porque estoy demasiado excitada y no aguanto!

Nos sentamos en un banco…primero se sentó él…y yo me puse encima suyo…me desabrochó el pantalón mientras me sacó las tetas fuera del escote y me las comía, les pegaba mordisquitos a mis pezones, estaba caliente como una perra en celo…me sentía la más puta ahí en medio de la plaza…mientras me las comía…empezó a introducir sus dedos por debajo de mis braguitas…notó que estaba chorreando y me dijo:

-Nadie antes estaba tan caliente y tan mojada por mí…que perra que eres…como te quiero comer entera…bufff…

Cada vez que me hablaba así…yo más mojada me ponía…y ya no podía más…me separé un poco hacia atrás…y ví que el pantalón lo llevaba algo manchado…se le había escapado ya algo de semen de lo caliente que iba él…sin tocarle todavía…buff…ñam, ñam le bajé la cremallera de sus pantalones…no hizo casi falta ni sacarla porque la tenía tan dura que fue levantar el calzoncillo y salirse sola…uummmmm…que palo más delicioso tenía…uummmmm…no era un palo muy largo pero tenía una anchura muy apetitosa…se la empecé a tocar con mi mano…de la anchura que tenía no podía cerrar la mano con su polla en ella…bufff..Me entraron ganas de agacharme y chupársela…y así lo hice…uummmmm…

-No hagas eso porqué puede pasar gente y se nota demasiado (yo ya estaba agachada cuando acabó de decir eso)… sigue, sigue no pares ahora…que puta eres…

Yo no podía hablar, tenía su pija  en mi boca, que delicia, uummm, no paraba de lamerla y comerla, uufff…hasta que él me subió porque me quería comer mis tetas … quería besarme … y así le dejé hacer…estaba yo casi curvada…del placer…él me aguantaba por la cintura, mientras me comía y me mordía las tetas … bufff…puse mis manos en sus rodillas…y así él quedó libre de manos para introducir sus dedos otra vez en mi sexo…en mi sexo que estaba tan húmedo que no tuvo problemas en metérmelos…empecé a gemir y gemir y le agarré de su polla y como una perra en celo se la empecé a menear hasta que se corrió del gusto y esperó al notar que yo me corría otra vez a la vez con él…

Creó que pasó gente…algún que otro borracho también pero ni nos dimos cuenta…la excitación de ese momento nos dio todo igual…

La próxima vez que ocurra…os contaré si gustan detalles

lagatapaga@yahoo.com

 

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8 julio 2013 1 08 /07 /julio /2013 00:56



Mi esposa, mujer de 37 años de edad, poderosamente sensual, coqueta y de excelente cuerpo. Es de mediana de estatura (1.69 m) pero con unas curvas más que perfectas para satisfacer la mirada de cualquier hombre, tiene un cuerpo curvilíneo, delineado y sabe moverse , con sus bamboleantes caderas  . El vaivén de las caderas de  mi esposa la exposición orgullosa de sus senos bajo escotes atrevidos y su coquetería natural, resulta ser el símbolo más femenino de ella.
Elina, siendo una mujer deliciosamente atractiva, despertó desde el noviazgo, un deseo sexual en mí, que incluso podría rayar en lo lujurioso, ya que su cuerpo me incitó a desearlo y verlo lucir tras ropas atractivas en un principio y cada día más, recortar el tamaño de la misma hasta casi desear verla exuberantemente provocativa: minifaldas, escotes, zapatillas altas, tanguitas, y prácticamente prohibirle usar corpiños y medias en sus piernas, de forma tal que al usar minifaldas, sienta la libertad de no traer nada debajo que le limite la visión de sus prendas íntimas.

Elina se acostumbró a vestir de esa forma y además al salir conmigo a distintos lugares, ha visto que es normal ver a varias mujeres vestidas así, lo que provocó que hasta ella, busque la manera de vestir más atrevida que otras mujeres.

El morbo de verla más atrevida y hasta exhibirse entre la gente nació desde un día que la vi sentada, frente a unos cuatro jóvenes en el restaurante, ella con minifalda y un gran escote. Al regresar yo del baño, logré ver debajo de su minifalda, su tanguita a la vista, resaltando lo blanco de la tela. Ella no se inmutaba de exhibirla tal vez por no darse cuenta o porque le gustaba. Sentí unos terribles celos pero a también un deseo bestial.
Todo sucedió después de haber cumplido seis años de casados. El apetito en nuestro matrimonio , fue disminuyendo  peligrosamente lo que  nos motivó  que tengamos sueños con más y variadas fantasías sexuales.



El morbo de verla atraída con otro hombre nació cuando un día revolcándonos sexualmente en el auto después de salir de una Discoteca, en mi mente no se desaparecería la imagen de ella bailando con un amigo que se encontró ahí, y con el cual bailo unas veces rozándose sus cuerpos ocasionalmente generando en mi un sentido de odio, celos y voyeurismo. Esa noche Elina y yo nos cogimos deliciosamente en el auto, dentro de un estacionamiento y el deleite del sexo, revolucionaba nuestros instintos y nuestras fantasías, generando que ambos gritáramos de placer. Por mi parte, caí en el "error" de plantearle al momento que sentía su máximo placer - Elina, mi amor, qué culo tienes, esta riquísimo... ya veo por qué vuelves locos a todos - a lo que mi querida esposa revolcándose de placer en la parte posterior del auto, sentada de frente a mí y con su mirada dando a la parte posterior del auto, se enrollaba con sus brazos alrededor de mi cuello, agitando su melena corta (que por cierto es algo que me excita sobremanera, ya que despide un aire de puta que me hace venir majestuosamente). Elina me respondió tal vez por deseo o por deleite - Ah sí, tú crees que vuelvo locos a los hombres - a lo que contesté inundado de sudor sexual - No me digas que no te das cuenta que tu cuerpo vuelve locos a todos - decía en lo que la penetración se hacía cada vez más acelerada - Creo que todos al verte desean cogerte incansablemente, meter sus vergas en tu conchita y darte un revolcón de ensueño - Elina con los ojos drogados de placer agitaba su cabeza de un lado a otro sin mirarme y entre gemidos me respondía - no seas loco, sólo quiero ser tuya, soy tu mujer y tú mi hombre, sólo quiero tu verga dentro de mí, ahhhh - sin embargo la naturaleza misma del reto y del placer por dominarla y hacer lo que yo quisiera, me hacían insistirle, y ella a negarse, generando tal vez una situación de placer por dominio. Para ese momento, ambos estábamos por llegar a una explosión increíble, cuando de pronto, sentado yo en el asiento posterior, la giré dándome la espalda, de forma tal que me cabalgara dándome sus nalgas en mi miembro - Entonces sucedió algo extraño: tenerla así, me causo un encanto maravilloso, ya que al verla reflejada en el espejo retrovisor del auto, me dio la sensación de que era otro quien se la cogía, ya que solo veía parte de su rostro y senos, gimiendo de placer, sin que yo me viera en el mismo. No sé si ella apreció lo mismo, pero sus movimientos se volvieron incansables galopando sobre mí, hasta que próximos a explotar, Elina comenzó a decirme - Mi amor, qué rica verga tienes, me haces feliz y más estando aquí, en tu auto, fuera de mi casa, ahhh, cógeme más, dame hasta que te canses, dame hasta que llegue a la casa escurriendo de tu semen - yo tomé sus palabras como si no me las dijera a mí ya que como casados que estábamos en ese momento, los dos deberíamos llegar a la misma casa (no sé si ella pensó lo mismo, pero yo aproveché y le comencé a hablar como si yo fuera otro) - Así putita, dame toda tu conchita, déjame llenártela toda de mí, para que cuando llegues a tu casa, no sepas qué decir y la emoción te vuelva a surgir cuando te digan de dónde vienes - Elina, quedó pensativa, como dudando de lo que le decía y a la vez como si se sintiera con otro - Hummm, qué rico, ... pero ¿qué crees que me puedan decir? - a lo que sutilmente contesté ya más excitado - No sé, Elina, pero tal vez tu esposo te llame la atención por llegar tarde, tomada y con olor a sexo - Elina ya entrando en el juego me contestó excitada - No me pueden decir nada, ya que saben que adoro el sexo, las vergas y que haría todo por coger con quien me desee - Yo estando ya a los límites de aguantar no colmé en llenarla de besos en su espalda y agarrando sus senos, mientras ella apoyaba sus dos manos en los respaldos de los asientos delanteros, para embestirme directamente y decirme - Te gusté esta noche querido, ya que me has cogido increíblemente, y sólo espero que mi esposo no se de cuenta de que me has cogido pero sobre todo, que me gusta andar de puta buscando más vergas para que entren en mí - yo estaba ya con la cabeza apoyada hacia atrás, próximo a explotar cuando de pronto hice mi ultima pregunta _ asiiii Elina, assiiiii, ohhhh, qué puta eres ( y se me ocurrió hacerle la pregunta más fuerte) assssii y por cierto Elina... sólo aceptaste salir conmigo sin saber mi nombre - a lo que ella contestó salvajemente - Claro amor, para coger no importa quien seas, pero sabes... vi tu credencial y sé que te llamas... ¡¡¡Eduardo!!! - al decir eso, me vine como nunca ya que ese no es mi nombre y ella llena de deseo, me nombró por otro nombre causando en mí todo lo incontrolable. Ella por su parte comenzó a girar y subir y bajar rítmicamente para exprimir con su conchita toda mi verga que hacia erupción dentro de ella. Sus movimientos eran salvajes y logré ver que su rostro se deformaba de placer pero sin dejar de verse en el espejo, hasta que se retorció echando su cabeza hacia atrás brindándome todos sus senos ante mis maños que la abrazaban por atrás.

A partir de ahí, todos nuestros encuentros sexuales los hacíamos de esa manera, imaginándonos con otros y otras alcanzando orgasmos increíbles y cuantiosos.

Como les comentaba en un principio, el deseo sexual como pareja formal, se acaba y sólo renace cuando sabemos que nuestra pareja no está tan segura con nosotros y que por el contrario, causa emoción y deseo entre otros.

Por ello, comencé a comprarle ropa a Elina, cada vez más juvenil, de moda y provocativa, así como ropa interior sexy que causara en mi persona deseo al sentírla vestida así por dentro.

Después de semanas de hacer el amor así, imaginándonos en locuras, decidí un día que nos fuéramos de reventón por ahí, iniciando a las tres de la tarde de un viernes hasta que ya no aguantáramos más. Para tal efecto la cité en mi trabajo a esa hora, a las tres, ya que es la hora en que salgo a comer, sin embargo yo ya no regresaría pues me iría con Elina.

Al dar las tres de la tarde de ese día, mi esposa Elina llegó a mi oficina, causando estragos en mi mente y en los ojos de mis compañeros de trabajo. Llegó con una minifalda de color azul rey, tela durazno (de esas que se untan al cuerpo sensualmente). El diseño de la minifalda era muy audaz, ya que era tan diminuta que apenas cubría las redondeces de sus nalgas. Todo era un conjunto, para lo cual la parte superior cubría su busto dejando un escote amplio, ya que tan sólo se detenía el vestido en la parte superior sólo se sostenía por un pequeño listón que rodeaba su cuello. Su cabello arreglado para la ocasión y un maquillaje que la hacía resaltar su bella boca pequeña, su naricita respingada y esos ojos seductores que lanzan miradas de deseo.
Al pasar a mi privado, se sentó, dejando ante mí un agradable panorama, ya que su minifalda, se recogía naturalmente al sentarse, exhibiendo sus piernas totalmente y mostrando entre ellas, una prenda blanquísima ( su tanguita), provocando que no dejara de verla. Sus senos se apreciaban sin sostén e invitaban a mirarlos detenidamente ya que incitaban por mostrar algo más de sí, por el escote tan pronunciado. En una ocasión en que ella se inclinó brevemente para acomodarse su zapatilla derecha, logré admirar su pezón erecto libremente al extenderse la tela dejando tan maravillosa vista.

Al preguntarle cómo había llegado, me excitó aún más al decirme que había decidido tomar un colectivo ,  lo que me puso caliente pues en esos transportes todo se ve, y todo se intenta. Ya me imagino al chofer al verla subir y a los pasajeros al verla sentar.

Ya estaba por tomar mis cosas y Elina me comenzó a dialogar algo que me dejó pensativo.

-Mi amor, ahora que nos vayamos a comer, no quiero que me lleves a un restaurante formal, como es viernes, que te parece si me llevas a una cantina (restaurante donde te cobran la bebida, mas no la comida, por lo que es frecuente que la gente salga de ahí ebria).

Otra cosa que me dejó pensativo fue que Elina me indicó, que ella se adelantaba para reservar el lugar y que yo llegara posteriormente.

Y eso ¿por qué, mi amor? - le pregunté inquieto. -Es que déjame decirte que hoy me siento otra, como que deseo romper con las reglas y por eso quiero hoy hacer más cosas -. Salió sonriente y al tomar el elevador, volteó y me sonrió.

A los quince minutos salí corriendo hacia el restaurante elegido por ella , y al llegar realmente tardé en encontrarla. Al verla sentada, me dirigí hacia ella, quien ya había tomado dos copas, según vi en su mesa. Al acercarme más, logre ver una blancura que destellaba bajo su mesa, ya que sus piernas cruzadas, no lograban ocultar su tanguita, por lo pequeña de la minifalda. No sé si ella se daba cuenta pero no tapaba esa situación y enfrente de ella una mesa de ocho individuos bebían y comían admirando a mi mujer. No dije nada aunque dentro de mí sentía un nudo en el estomago por los celos que ello me causaba. En esos momentos, realmente me olvidaba de los que tanto fantaseábamos en la cama, imaginándola con otros.

Cuatro de la tarde de ese viernes y comenzamos a comer. Nos dieron las ocho de la noche y seguíamos, ya no comiendo pero sí bebiendo. Elina ya se notaba acalorada por el vino dentro de ella y yo algo más desinhibido por la situación. Elina más abierta y después de tanta plática de mil cosas, comenzó a abrirse ante mí.

-Ay mi amor, no sabes cómo me he sentído últimamente. Tenemos cinco días de no hacer nada de cositas por tus juntas en el trabajo, y en verdad me siento hervir por dentro. Hoy vine vestida así para que me hagas el amor como tú sabes. ¿O que no te habías hecho la pregunta de por qué venía así vestida?.

La verdad sí me pregunté el porque de la ropa, sobre todo porque esta muy provocativa y no me imagino cómo la pasaste en el transporte -

Uyyy si te contara todo lo que pasé. Desde que salí de casa, ni un hombre se quedó callado y me decían mil cosas, pero el que sí se pasó fue el chofer del colectivo , ya que cuando me bajé el también se bajó y acercándose a mí me dijo - señorita, no sé si mis ojos hoy hayan sido premiados, pero el que no está tranquilo, soy yo, viéndola tan puta, y aunque lo calla, grita por dentro que ya quiere mi verga dentro de usted, nada más dígame y ahorita bajo a todos los  pasajeros.

Y tú qué hiciste amor- le dije

-Sólo me di la vuelta y sin decirle nada me retiré y aunque él me gritó no sé qué cosas, yo seguí mi camino.-

-Y cómo te sientes amor, porque yo me siento hervir de deseo. Es que vienes..., no sé cómo decírtelo... vienes distinta... vienes... riquísima... no sé, pero vienes...-

-Vengo muy puta, eso es lo que quieres decir verdad- directamente dijo. A lo que yo quedándome callado como buscando una respuesta sólo la miré.

-La verdad es que hoy quiero sentirme diferente, ser otra, hacer otras cosas, no sé, ser una PUTA - al decir esto me heló la sangre, ya que siempre lo habíamos fantaseado pero el sentírla así me incomodaba y a la vez me excitaba. Ya eran las nueve de la noche, y las copas ya habían hecho algún efecto en nosotros, por lo que en una de esas Elina me preguntó:

Oye mi amor, cuál fantasía tienes tú, alguna que sólo te caliente- a lo que le contesté inmediatamente sin ponerme a mirar las consecuencias.

-Pues veras, siempre he querido verte coqueta, putona, como si no te importara nada más que satisfacerte, en un lugar público, donde a la vez hagas travesuras sin que yo me de cuenta-

Ella me completó la fantasía diciéndome: sabes amor, algo similar he pensado yo, pero sabes cómo; Cuando me haces el amor, imagino que estamos en un lugar lleno de gente, donde todo es posible y lo que no , se inventa para lograrlo.

Sonreí y seguimos tomando pero avanzadas las horas, salí al baño y a mi regreso, Elina sentada, no se daba cuenta que su minifalda de plano estaba muy arriba enseñando todo lo lindo de sus piernas y parte de su tanguita. Al sentarme y sin decirle nada, apreciaba desde donde estaba yo sentado, su conchita, vestida de la delgada tela de la tanguita y de la cual me excitó sobremanera, algunos vellitos de su cuquita a la vista. Yo estaba ya caliente y le indiqué a Elina que fuéramos a un salón de baile.

Ella aceptó y cuando íbamos rumbo al lugar, ella con unas copas encima, subió su minifalda hasta la cintura, mostrándome su tanguita. Inmediatamente la tomó de ambos extremos y la columpió hacia arriba, encajándose la tela entre sus labios carnales , restregándola y su mirada entrecerrada me deleitaba, al momento en que su lengua jugaba recorriendo sus labios.

Elina y yo ya no podíamos más y me saqué la verga de mi pantalón en lo que manejaba. Elina seguía hundiéndose la tela y yo exhibiéndole mi trozo de carne. Elina se venció y se agachó dándome una mamada infernal en lo que yo manejaba sobre la avenida. Se recostó en su asiento bocabajo, dejando su culito al aire, permitiéndome hundir mis dedos en su culito y en su conchita en lo que ella mamaba con profesionalismo mi verga. Se la hundía hasta el fondo de la garganta y ensalivándola, la recorría con su lengua, para después enrollarla y succionarla con hambre. En cada alto, yo simulaba no pasar nada, ya que los autos que quedaban a nuestro lado, volteaban a ver y Elina, debajo ocultándose pero sin sacarse ese bastón de su boca.

Logré que Elina tuviera un orgasmo ya que mi posición al volante no me permitía hacer mucho, pero sí lo suficiente para que ella se prendiera totalmente. Al llegar a la salón de baile, Elina quedó a disgusto por lo inconcluso de este manoseo.

Estando estacionadondo , Elina se salió del auto y desde la ventanilla del mismo, me dijo:

-Amor yo compro mi boleto, y para seguir nuestro juego, te espero allá adentro, me buscas eh-
Al dirigirme a la boletería , cuál fue mi sorpresa al ver que las mujeres tenían entrada libre y los hombres tenían que pagar boleto, por lo que hice fila para comprar mi boleto. Eso me tardó más de veinte minutos lo que sumado, me daba ya media hora afuera y Elina dentro.

Logre entrar finalmente y tardé en localizar a Elina, ya que estaba bailando la salsa. Al no encontrar una mesa, opté por colocarme en la barra y esperar a que terminara la música; no puedo negar que sentí unos celos terribles verla bailar con un desconocido totalmente.

Pero la música no terminaba y ella seguía bailando. Casi media hora después el tipo dio por concluida esa sesión y se dirigieron al otro lado de la pista por lo que tuve que levantarme para ir en su búsqueda. Al llegar a ella, se encontraba sentada en una mesa con dos tipos y una chica. Al verme, y antes de que me sentara se levantó y dirigiéndose a mí, me hizo una seña para que la siguiera. Así lo hice y alejados de esos tipos, me indicó al oído -Hola amor, te tardaste en llegar, mira no encontré mesa pero ellos me invitaron a sentarme y además me invitaron unas copas, que por cierto ya me hicieron efecto, porque están tomando otra bebida de la que bebimos antes. Ya llevo dos copas y tu no llegabas. Mira que te parece si jugamos a que no nos conocemos, pero tú me cuidas, en lo que estoy con ellos. Actúa como si yo te llamara la atención y no me quitas la mirada de encima para que ellos vean que me estas echando el ojo, qué te parece. -No me gusta la idea Elina, tú viniste conmigo a divertirte y no con ellos - Elina se adelantó diciéndome - Mira amor, esta noche vamos a vivirla diferente, vamos a ver, ¿cómo me dijiste que querías verme? Coqueta, provocativa, puta, ¿no es así? Pues vamos a jugar a ello, tú me cuidas y yo te doy gusto sí.-

Sin esperar respuesta se regresó al lugar, y sentándose al lado de esos tipos de aspecto corriente, tomó su vaso y echó un trago, cruzando su pierna y mirándome por la orilla de su vaso.

Yo sin decirle nada, pedí una copa más y la admiraba. Sentía unos celos terribles pero me fui tranquilizando en lo que me familiaricé verla sólo platicando y bailando con esos tipejos. Más de una vez, desde mi ángulo de vista, logré ver su tanguita al subírsele la minifalda y por el juego de luces, no lograba ver sus senos desnudos, cuando se agachaba para acomodarse los zapatos. No sé si esos tipos hayan visto sus senos y pezones por estar más cerca de ella, pero lo que sí vi fue que se estaban deleitando con lo que Elina les mostraba.

Nos dieron las dos de la mañana y tanto Elina como yo, ambos por nuestro lado, nos encontrábamos borrachos, ya que nuestras actitudes así nos lo decían. Elina se levantó para ir al baño y en su camino hacia mí, se tambaleaba, pero al estar a mi lado, me sonrió tontamente y abrazándome me dio un beso en la boca y acercándose al oído me dijo: Oye mi amor, se me ocurrió un juego que nos va a retar a los dos... ¿te atreves...?-

Al girar mi rostro. Vi que las parejas que estaban a mi lado o los mozos, se me quedaron viendo. Yo no pensé nunca que me veían por el hecho de que una mujer se me acercara y me tratara de esa forma, ya que no sabían que ella era mi esposa. En fin, le pregunté a Elina que ahora que pensaba y ella con la lengua trabada por el alcohol, me dijo, plantándome otro beso.

-Sabes mi amor, siempre me has dicho que todos quieren cogerme y darme hasta que se cansen ¿verdad? Pues estaba pensando qué harías tú si yo vestida así, estando como estoy, siguiera con ellos hasta que terminara la fiesta. Seguramente ellos, me darían un aventón a la casa ¿no lo crees?

Realmente no lo acepté, y dando por terminado ese juego, le dije que se viniera conmigo. Ella hizo un gesto de desagrado y me dijo - voy al baño, regreso por mis cosas y nos vamos -

Al momento que ella se iba al baño el mesero me preguntó la hora, indicándole que eran ya las 2:40 am. Pensé en tomarme una copa más y la pedí antes de retirarme y me la ofrecieron. Olvidé el tiempo, pero confiando en que Elina llegaría a mi lugar, di la espalda a la pista para beber mi copa. Acabé con la misma y extrañado giré a la mesa donde estaba mi esposa. No estaba nadie y levantándome pregunté al mesero por las gentes ahí sentadas

-Hace cinco minutos se retiraron - Elina se había ido con esos tipos. Salí del lugar y para mi sorpresa mi auto no arrancaba, hasta que pasada una hora logré arrancar la máquina. Salí a dar vueltas como loco pensando dónde estaba Elina. Para eso me dieron las cinco de la mañana y pensé en que ya estaría en la casa. Me dirigí a ésta y al entrar efectivamente ahí estaba mi esposa. Saliendo de bañarse pues el cabello lo tenía húmedo, pero ya estaba con una corsetería sensual.

Al verme, sonrió y me dijo coquetamente - amor por qué tardaste tanto, ya me cansé de esperarte, ya no aguanto más esta calentura sexual. Vino a mí y abrazándome me besó de una manera ardiente, queriéndose comer mi lengua con sus labios y su conchita hervía de placer, y sólo me dijo - Ahora las cosas las hago yo para que no rompas nuestra fantasía y no nos quedemos con dudas. Extrañado le pregunté a qué se refería a lo que Eli me contestó sensualmente - tu fantasía de verme con otros, ya se te olvidó, por eso forcé las cosas para que esos tipos me trajeran a casa en lo que tú te quedabas en otro lugar, y yo con ellos en su auto vestida como iba vestida para ver si aguantabas - Yo con coraje y deseo le pregunté - y bien ¿a qué horas se fueron esos cabrones o dónde te dejaron? -Eli sólo contestó - Mira amor, imagínate sólo que esos tipos me trajeron a la casa, esta bien, y poco a poco te diré las cosas. -

Yo con el coraje me dejé llevar por las caricias de mi esposa y fuimos a la puerta principal donde Eli me dijo _sabes que siempre he tenido la fantasía de que hagamos el amor a las puertas de la casa, tú y yo vendados de los ojos a esta horas de la madrugada, corriendo el peligro de que alguien pase y nos vea. - la idea me gustó y de inmediato comenzamos con ese ritual amatorio sexual, revolcándonos entre deseo borrachera y adrenalina pura. Abrimos la puerta de la casa y fuimos a dar al portón del garage, donde lo entreabrió Elina, dejándolo más abierto que cerrado. Inmediatamente me puso una gruesa venda en los ojos y ella lo hizo después.

En lo que nos besábamos , Elina me preguntó si no quería saber todo lo que pasó con esos tipos desde que los vio en la Maraka hasta ese momento. Yo golpeado por la curiosidad le dije que sí, que me contara todo.

Mira mi amor, cuando llegué, recorrí todo el lugar para encontrar una mesa donde estuviéramos tu y yo, pero todas estaban llenas. Le di una vuelta total y no encontré nada, y uno de los mozos me dijo que estaban todas ocupadas, por lo que esos hombres que viste, me vieron y uno de ellos se paró y me dijo que me sentara con ellos para que no me cansara. Jamás me preguntaron si iba acompañada, pero yo estaba cansada y acepté pensando en esperarte. Como tardaste, ellos me ofrecieron una copa y la acepté por el calor que hacía ahí adentro. Ellos no me preguntaban si esperaba a alguien o iba con alguien, pero me seguían invitando copas. Como vi que tardaste en llegar, no negué cuando uno de ellos me invitó a bailar. Pensé en que sería más fácil para ti verme bailar que estando ahí sentada con extraños. Acepté y la música siguió y siguió hasta que logré verte. Cuando iba hacia ti, una travesura se me ocurrió. Hacerme pasar como extraña para ti, y que los demás vieran qué suerte tenías, ya que al acercarme a ti te plantara un beso. Nadie sabe que estamos casados y eso le genera un morbo Elina seguía relatándome todo en lo que yo acariciaba su culo bello ambos con los ojos vendados y a un metro del portón del garage abierto. Para eso estando con ellos, no creas que no te veía y me gustaba verte enojado porque sabía que tus fantasías eran sólo eso y que no te gustaría verme con otros ¿verdad? Yo estaba entrando en calor y mientras la besaba y llegaba a su conchita, para darle una mamada total y riquísima, le pedí continuara.

Ella  siguió poniéndole pasta al asunto - Como pensé que ello te haría desistir de decirme que quieres verme con otros, decidí hacer algo que te pondría a todo en prueba. Irme con ellos a la salida y pedirles que me dieran un aventón a mi casa. Cuando fui al baño, ahí me alcanzó uno de ellos y me dijo, que ya estaba pagada la cuenta y que ya nos fuéramos por lo que ya no pasé contigo. En lo que decidí si irme con ellos o contigo, pensé en que la noche se acababa y debía hacer mi sueno realidad y mi travesura mayúscula, por lo que decidí irme con ellos pidiéndoles me dejaran aquí, en lo que les coqueteaba para ver sus impulsos. Así lo hice a sabiendas de que te enojarías conmigo. Cando íbamos en el auto, que por cierto adelante iban el conductor y su chica y atrás el otro tipo y yo. Me dijeron dónde me dejaban y les fui indicando. En el camino nunca dejé de mostrarle mis piernas al hombre de mi lado. En lo que Elina relataba todo, yo estaba ya penetrándola teniéndola a cuatro patas como perrita, ella bufaba de placer pero no dejaba de contarme todo.

Siguió relatándome - era tanto mi calor que me llevé una sorpresa al girar y ver al tipo con su verga fuera del pantalón y masturbándose discretamente. Yo hice como si no lo hubiera visto y seguí viendo afuera del auto. En un alto, giré nuevamente y vi su verga paradísima y con un capullo al frente enorme, mucho más enorme que el tuyo y la verdad me sentía nerviosa de tenerlo a mi lado y yo con una fiebre enorme. Me hice la dormida y sentí cómo esa verga rozaba mis maños. Me hice la dormida y comencé a pronunciar tu nombre para que ellos pensaran que sí estaba dormida. Entonces sentí unas maños que me hicieron dar media vuelta para quedar inclinada frente a él. No hice nada y de pronto sentí ese trozo de carne en mis labios y no opté más que por mamarlo. En un principio lo hacía como si estuviera dormida pero posteriormente lo hice con descaro, mamándolo todo hasta las bolas y agarrándolo con ambas maños. Nunca imaginé otra verga en mis maños y mi boca, y realmente fue sensacional.

Yo por mi parte la penetraba lleno de calor pensando que lo de ella era una fantasía. Elina siguió - Entonces después de un buen rato, el chofer se detuvo y yo sin saber por qué, seguí mamándole la verga fuertemente a ese extraño hasta que se vació en mi boca. Nunca imaginé esto pero ya lo hice amor. Me ganó el deseo. Cuando me levanté estábamos estacionados aquí enfrente de la casa.

Vendado de los ojos, Elina intempestivamente se separó de mí y cuando yo quise tocarla, me dijo sin que yo viera algo:

" ¡Tú no! ".

Desnuda, me dijo que estaba entre las piernas de un hombre mientras él le empezaba a acariciar todo su cuerpo. Yo no veía nada y sólo me dejaba llevar por sus palabras. Me decía que sentía cómo se paraba su verga frente a ella, y que se iba a poner de rodillas entre esas piernas, y me indicó, en lo que yo me tocaba la verga, que estaba bajándole el zipper, y que le iba a tomar su  pija  para empezársela a masturbar muy lentamente, viéndolo a los ojos mientras le preguntaba sonriendo que si sentía rico... Después de masturbarlo suavemente por unos minutos, mi "infiel" y complaciente esposa (dentro de mi imaginación ya que no veía nada), me indicó que sacaría de su bolsa una botellita con aceite que iba a untar con las dos maños en su verga bien parada, para hacerlo gozar aún más, según me decía...

En ese momento, me dijo pero como diciéndole a otro que su anillo de bodas era una tradición solamente, poniendo burlonamente su dedo con el anillo justo en la punta de su verga mientras lo masturbaba con la otra mano... Como insinuándole que se viniera en el símbolo de nuestro feliz matrimonio...

"Imaginaba yo" que el hombre que tenía Eli  frente a ella, no podía creer su buena suerte, ya que éste prometía ser el mejor palo de su vida. Y obviamente el hecho de que ella fuera una mujer casada le daba más sabor a la aventura, porque sabía que ella estaba arriesgando su matrimonio con tal de tener su verga, o al menos eso creía yo...

Después de un rato, ella no se conformó con comentarme que le estaba agarrando la pija y que fue acercando poco a poco su cara y su boca para, finalmente, chupársela de una sola lamida desde la base hasta la punta y de regreso a los huevos, en los cuales se entretuvo un rato besándolos y metiéndoselos a la boca mientras lo seguía masturbando lentamente, diciéndole que tenía una verga rica... De ahí, con pequeños besitos de vuelta a la cabezota de su pija gruesa en la que jugaba con la punta de su lengua ya que, según me dijo, la tenía tan grande que no le cabía en la boca.

Al oír esto, pasaban por mi mente imágenes de mi esposa completamente desnuda, excepto por sus tacones, hincada entre las piernas de un tipo que ni siquiera se había quitado la ropa y que sólo tenía la pija  de fuera, para que Elise diera gusto mamándosela.

Cuando él ya no pudo más, según me decía Elina al haberle mamado la poronga  como sólo ella sabe hacerlo, ella le quitó la ropa, lo acostó a mi lado en plena banqueta de la calle y lo montó para sentarse despacito en su verga bien parada, todo el tiempo mirándolo fijamente a los ojos y sonriéndole mientras me decía que esto siempre lo habíamos pensado e imaginado...

Me decía en lo que yo no dejaba de masturbarme, que lentamente subía y bajaba en ese palo grueso y duro que tanto la hacía gozar mientras él le manoseaba toscamente sus firmes nalgas y sus piernas bien abiertas...

Me explicaba que ella se agarraba las tetas y, sin dejar de mirarlo un segundo, se acercaba lentamente a su boca para lamer su propio pezón, para después ofrecérselo sonriente para que él las chupara, él se las lamió sin dejar un centímetro seco y le mordisqueaba los pezones, mientras ella no dejaba de cogérselo lentamente, clavándose cada vez más en esa estaca que la estaba abriendo como nunca antes lo había hecho nadie, acariciándole los huevos y riendo de felicidad mientras se abría las nalgas.

Yo seguía vendado pero la realidad en las palabras de Elina, me ponían excitadísimo, imaginándome cómo este tipo, que acababa ella de conocer unas cuantas horas antes, se venía, jadeando de placer con su verga bien adentro de mi adorada esposa, llenándola con sus semen mientras yo oía que Elina decía que su verga era más grande y más rica que la mía...

Mientras ella me contaba esto, se reía de mí, diciéndome que mi verga era una simpleza comparada con la vergota gruesa de ese extraño.

" Lo que me he estado perdiendo... " Dijo, mientras apretaba duro mis huevos en su mano hasta ver que me dolía.

" Este boludo me cogió más rico que tú porque la tiene mucho más grande y gruesa... "Esa sí es verga! " " Y tú eres un boludo por haberme dicho que tu fantasía era que otro boludo me cogiera... y debes recordar que siempre te decía que yo sólo era para ti, y que lo que me decías, sólo lo decías para excitarte y yo... nunca quise, pero era tanta tu insistencia que poco a poco se me fue metiendo en la cabeza esa idea tonta tuya, y sin querer, fui sintiendo un cierto placer nada más de imaginarme con otro y por eso, mírate ahora, otro boludo me esta cogiendo y ahora ¡tú eres una pendejada por dejar que otros me cojan! " Al decirme esto me escupió la cara burlándose de mí y en verdad a mí me extrañó su actitud aun cuando yo tenía vendados los ojos...

" ¡Él sí me hizo sentír mujer! ¡No como tú, poco hombre! " " Nada más mírate, ahí sentado en el suelo, con los ojos vendados y tocándote tu verga en lo que un boludo me coge de maravillas ... ahhhhh... uuummmm ¡huele cómo me coge! "

Cuando Elina vio que yo tenía mi instrumento bien parado me empujó lejos de ella, y según me dijo, se recostó en el suelo con las piernas abiertas y riéndose de mí, me ordenó que le chupara bien su hoyo donde la acababan de coger, hasta dejárselo limpio...

Yo con los ojos vendados, y siguiéndole el "juego", le obedecí inmediatamente, hincándome entre sus piernas, y empecé, causándome una sensación que me hizo dar un vuelco... su conchita se encontraba humedísima y sus jugos tenían un sabor diferente, por lo que me quedé sin moverme, como queriendo adivinar de qué se trataba todo esto. Elina al ver que me detenía, inquirió inmediatamente - No pares, o ya te diste cuenta que sí me están cogiendo de verdad - ... Ella se retorcía y no dejaba de decir entre gemidos que en ese " hoyote " que yo estaba mamando acababa de estar la vergota gruesa de un hombre de verdad, escupiendo semen y llenándola con su venida... "

" Ándale papito... Cómete su semen... Así... "

Me decía bien caliente, al sentir mi lengua entrándole. Cuando empezó a venirse, se retorcía gritando que yo era un boludo que no le servía para nada, y que ella había sido una puta porque yo la había orillado a eso y que después de mucho pensarlo se animó, y ahora no se arrepiente, porque con él cogío más rico que yo, y porque ella sabía que eso era lo que yo quería... Que fuera una puta cada vez que estuviera con otro.

Después, me dijo que se lo iba a seguir cogiendo cuando ella quisiera, y que aunque ella ya tuviera compromisos hechos conmigo me iba a dejar plantado si él o ellos la llamaban...

Dijo que yo tenía la culpa, por haberla dejado coger con otro, ahora ya le había gustado... y ¡que yo me tenía que aguantar!

" Nunca me había sentado en un palo tan grande y tan rico como el de él... De todos modos... A ti no te importa que se cojan a tu esposa, ¿verdad?... ¡Pues ahora no te la vas a acabar! " " Además, ¡a ti nunca se te ha parado como se le para a el! " " Ya quisieras tener siquiera la mitad de la verga que él tiene... ¡No eres ni la mitad de hombre que él es!. Entiéndelo boludo... desde ahora ya nunca me vas a poder coger como él... ¡Nunca! ¡Cornudo baboso! " Pareciera que le gustaba la idea de, siendo una mujer casada, irse a coger con otro hombre mientras su marido la esperaba en casa, ya que me estaba advirtiendo que así iba a ser de ahí en adelante.

Bueno, pues esto fue apenas el sábado pasado, y después de esa situación extraña, ya que nunca vi nada de lo que sucedía, y sólo me dejaba llevar por lo que Elina decía.

Desde entonces nuestras relaciones sexuales se han tornado algo distintas, llenas de calor y de placer que hace que ambos explotemos a extremos insospechados, ya que Elina desde entonces me dice cuando tenemos relaciones sexuales que ha vuelto a ver una vez por semana más o menos a ese hombre, y que en ocasiones, cuando yo estoy de viaje, se ha quedado a pasar la noche entera con él para regresar a la casa, bien cogida, hasta la tarde del día siguiente. Incluso, que se fue una semana entera con él y sus amigos a una casa de campo, allá por Valle de Bravo.

Recuerdo que en una ocasión, compró unos trajes de baño tipo tanga (los cuales nunca había querido usar cuando iba a la playa conmigo) y tan sólo me indicó que los tendría para cuando fuéramos de paseo, pero las veces que hemos salido, nunca los ha llevado consigo, y cuando hacemos el amor, me dice que sólo los usa cuando estoy de viaje y se va con sus amantes.

Cuando estoy por salir de viaje, ella aprovecha la noche previa para probarse esos bikinis tipos tanga frente al espejo sabiendo que yo la observo así como a sus deliciosas nalgas y me pregunta de una manera coqueta.

" ¿Tú crees que ahora que te vayas de viaje, y me vaya a la playa con mi amigo, le agrade si las uso en la playa frente a sus amigos? Quiero que me presuma ante ellos toda la semana, Imagínate, ¡yo seré la única mujer ahí!. " " Mientras él me va a tener a mí para divertirse toda la semana tú sólo tendrás tu mano para jalártela en el hotel ahora en tu viaje, ¡Pobre tonto! "

Cuando estamos en pleno faje y pronto a cogérmela, antes de irme de viaje, Elina me dice que cuando está con su amante siempre es muy cariñosa con él mientras que le platica como gusta humillarme y que cuando está en el cuarto con él, ella le dice :

"¡Me gusta ponerle los cuernos al boludo de mi marido! Él cree que le cuento mis fantasías sexuales cuando hacemos el amor, pensando que lo hago para excitarlo y él se imagina que estoy con alguien... Si supiera el estúpido que muchas veces vengo a que me des verga sin que él se entere... ¡Que se joda por boludo! Quien le manda andarme metiendo en la cabeza ideas de que me meta con otro y me este prestando, ¿verdad mi rey? " " ¡Quiero ponerle sus cuernotes al baboso! ¡Déjame bien cogida para el estúpido, para que cuando llegue, me lama tu semen!

¡Cójeme duro con tu vergota mi amor! Para que me hagas el hoyo más grande y no sienta su verga cuando el boludo me la meta... No quiero que se le olvide nunca que me culeaste ... ¡Tú sí que me sabes dar verga! Cógeme papacito... Asi... Quiero que él se dé cuenta de que estoy bien usada por ti, y que le dejaste bien abierta y bien culeada a su esposa. ¡Quiero que cada vez que me coja por el resto de su vida se de cuenta de que su verga ya me queda chica para este hoyote que me estás haciendo! ¡Por andar prestando a su esposa! "

Lo anterior me lo dice mientras le meto hasta el fondo mi trozo de carne en su conchita, y por lo menos yo pienso que todo esto me lo dice porque siempre me he excitado con la idea de que otros se la están tirando seguidamente

Cuando ve que estoy excitadísimo, me pregunta si quiere que me cuente más de sus "fantasías"a lo que yo le acepto el plan y ella empieza a contarme, que A veces su amante la hace llamarme de algún cuarto de hotel mientras se la está cogiendo por el culo solo para que ella me diga que me ama o para inventarme que va a llegar tarde porque se encontró con unas amigas. A él le gusta ver a mi esposa infiel tratando de controlar mientras ella habla por teléfono con el cornudo de su marido sólo para reportarse y tenerlo tranquilo...

" Si supiera el imbécil " según dice el, riendo. " Ni se imagina que mientras oye la dulce voz de su adorada esposa diciéndole por teléfono que lo ama, la perra está de rodillas en el piso de un cuarto de hotel, ofreciendo su culo bien parado y abriéndose las nalgas para que le metan la verga sin piedad por atrás."

Elina me dice que luego, cuando ella cuelga el teléfono, él le saca la verga del culo y se da los últimos jalones para venirse en la boca y en la cara de mi adúltera esposa, embarrándola de semen toda, hasta su anillo de bodas, mientras los dos se ríen de mí.

A mí me gusta cogérmela todavía caliente, pensando que se la ha cogido otro... Ella me dice que le gusta llegar conmigo chorreando de semen de otro hombre por sus piernas para que yo me los coma y luego me la coja. Estamos de acuerdo.

Cuando le meto la verga, pensando que otro ya se la cogió, siento un placer inusitado como si la hubieran dejado bien abierta y bien llena de venida.

Ella me dice :

" Así papacito... Cógeme en su semen... Méteme tu pija en su venida... ¿Sientes cómo me dejó? Me cogió rico tonto... Y me echó mucho semen y muchas veces... ¡Muchas más que tú! Así... Ahora sácamela y déjame chupar sus semen en tu verga... Mmm... ¿Te gusta verme chupar su semen en tu pito, cornudo? Es que me gustan mucho, mira... Mira cómo me los como... ¡Así me los comí en su vergota!

Métemela otra vez, que quiero que te vengas en su venida... Quiero sentir el semen de los dos bien revueltos en mi hoyo caliente... Así... " " ¿Te estás viniendo ya, papi? ¿Quieres mezclar tu semen con los de un hombre de verdad en el hoyote de tu esposa? ¡Échamelo! ¡Ándale boludo, lléname tú también con tu semen, porque cuando acabes te lo vas a comer todo! Lo tuyo y lo de él... ¡Así papi!... ¡Quiero que te vengas rico imbécil, para que me eches mucho semen y tengas más de comer!... ¡Cornudo! "

Sin embargo, ahora, después de todo, ya no sé si todo lo que dice tiene un fundamento, o simplemente lo hace para que yo goce cuando hacemos el amor...Ustedes qué opinan... ¿Elina es una mujer de palabra o no y mi fantasía se hizo o no realidad?

 

 

BY pepexquintero@yahoo.com

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5 julio 2013 5 05 /07 /julio /2013 06:12

Mi esposo me habló a mi casa, y me dijo que sus amigos lo habían invitado a un Pub , que irían todos los de su oficina , que si iba con el, que pasaba por mi, que me cambiara para salir . Me metí a bañar, lave todo mi cuerpo a la perfección porque quería terminar la noche en un hotel con mi esposo, me vestí toda de negro desde la ropa interior hasta una blusa que hacía que mis tetas se vieran mas grandes, y un pantalón muy apretado que levantaba en exceso mi de por sí ya grande culo, y como siempre tacones de aguja, como me diría mi esposo estaba super cogible.

Paso por mí, mi esposo Adrián, es un hombre muy educado, en la cama no era un toro, pero al menos me sacaba las ganas. A Adrián le era infiel con quien se pudiera pero sin que el se enterara ya que no merecía ser humillado de esa forma.

Cuando llegó a casa, me vió y me pidió que diera una vuelta, me agarró el culo y me dijo lo bien que me veía.

Y-Nos vamos, quiero divertirme y acabar con una buena sesión de sexo.

L-Mis amigos se pondrán como locos al verte y sus esposa o novias se pondrán celosas.

Y-Pero yo solo soy tuya, que vean lo que quieran, solo te pertenezco a ti.

Pensé si supieras cuantas vergas entran en mí, le sonreí y nos fuimos al lugar donde nos quedamos de ver con sus amigos. Cuando llegué todos me vieron, ninguno pudo evitar verme las tetas y el culo, a muchos sus novias les reclamaron de forma discreta su actitud. Entre los amigos de Adrián hubo uno que con solo mirarlo me empecé a mojar, se llamaba Germán, un moreno alto y muy fuerte, como me daban ganas de cogérmelo ahí mismo.

Nos fuimos al Pub  y estaba completamente lleno, durante un rato bailamos y bebimos, ya todos estábamos un poco pasados.

Mi esposo no dejaba de agarrarme el culo, y yo le agarraba la verga, un amigo de Adrián grito cambio de parejas, y me acerque a Germán, empezamos a bailar, todo normal, pero yo con ganas de verle la verga, de sentirla. Pusieron una música muy movida, y yo movía mi cadera de la forma más sexy posible, en uno de estos movimientos le dí la espalda, y le frote la verga con mi culo, sentí como se le paraba, se acercó a mí oído y me dijo –que buenas nalgas tienes-, yo le dije- alcánzame en la salida, te la quiero mamar- Me despegué de el y me salí, mi esposo al parecer no se dio cuenta.

Lo esperaba afuera, llegó lo tome de la mano y me lo lleva a donde estaban los autos, le baje el cierre del pantalón, saque su verga y lo empecé a masturbar, se le iba poniendo dura y  bien grande

G-Ya chupamela.

Me la metí a la boca y así le pase la lengua por la cabeza, me la saque, y le pase la lengua por todo el largo de la verga, después me seguí con sus testículos, todo sabía muy rico, salió liquido preseminal, estaba salado, me la volví a meter y la chupe con todas mis ganas, mi lengua golpeaba la cabeza de esa verga, y el solo gemía, me encanta chupar la cabeza de la verga, se la chupaba primero lento y aumente el ritmo, se le hincho demasiado hasta que no aguanto mas y se vino en mi boca, con dificultad pero me lo tragué todo, me limpie los labios y le dije:

Y-Tenemos que regresar, sino Adrián se va a dar cuenta.

G-No me puedes dejar así, te la quiero meter.

Y-Otro día, hoy tenemos que ir con nuestras parejas.

G-Mi amiga  sabe que salí contigo.

Y-Y si le dice algo a Adrián?

G-No te preocupes, no dirá nada.

Regresamos al Pub , me dijeron que Adrián me estaba buscando y que estaba muy enojado porque no me encontraba. Despues de 5 minutos lo ví, me tomó del brazo y me preguntó que donde estaba, le dije que me soltara que me lastimaba, me dijo que de seguro andaba de puta, me hice la ofendida, le di una cachetada, y me fui del Pub .

Pedí en la puerta del lugar que me pidieran un taxi, así lo hicieron, mientras esperaba al taxi, salió Esteban

E-Cuando cogemos.

Y-Pronto, yo te hablo, dame tu teléfono.

Llego el taxi y me subí adelante, el taxista me pregunto que a donde me llevaba, no le puse atención solo le indique el lugar y fui callada, como a los 10 minutos de camino, voltee a verlo, y me gusto, era delgado blanco de ojos aceitunados, como de 30 años, el me volteo a ver, y me preguntó si todo estaba bien, le dije que no, que me acababa de pelear con mi esposo, el me dijo, que era increíble que alguien se peleara con una mujer tan bonita como yo, le di las gracias y le pregunte su nombre, se llamaba Bruno, le dije mi nombre, y fuimos platicando en el camino sobre mi esposo.

Y-Mi esposo ya me tiene cansada, es muy tonto.

B-Si fueras mi novia, jamás te haría enojar, lástima que estoy casado.

Y-Pero eso no es pretexto para pasar un buen rato conmigo.

B-Si no tuviera que trabajar nos íbamos por ahí a divertirnos.

Y-Vamos a divertirnos a un hotel.

B-No puedo, necesito ganar dinero.

Me voltee en el asiento y le puse el culo enfrente.

Y-Crees que estas nalgas no valen la pena para que dejes de trabajar esta noche.

El toco mis nalgas.

B-Eso dices, pero a la hora buena, solo veré tu culo pero de metértela por ahí nada.

Y-Te voy e dejar que me cojas por el culo, que sientas lo apretadito de mi ano.

Me dio un beso en las nalgas, y siguió manejando, llegamos a un hotelito viejo, pero limpio, bajamos del auto pedimos una habitación, fuimos hacia ella, y ahí me dio un apriete , nos besamos con mucho deseo, me quito la ropa, y él se desnudo tenía una verga muy gorda, la tome con mi mano y le chupe la cabeza, así estuve hasta que estaba dura, después pase mi lengua por todo su tronco, el me veía con autoridad, eso me excitó, me jaló del cabello hacía atrás y me dijo:

B-Métetela en la boca puta.

Obedecí y me la metí, parecía que él me quería atravesar con su pene, como pude se la chupe, así estuvimos unos 5 minutos, y ya me dolía la boca, me saco la verga y me dio una cachetada.

B-Ahora vas a saber que es ser cogida.

Y-Me estás haciendo que te desee como a nadie.

Me cargo y me tiró a la cama, caí boca abajo me empujo, y me puso de perrito, me metió 3 dedos en la concha y me hizo gritar, me masturbo de una forma muy rápida y me arrancó un orgasmo.

Y-Me vengo.

B-Y falta que te meta la verga.

Y-Pues ya clávamela, que mi vagina pide verga a gritos.

De un solo golpe me la metió toda, grite de dolor, casi me parte en 2.

B-Era lo que quería puta, que te la clavara.

Y-Sácamela por favor, me duele mucho.

B-Cállate puta.

Siguió moviéndose, su verga entraba y salía de mí, sentía como separaba mis paredes vaginales, mi concha se abría al máximo, pensé que me la rompería, me dolía muchísimo, y él seguía moviéndose rapidísimo, hasta que mi concha se acostumbre y empecé a sentir un enorme placer, mi concha, no quería dejar salir aquella verga.

Y-Más, dame más, no dejes de cogerme.

Me empecé a mover en círculos y eso le gusto.

B-Muévete así puta.

Mi vagina no aguanto más y me vine en un orgasmo largo y delicioso.

De repente, mientras yo recobraba el aliento después de esa embestidas me la saco, se paró y fue al baño regreso con shampoo en la verga y un poco en las manos, se embarro bien el shampoo en los dedos y metió 3 dedos en el culo, me empecé a reír.

B-De que te ríes puta.

Y-Como coges, mi culo se va a convertir en una lavadora y de mi ano va a salir espuma.

Se rió, y me dio dos nalgadas, tomo su verga y me puso la punta en el ano.

Y-Déjamela ir toda.

Así lo hizo, su verga entró por completo, pensé que se me rompía el ano, pero sabía que al final iba a gozar, antes de que él se moviera yo empecé a mover mi culo, de atrás hacia adelante.

Y-Te gusta como aprieto.

B-Si, que buen par de nalgas tienes.

Seguí moviéndome, de atrás a adelante, y viceversa, apretaba su verga todo lo que podía con mi ano, me encantaba sentir toda su verga en mis nalgas, después me moví en círculos, quería que ese taxista supiera que estaba con una mujer de verdad. Sentía su verga bien caliente en mi ano, mis nalgas botaban al igual que mis tetas mientras aquella verga me tenía a su disposición, él ya no aguanto y me grito:

B-Me vengo, que buen culo.

Me la saco y eyaculo en mi espalda, todo su semen quedo en mi espalda me recosté boca abajo mientras el trataba de jalar aire y recobrarse, pensé en mi esposo que estaría haciendo, el solo en el Pub  y su noviecita acababa de darle las nalgas a un desconocido. Le pedí a Bruno que me llevara a mi casa, en el camino quedamos en vernos otra vez.

Ya me iba a acostar cuando llegó un mensaje a mi celular, era de Adrián, decía que lo sentía que me amaba y que no me quería perder, que había sido un tonto, que lo perdonara,  que en media hora estaba en casa y toque mi ano, estaba muy abierto, me reí y pensé que me encantaba ser una puta.

flacaxlujuria@yahoo.com

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29 mayo 2013 3 29 /05 /mayo /2013 18:38

Saludos encontré este BLOG  y los relatos me han parecido muy calientes y quiero comentarles  mi experiencia:

No sé cómo empezar mi relato, es algo que me sucedió hace poco.

Llevo años de casada, somos una pareja común, nuestras relaciones sexuales se puede decir son normales, dos, tres veces por semana.

Los amigos de mi esposo siempre le han dicho que soy muy hermosa y él se siente orgulloso de cómo me miran ellos. Incluso, cuando salimos a la calle, los hombres que pasan en auto se me quedan viendo al trasero, tengo las tetas bien formadas pues me gusta ir al spinning. Como decía, se me quedan viendo de manera descarada al trasero y mi marido se da cuenta, pero se hace el desentendido, eso lo hace sentir "chingón" como él dice porque "el es el dueño de todo eso que hace babear a los demás”.

Todo era normal en nuestra vida, hasta que mi esposo perdió su trabajo y empezamos a tener problemas por la situación económica que repercutían en nuestra relación en la intimidad.

Un amigo le prestó una máquina para trabajar en casa (El es carpintero) y en casa hacia muebles. Esta persona le traía trabajos y venía seguido a la casa, yo no ponía atención cuando venía, es un hombre de 43 años, alto, barba de candado, cuerpo atlético, pero no le ponía atención cuando venía.

Una ocasión que vino yo traía un short que era muy ajustado y se me marcaba mucho el trasero, él se me quedó viendo y me dio mucha pena y me retiré al baño, pero algo dentro de mí se encendió.

No sé qué dialogaron, pero cuando salí me contó mi esposo que él le dijo que venía del gym y otras cosas. Me contaba mi esposo que era muy mujeriego, que le gustaba andar detrás de las mujeres y eso me hizo sentir morbo por la forma en que me miró. Me imaginé que pensaría al verme así vestida.

Desde ese día, cada que llegaba sentía su mirada lasciva recorrerme de arriba a abajo, cuando volteaba para traerle un vaso de agua sentía su mirada clavada en mi trasero y al regresar con el vaso me rozaba la mano al agarrarlo, eso me hacía estremecer. Mi marido distraído con las cuentas y la maquina no se daba cuenta de nada. Él me daba conversación , se sonreía conmigo y yo por ser atenta me sentaba cerca de él, podía oler su perfume y eso me empezó a atraer.

Mientras mi marido me seguía contando de él, de lo mujeriego que es, que iba a los Pubs y disco  a coger con las bailarinas, que le gustaban las casadas, etc. y eso me hacía imaginar que era un hombre muy caliente, que sería estar en sus brazos y ser besada por él. Pero intentaba no pensar en eso como mujer casada que soy.

Pero cada que venía de visita siempre su mirada se clavaba en mis tetas y eso rondaba mis pensamientos, me hacía sentir algo que no podía describir.

Una ocasión que no estaba mi marido porque salió a ver un cliente en la mañana, me encontraba caliente y  empecé a recordar al amigo de mi esposo, eso me puso a mil y empecé a masturbarme, me empecé a desnudar lentamente acariciándome el cuerpo y en mi mente vinieron imágenes de él, de cómo me miraba y cerré los ojos, me apretaba las tetas y me acariciaba mi conchita ya húmeda en ese momento, más y más me excitaba, me metía los dedos en el ano y la conchita y de repente se me salió su nombre, al suceder eso empecé a gemir, mi respiración se hizo entrecortada, me estaba masturbando ¡Pensando en él!

Era como sentirlo acariciándome, me recorría toda, las tetas, los pechos, el cuello, no pude más y tome un consolador para jugar mientras me hacía el amor y me lo metí pensando que era su pene y al cerrar los ojos lo veía viéndome y diciéndome cosas al oído.

Estaba jadeando fuertemente cuando sonó el teléfono ¡Era él! Me dijo:
- ¿Bueno?
- Sí, bueno ¿Quien habla?
- Soy yo Araceli
-¿Esta tu marido?
- No. No está en este momento.

Mi respiración aun estaba agitada por lo que estaba haciendo y por el nerviosismo de estar hablando con él desnuda, sentía como si me pudiera ver y él notó mi agitación y me dijo:

- Oigo tu respiración agitada ¿Te sucede algo, estas bien?
- Si- le dije -Es que estaba haciendo ejercicio-.
Me dijo -Una mujer tan hermosa como tú no necesita hacer ejercicio…. perdón, no pude contenerme, mejor hablo después para ver si está tu marido.

-¡No!- Le dije sin pensar y él se dio cuenta y me dijo -¿Quieres seguir contando?- le dije -Estoy sola y algo aburrida- y el me dijo -¡Cómo! ¡A una mujer tan hermosa como tú! ¿Tu marido se atreve a dejarte sola? Si yo fuera él...-

Cuando escuché eso tuve un orgasmo fuertísimo pues aún traía el consolador en mi conchita, traté de disimular, pero creo que se dio cuenta porque me dijo - Si yo fuera él, no te dejaría sola, estaría siempre aprovechando el tiempo- le pregunté -¿Como, cómo lo aprovecharías?- y él me dijo -Estaría haciéndote el amor todo el tiempo- Empecé a temblar y él me dijo –Esa boca siempre me ha parecido muy sexy, eres muy atractiva, no sé porque tu marido te deja sola-

Le dije -Ya ves, el trabaja siempre y casi no tenemos tiempo de hablar- Me dijo -¡Pues que boludo ! yo con una hembra como tú no la dejaría salir de la cama- Ya no pude aguantar y le colgué.

El me volvió a marcar y cuando contesté me dijo -Perdóname, no volverá a pasar, es que no pude contenerme- Le dije, -ok, pero por favor no vuelvas a decirme nada de eso- y colgó.

Aún así siempre buscaba hablar cuando mi marido no estaba y me decía piropos, nada inapropiado, que era muy hermosa, que suerte tenía mi marido etc. y yo al sentirme halagada lo dejaba decirlos, aunque luego me pedía perdón y colgaba. Pero eso me hizo que llegara a desear que llamara, me hizo adicta a sus llamadas.

Un día mi marido y yo peleamos porque por su falta de trabajo no había dinero para los gastos y él se fue enojado, cuando llegó no me dirigía la palabra y yo me sentía mal.

Me sentía tan mal que necesitaba hablar con alguien y fui a mi recamara, me encerré y le llamé a él. Cuando me contestó me saludó y me dijo -¿Que tienes, porque lloras?- le dije -Me acabo de pelear con mi marido, necesito dialogar con alguien para desahogarme- y él me dijo -Pues si quieres puedes contar conmigo- le dije, -Necesito verte- y él me dijo -¿Donde?- Le dije -A las 9:00 tengo clases de spinning, cerca de la clase hay un parque, allí te veo a las 9:40 cuando salga de la clase- Me dijo -Ok, allí te veo-

Me sentí excitada, pero después me dije que no iría porque estaba mal eso. Pero al bajar para ir a la clase y ver a mi marido sentado en el sillón viendo la tele como si no pasara nada e ignorándome me dio coraje y me decidí a ir a verlo. Al salir de la clase una amiga a la que le conté de él me acompañaba y al llegar al parque, cuando vimos la camioneta mi corazón se aceleró y mi amiga me dijo -Allí está tu … novio - y se rió. Le dije -Si mi marido te habla dile que estoy contigo y estoy enojada, que cuando me calme regreso- y ella se alejo riéndose.

Al llegar con él que me esperaba afuera, me saludó dándome la mano y me besó en la mejilla, pero lo hizo cerca de la boca, eso me excitó, pero aún no estaba lista para entregarme a él, me abrió la puerta y subimos, ya adentro me dijo –Ya puedes decirme que te pasa- y empecé a llorar y le dije –Es que mi marido no me entiende, me tiene abandonada, su maldita actitud de no querer buscar un trabajo estable- y él me dijo –No sé qué le pasa, yo le presté la maquinaria para ayudarlos, pero si no completan le ayudo a buscar trabajo-

Como seguía llorando me tomo de las manos y secó mis lágrimas y me dijo –No puedo ver llorar a una mujer tan hermosa como tú- y me dio nuestro primer beso, fue lento, tierno pero a la vez sensual.

Lo dejé besarme, pero luego él se apartó y me dijo –Perdóname, no pude contenerme, eres tan atractiva que no entiendo cómo teniéndote él no sabe aprovechar el tiempo contigo, yo sí lo aprovecharía- cuando dijo eso se me quedó viendo a los ojos y siguió –Yo sí lo aprovecharía llenándote de halagos, caricias y besos y…- hizo una pausa y yo le dije -¿Y qué más?- y él me dijo –Y te haría el amor todos los días…- y él aprovechó que me tenía tomadas las manos, me tomo el rostro con una mano y me besó otra vez. Esta vez fue más apasionado, más largo, yo no intente alejarme, él empezó a besarme el cuello y me decía al oído -Yo no te dejaría sola, yo aprovecharía para hacerte el amor a toda hora- mientras sus manos bajaban a mi cintura, su mano fue recorriéndola hasta llegar a mi espalda y se metió debajo de la blusa mientras me mordía los labios, luego bajó sus manos y empezó a acariciarme el trasero lentamente.

Yo reaccioné e intenté soltarme, pero él metió su lengua en mi boca y mi resistencia se derrumbó, me abrazó fuerte y empezó a besarme con locura mientras me decía -¡Siempre me has gustado, desde que te vi, tus labios carnosos me excitan, me vuelven loco! ¡Yo nunca te descuidaría, te trataría como a una reina!- Yo estaba gimiendo , no podía hablar, mi respiración era fuerte y él me besaba y me tomaba del rostro y me veía a los ojos como para demostrarme que él era ahora mi dueño. Me dijo -¿Quieres ir a un lugar más privado para que nadie nos moleste y poder dialogar mejor?- Solo pude asentir, estaba tan agitada que no podía hablar. Pensé que quizás me quería llevar a un café o algo parecido. Mientras manejaba iba acariciándome las piernas y su mano subía a mis tetas y las estrujaba. Cuando vi a donde me llevaba me alarme ¡Era un hotel!

El se detuvo y le pidió al encargado una habitación, me dio miedo y le dije -Vámonos, tengo miedo, me quiero ir- Pero él me dijo -No tengas miedo, solo vamos a dialogar- y yo temblando, sabía que si entraba ya no había marcha atrás. Le dije -¿Solo dialogar? ¿Me lo juras?- y él me dijo -Sí, te lo juro, solo haremos lo que quieras- y entramos.

Entramos a la habitación y él se sentó en la cama y me invitó a sentarme. Una vez que me senté me tomo de las manos y empezó a besarme otra vez, pero ahora me metía mano en todas partes, me acariciaba las tetas, me acariciaba las piernas .

Eso me dio miedo y traté de soltarme y le dije -¡No, esto no está bien, soy casada ¿Qué va a pensar mi marido? ¿Qué pensarás tú de mí?- El me dijo –No lo sabrá, nadie se lo va a decir, así que tranquila y sólo déjate llevar- mientras seguía acariciando todo mi cuerpo.

Me quitó la blusa y me bajó  la pollera dejándome en tanga y corpiño y empezó a agarrar mi trasero y mis pechos, me acariciaba de arriba a abajo, me mordía el cuello, me lamía y besaba mientras al oído me decía -¡Siempre soñé con tenerte así! ¡Siempre quise tenerte así!- Ya no pude más, solo cerré los ojos y me dejaba hacer, él aprovechó para quitarme el corpiño y me lamía los pezones, me los mordía, me hacía gemir, luego me quitó la tanga y me abrazó y al sentir su pene rozar mi conchita me hizo gemir, me metió la lengua en la boca, me abrió las piernas y puso su pene que era grande y grueso, la puso en la entrada de mi concha y me dijo -¿Quieres que te la meta?- yo solo asentí pero el me dijo -Pídemela, ¡Pídemela puta!- le dije -Dámela por favor, ya no aguanto, cógeme, métemela  te deseo mucho - y me la metió, lentamente esa verga gruesa, venosa, parecía una barra de hierro caliente, me hizo gritar, luego empezó a bombearme primero lentamente, luego aumentó el ritmo como un perro en celo, me estaba cogiendo en la cama, se puso arriba de mí y me dominaba con su cuerpo atlético, me agarraba el trasero y me mordía los pezones y me decía -¿Quien es tu dueño ahora? ¿Quién putita?- Yo gimiendo y gritando le dije -¡Tu papaito, desde que te vi me gustaste por macho,por mujeriego! ¡Siempre quise saber que se sentía tener tu verga adentro!- y seguía gimiendo y él dándome verga mientras me decía

-¡Ya eres mía, eres mi puta!
-¡Si, soy tuya, toda tuya, soy tu puta, cógeme, culéame, métemela toda!
-¡Ahora yo soy tu macho , te estoy culeando perra

-¡Ere un perro, un turro! ¡Pero cógeme!

Tuve un orgasmo intenso mientras me cogía, fue un largo tiempo en que me estaba cogiendo, me besaba y manoseaba toda, el me dijo:

-¡Te voy a dar mi leche puta !
-¡Lléname de tu leche, la quiero toda papi!

Y se vino en mi conchita. Cuando terminó empezó a besarme la boca, luego el cuello y llego a los pechos, allí empezó a morderlos y me dijo -¿Te gusta?- le dije que sí, me dijo -¿Tu marido ha sido el único que las ha chupado?- le dije -Sí, está orgulloso de ser el único que las ha chupado- y empezó a morderlas con desesperación, a lengüetearlas. Luego bajó hasta mi conchita y me dijo -¿Tu marido te ha comido la concha ?- le dije -No, es muy asqueroso y no le gusta el sexo oral- el empezó a reír y me dijo -Pues ahora será mía- y empezó a lengüetear mi clítoris , metía su lengua como un perro, me lamía y me hacía arquear la espalda, le agarre la cabeza para que la metiera más, me hizo tener otro orgasmo intenso, él iba de mi conchita a mi ano y metía la punta de su lengua en mi ano volviéndome loca. Me tenía en sus manos totalmente.

Luego me levantó y me hizo arrodillarme y me dijo -De seguro nunca se la has chupado- Le dije -No, tu verga será la primera que chupe- Cuando le dije eso me la acercó y yo abrí la boca, empezó a meterla y me estaba follando la boca -Así putita, chúpasela a tu amo, ah, ah- yo estaba como loca, me estaba gustando su sabor, apenas me cabía en la boca así que la lamía desde la base hasta la punta, le chupaba los testiculos y todo el tronco lo recorría con mi lengua. El empezó a temblar y me dijo -¿Los quieres en la boca?- le dije -Sí, quiero ver a que saben- y me la metió en la boca, aceleró el ritmo y empezó a temblar y a echarme la leche en tremendas cantidades, casi me ahogo, su semen me chorreo las tetas, me trague lo que pude y lo que se chorreo en mis tetas él me lo untó y me tomó en sus brazos y me acostó.

Se puso arriba de mí, puso mis piernas en sus hombros y su pene en la entrada de mi conchita, pero solo la rozaba torturándome y me dijo -Pídemela cabrona ¡Pídeme que te la meta!- yo le dije casi a gritos -¡Métemela cabrón, métemela hijo de puta! ¡Cógeme, rómpeme!- y él me la clavó de golpe, me hizo gritar de dolor y placer, empezó a bombearme salvajemente, parecía una bestia, mientras me la metía toda y me bombeaba me metía los dedos en la boca y me decía

-¡Puta, puta, eres una puta caliente sedienta de verga! ¡Ahora yo soy tu macho y te voy a coger cuando quiera! ¿Oíste? ¡Cuando quiera!
-¡Si, si, si, cuando tú quieras papito, mi rey, mi amor! ¡Cuando tú quieras me puedes coger! ¡Soy toda tuya, tu puta caliente!

Me apretujaba los pechos, me los mordía, me besaba y metía la lengua en la boca, yo estaba gimiendo y gritando, totalmente fuera de mí, entregada a ese hombre que me había seducido. Luego se tiró en la cama y me dijo -Cabálgame- Me monté, pero por ser muy grande su pene me tuve que montar con cuidado, pero él hizo un movimiento y me la clavó de golpe y me hizo gritar, se incorporó en parte quedando sentado y mientras me la metía, con una mano me agarró por el trasero y me apretujaba contra él con la otra, luego empezó a clavármela como bestia, en esa postura me entraba toda, me hacía sentir como me llegaba hasta adentro, luego me besó la boca y me la estaba comiendo a besos y los pechos me los mordía como un animal en celo, yo me abracé fuerte a él, a mi macho, a mi dueño.

-Jejejeje, y yo que pensé que sería más difícil cogerte, jejeje, ¿Qué diría el boludo de tu marido si supiera que su mujercita, su santa mujercita está ahora cogiendo con su mejor amigo? Jajajaja, A mis amigos les dije que te iba a coger un día, hasta apostamos porque dijeron que yo no iba a poder siquiera tocarte, je-.
-¡Desgraciado! ¡Infeliz! ¡Eres un perro!
-Pero te gustó ¿No putita? ¡Te gusta que te coja!
-¡Sí, si me gusta, pero no le digas a nadie, hazme tuya pero no le digas a nadie!
-No te preocupes, nadie lo sabrá, porque quiero que seas mi amante, yo seré , tu amigo con derechos.
-¡Si, sí, mi macho , mi "amigo con derechos”!

Al decir esto tuve otro orgasmo, y él reía y repetía como era de chingón al cogerse a una casada tan buenota como yo, lo fregón que era al tenerme ensartada y gimiendo de excitación. El empezó a jadear y me dijo

-Te voy a llenar de leche
-Sí, dámela toda
-Allí va...

Y me llenó de leche otra vez, quedamos abrazados besándonos, acariciándonos, me miraba a los ojos y me dijo

-¿Te gustó?
-Si- le dije agachando la mirada.
-¿Soy tu amo, tu dueño?
-Si- No lo quería mirar, su mirada me dominaba.

Me tomo del rostro y me hizo mirarlo, me dijo

-Mírame y dime que te gustó.
-Sí, sí, me gustó, eres más macho que mi marido, me gustó tanto que no podría  vivir sin tu pija dentro mío - Me besó en la boca.

Me llevó a la casa ya de madrugada me dejó en la esquina para que no me vieran los vecinos llegar con él y al despedirnos me volvió a besar metiendo su lengua y me dijo –Te voy a llamar después para repetir la cogida- cuando llegue mi marido ya estaba dormido y ni cuenta se dio de que llegué oliendo a sexo, me acosté y al verlo sentí remordimiento, pero al cerrar los ojos vino a mi mente lo que acababa de ocurrir y me excitaba, al grado de que me volví a masturbar repitiendo su nombre en voz baja

-Luis, Luis, Luis, soy tuya, soy tu hembra...

Nuestra situación económica cambio después ya que a las semanas mi marido consiguió trabajo en una empresa, ahora Luis aprovecha cuando mi marido se va a las 5:00 am a trabajar y me coge en mi casa todas las mañanas.

Pero el desgraciado no pudo aguantarse las ganas de presumirles a sus amigos y les contó como me hizo suya y ellos ahora me amenazan con decirle a mi marido todo si no accedo a ir con ellos al hotel, pero eso es otra historia.

Agradezco sus comentarios.

nellyudaondo@yahoo.com

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13 mayo 2013 1 13 /05 /mayo /2013 08:51

Desde siempre con mi marido he tenido buen sexo pero eso no quiere decir que no me guste usar juguetes sexuales, los he tenido casi toda mi vida y mi marido fue aceptando el hecho de que yo los tuviera, con la condición que sólo los usara cuando él estuviera, cosa más bien imposible de cumplir, pero que accedí para que se quedara tranquilo.

Para regalo de cumpleaños además de un precioso collar, me regalo con consolador de unos 20 cm de color negro , sabía el esfuerzo que eso le habría costado sabiendo hasta que punto es celoso. Le besé intensamente en agradecimiento, esto tiene un significado especial no creas que no lo sé, algo así debería llevar un nombre y el ideal quizás sería...

Le sugerí ponerle su nombre más el apodo junior pero no le convenció, tras pensar varios nombres y no decirme a decírselos por si coincidía con alguien que conociésemos, él se adelanto diciendo será el vecino del 8D.

Es lo ideal dijo el vecino de ese piso que lleva siglos sin habitar

El vecino del 8d dije jajajaja me parece bien

Y así se quedó

Lo fuimos utilizando durante meses con una broma y como algo morboso, al menos para mí era así, cada vez que me decía hoy viene el vecino del 8d o espera que ahora viene el vecino del 8d, yo me ponía caliente perdida y me encanta esa sensación incluso cuando lo utilizaba yo sola también lo llamaba vecino del 8d.

Habría pasado más de un año cuando ocurrió, el 8d deshabitado fue al fin vendido y hubo un nuevo propietario.

Paso un tiempo sin que lo viera, me cruce con él por primera vez a finales de junio aunque no tenia ni idea de quien se trataba.

Posteriormente me cruce un par de veces más con él en el ascensor, sobretodo coincidía con él cuando yo bajaba la basura.

Todo iba bien hasta que un día por romper esa incomoda sensación de coincidir en el ascensor, le dije:

Hola, ¿qué tal? soy la vecina del 7ª , ¿qué calor verdad?

Pues si, que calor, encantado, soy el vecino del 8d

Hasta ahora no me había fijado en él, era un hombre ya bien entrado en los 50, de un 1.81, con una barriga pronunciada, poco pelo, aunque los rasgos de su cara demostraban que de joven había sido atractivo, nada que ver con mi 1.75, mi talla 95 con pechos redondos y duros, mi pelo largo y frondoso, mis piernas largas y suaves, mi culito respingón y firme, mi pelvis depilada por completo hacen de mi una mujer muy deseable.

Desde ese momento cada vez que mi marido utilizaba conmigo el juguete "vecino del 8d" y sin yo saber porque, no podía evitar asociar la imagen de ese hombre mientras lo utilizábamos.

De nuevo me encontré varias veces más con él en el ascensor por lo poco que hablamos resultaba que coincidíamos a esa hora porque venía de casa de su madre que necesitaba cuidados y por eso se había traslado a esta zona, así que cada vez que nos encontrábamos en el ascensor él me saludaba con un:

Hola vecina del 7a

Y yo le correspondía como un:

Hola vecino del 8d

A veces era más amable que en otras, ya que en ocasiones menos simpático

Decía un simple:

Hola.

Y permanecía en silencio el resto de trayecto en el ascensor supongo que dependiendo del estado en el que se encontraba su madre.

Una noche tras coincidir con él en el ascensor nos saludamos con un:

Hola y adiós vecina 7a.

Hola y adiós vecino del 8d.

Poco después mi marido llegaba a casa con ganas de fiesta, esa noche utilizo conmigo el consolador vecino del 8d cosa por otro lado ya habitual, mis orgasmos fueron buenísimos.

Un par de días después volvió a ocurrir lo mismo con idéntico resultado.

Me di cuenta de que mis orgasmos se intensificaban si coincidía con él en el ascensor, tanto si estaba en un día de los simpáticos o no, pero eran especialmente intensos si surgía lo del vecino del 8d.

Así que cuando quería tener sexo con mi marido si cuadraba con los horarios bajaba antes para coincidir con el vecino del 8d, cosa que no era muy difícil, ya que su horario era bastante fijo, en ocasiones se retrasaba 2-5 minutos y yo esperaba en el rellano con la bolsa de basura disimulando, cuando él llegaba yo hacía como si acabase de salir del ascensor y dejando la bolsa de basura, subía con él.

Una tarde-noche mi marido llamo diciendo que iba a llegar temprano a casa, así que se me ocurrió esperarle vestida de una forma un tanto picante, me puse un bonito tanga de hilo y luego un corpiño re alzador de pecho que aumentaba mi ya abundante pecho y termine poniéndome un vestido corto que me quedaba algo más arriba de medio muslo, muy ajustado.

Tras esperar finalmente mi marido se retraso así que me entretuve haciendo varias cosas de la casa hasta que fue la hora de sacar la basura, tomé la bolsa, abrí la puerta y mire a ambos lados para comprobar que no había nadie fui hasta el ascensor, no es que fuera enseñando nada pero iba muy "estrechita y exagerada" para quererme cruzar con alguien, aunque estaba tranquila ya que en la mayoría del edificio era todo gente de la tercera edad y a esas horas apenas me había cruzado con alguien en el tiempo que llevábamos viviendo allí.

Ya una vez abajo dejé la basura y me fui hasta el portal del edificio sacando la cabeza para ver si llegaba mi marido, pero no, el que si ya estaba casi en el portal puntual como siempre era el vecino del 8d, que iba mirando su reloj, me metí dentro y me fui hacía el ascensor y una vez en su interior puse la mano en el botón del 7 para irme a mi casa antes de que llegara, entonces tuve la tentación de esperarle.

Mi cabeza se lleno de dudas, es que así vestida, bueno tampoco es para tanto, mejor subo, mejor no, tan ensimismada me quede, que no salí de mis pensamientos hasta que oí un:

Hola vecina del 7a

Hola, vecino del 8d, perdona estaba pensando en mis cosas y no te vi llegar.

Una suerte para mi así no tengo que esperar el ascensor, que con lo viejo y lento que va parece más que funcione a pilas que con electricidad.

Jajajaja, si.

Apreté el 7.

El ascensor fue subiendo mientras nosotros hablamos del tiempo pero notaba como disimulando sus ojos recorrían mis piernas, mis muslos apenas tapados por el vestido y como luego se centraban en mis pechos que destacaban aún más por el corpiño re alzador de pecho y por lo ceñido del vestido.

El ascensor llego al 7, las puertas se abrieron y salí del ascensor mientras él me decía:

Adiós vecina del 7a

A lo que yo correspondí con:

Adiós vecino del 8d

No me gire pero no me cabía duda de que mientras me iba, me estaba mirando el culo cuyas curvas quedaban expuestas por el ajustado vestido.

Mi marido llegó a casa poco después, viéndome vestida así no tardo en desnudarme y cojerme, fue un polvo buenísimo.

Desde ese momento cada que bajaba para coincidir con el vecino del 8d me vestía de forma ajustadita e insinuante, él siempre me observaba con deseo a veces más amable otras más seco apenas diciéndome un hola y adiós, me di cuenta que cuando bajaba vestida con una camiseta blanca de tirantes que me quedaba muy ajustada y que dejaba entrever mi corpiño y una minifalda de tela, ligera y amplia, nada ajustada pero un poco más corta de lo normal, daba igual de humor que estuviera siempre me recorría todo mi cuerpo con su mirada con algo más de descaro de lo habitual pero sin llegar a decir o hacer nada.

Así que ahora casi siempre me vestía así o de forma similar cuando bajaba, el sexo con mi marido era increíble y mis orgasmos de impresión.

Un día cuando ya iba a hacer la comida me di cuenta de que no tenía harina, era ya tarde de modo que me fui a vestir me puse el primer tanga y corpiño que pille y un vestido de andar por casa no muy bonito pero suficiente para bajar un momento a por la harina a la tienda pero cuando llegue ya habían cerrado.

Ya en casa pensé:

Vaya faena y ¿ahora qué hago yo? bueno iré a pedírsela a alguna vecina y por el camino pensé ¿y porque no al vecino del 8d?

Me pareció una idea divertida iba y a salir por la puerta, cuando di media vuelta, fui a mi cuarto, me quité el vestido y me puse la camiseta blanca de tirantes y la minifalda de costumbre.

Subí por las escaleras y cuando llegue a su puerta, toque el timbre, pude oír sus pasos acercándose hasta abrir la puerta.

Cuando me abrió me saludo con un simple:

Hola

Vaya un día de los malos, pensé.

Le conté lo que me había pasado, que me hacía la falta harina y ¿qué si me podía dejar algo de harina?

Si, espera.

Me dejo allí esperando, cuando regresaba pude oír sus pasos acercándose poco a poco, me gusto esa sensación, no sé porque pero me gusto, cuando llego me entrego el paquete de harina no sin antes, echar un buen vistazo a mis pechos.

Le agradecí la harina y le dije que se la devolvería pronto.

Él me contesto, que no tenía importancia.

Bueno, adiós, me dijo.

Adiós y gracias le contesté.

Me aleje hacia las escaleras pero el vecino del 8d no cerró las puerta, sin duda me estaba mirando las piernas y mi culo mientras me iba, al llegar a la escalera y empezar a bajar fue entonces cuando cerró la puerta.

Al llegar a casa deje la harina en la mesa de la cocina, me senté en la silla, lleve mi mano hasta mi boca y moje mis dedos con mi saliva, baje mi mano metiéndola por debajo de la minifalda hasta mi sexo y dejando a un lado mi tanga comencé a frotarme el clítoris con mis dedos, intensamente.

Mis primeros suspiros no tardaron en llegar, mis dedos me frotaban con rapidez mi clítoris, mi sexo chorreaba por mis fluidos así que deje bajar mis dedos hasta la entrada de mi vagina y me metí dos de ellos notando lo caliente y húmedo que lo tenía, mis dedos entraban y salían de mi vagina cojiendome sin parar, empecé a gemir con fuerza, notaba mis jugos resbalando por mi mano y todo mi sexo estaba completamente mojado, empapando el tanga por completo.

Saque mis dedos de mi sexo y los lleve de nuevo hasta mi clítoris, lo frotaba sin parar haciendo como pequeños círculos, comencé a jadear cada vez más rápido, mi cadera cada vez daba más respingos y mi mano libre apretaba con fuerza uno de mis pechos por encima del corpiño y la camiseta, de repente todo mi cuerpo se tenso, note como mi pelvis se mojaba todavía más, di un fuerte grito de placer y me corrí intensamente pegando mi cuerpo contra la silla y sin dejar de frotarme el clítoris hasta que mi intenso orgasmo termino.

Unos días después, una mañana tras ducharme y secarme notando mi cuerpo suave y desnudo, no pude resistir la tentación de tocarme y decidí masturbarme, me dirigí al sofá parando por el camino para coger el consolador, al llegar al sofá

Lo deje a un lado y dejando caer la toalla, me senté desnuda.

Abrí mis piernas rozando con mis manos mis muslos, para seguir subiendo acariciando lentamente y suavemente mi piel, hasta llegar a mi clítoris, el cual comencé a frotar sensualmente, mi sexo se fue mojando por mis jugos, y mi mano frotaba cada vez más rápido mi clítoris, empecé gemir y a tener deseos de sentirme penetrada, mire de reojo el consolador, el vecino del 8d.

Entonces pensé:

¿Y si subo devolverle la harina? estoy segura de que con lo caliente que estoy cuando regrese mi orgasmo será todavía mejor.

Así que lo deje allí todo preparado para mi vuelta, me fui a toda prisa a mi cuarto me puse la minifalda y la camiseta blanca de tirantes como siempre, tomé la harina de la cocina y subí al 8.

Tras llamar, me abrió la puerta

Hola vecina del 7a

Tenía el día simpático y pude ver que me inmediato se fijo en mi pechos.

Hola vecino del 8d, te devuelvo la harina, gracias

Él me miro dudo un momento:

Ah vale, de nada.

Aproveche que tenía un buen día para decirle si ahora me podía dejar algo de azúcar, así podría alargar la situación y volver a oír sus pasos cuando se acercaba, para tener esa sensación que tanto me había gustado la otra vez.

Si claro, no te quedes en la puerta, entra por favor.

Gracias, pase y cerró la puerta.

¿Quieres tomar algo?

No gracias, te espero aquí junto a la puerta, no quiero molestar

Como quieras

Y se alejo por el pasillo hacia la cocina no sin antes volver a mirarme los pechos disimuladamente.

Al momento pude oír sus pasos regresando lentamente, me acalore y mi pezones se endurecieron, mi pelvis  seguía mojada deseando volver a casa y continuar con mi masturbación.

Al aparecer de nuevo por el pasillo, volvió a mirarme las tetas pero esta vez mas descaradamente, mis pezones continuaron endureciéndose rozándose y marcándose aún más en mi camiseta, al que notar mis pezones habían terminado de ponerse duros con el roce de la camiseta me di cuenta de que con las prisas no me había puesto ropa interior, por eso me miraba más descaradamente ahora, podía ver perfectamente mis pezones marcados contra mi camiseta.

Al llegar junto a mí se quedo más cerca de mí de lo normal, instintivamente di un paso atrás, mi espalda se apoyo contra la puerta, a pesar del paso atrás el continuaba muy cerca de mí.

Aquí tienes el azúcar.

Ah gracias.

Lo tomé dispuesta a dar media vuelta y salir de allí.

Entonces él se pego a mi casi rozándome los pechos, inspiro.

Me encanta como hueles.

Pensé que raro si no me he puesto perfume ni nada aún así le di las gracias.

Bueno me voy.

Vale pero puedes a visitar a tu vecino del 8d cuando quieras.

Gracias, le dije

Y pensé: Gracias por decir lo del vecino del 8d era justo lo que me hacía falta oír antes de volver a casa.

Iba ya a girarme para salir de allí, cuando él dijo:

Espera se te ha caído algo .

Y sin separarse un centímetro de mí, se agacho apoyando las rodillas en el suelo,

Sin darme tiempo a reaccionar y sin molestarse en disimular, levanto la vista, desde esa posición podía ver mi rayita depilada por debajo de mi minifaldita, todavía brillante mojada por mi inicio de masturbación.

Él volvió a inspirar y diciendo:

Qué bien hueles

Lleve mi mano hacia mi minifalda para pegarla contra mi cuerpo y taparme pero el vecino del 8d fue más rápido metiendo su cabeza por debajo de mi minifalda de tela amplia, dirigiendo sus labios y lengua hacia mi rayita, mi cuerpo se pego por completo contra la puerta.

No espera.

Sus labios se posaron en mi rayita y empezó a succionar.

Para, estoy casada

Su lengua se apoyo contra mi clítoris saboreándolo y sus manos comenzaron a acariciar mis muslos haciendo presión para que separara más las piernas.

Aguante y no separe los muslos.

No, por favor, mi marido...

Sus manos volvieron a hacer presión en mis muslos y su lengua comenzó a lamerme el clítoris sin parar.

Mis muslos poco a poco cedieron a la presión y se separaron, ahora su lengua ya no se centraba en mi clítoris sino en toda mi rayita, lamiéndola por completo, mi concha ya mojada reacciono emanando nuevos fluidos, que su lengua saboreaba

Lamiéndome sin parar, notaba su lengua juguetona por todo mi sexo haciendo que cada vez estuviera más caliente.

La bolsita de azúcar cayó al suelo y las palmas de mis manos se apoyaron contra la puerta, ya no decía nada, solo gemía suavemente de placer.

Su lengua me hacia disfrutar, notaba cada uno de sus lametones, como su lengua se rozaba contra mi clítoris, sus manos acariciaban mis muslos suavemente, mis pezones se endurecieron al límite, podía notarlos pegándose contra mi camiseta y marcándose descaradamente, mire hacia abajo y pude ver como su cabeza estaba metida debajo de mi minifalda, pegue la cabeza contra la puerta a la vez que su lengua aceleraba y mi sexo se mojaba todavía más, cerré los ojos y empecé a jadear.

Con los ojos cerrados, extasiada por el placer, oía como me lamia y absorbía todos mis jugos, lo cual no hacía más que ponerme más caliente aún.

Si así no pares. Le dije.

Mi orgasmo se acercaba notaba todo mi cuerpo excitadísimo y pronto me iba a correr.

Entonces oí un ruido de un paso justo delante de mí, abrí los ojos.

No podía ser, era él, el vecino del 8d de pie con la pija fuera tocándome mientras miraba como él mismo me seguía comiendo el sexo.

Pegue un pequeño grito.

Entonces el vecino del 8d que me comía el sexo saco su cabeza de debajo de la minifalda y miro sonriendo al que estaba de pie:

Vamos hermanito termina tú está a punto de correrse y tiene un sexo muy sabroso.

No acerté a decir nada, ni tan siquiera me moví, el hermanito sonrió mientras se agachaba para llegar a mi rayita, al mismo tiempo el otro se levanto quedando delante de mi llevando restos de mis fluidos por todo el alrededor de su boca.

¿Hermano? le dije

Gemelos. Respondió

Ahora entendía lo de los cambios de comportamiento.

En ese instante la lengua del vecino del 8d serio continuo con el trabajo de la lengua del vecino del 8d simpático, mi sexo chorreaba por lo cerca de mi orgasmo

Que rico sexo tienes, comento.

Y siguió comiéndome el sexo, metiéndome todo lo que podía su lengua en la vagina,

Su hermano gemelo pellizco con fuerza mis pezones por encima de mi camiseta haciéndome gemir de nuevo, luego tomó con sus manos mi camiseta de tirantes, y de un fuerte tirón el rasgo dejando mis tetas desnudas a la vista.

La camiseta rota cayó al suelo y sus manos cogieron mis tetas, tocándolas, acariciándolas, manoseándolas con fuerza y delicadeza a la vez, para luego llevar de nuevo sus dedos a mis pezones y pellizcarlos.

Gemí

Se agacho un poco, comenzó moverme y lamerme mis pezones pasando de uno al otro sin descanso a la vez que la lengua de su hermano me estaba volviendo loca de placer comiéndome la concha .

Me corro, grité.

Entonces el vecino del 8d simpático dejó de lamer mis pezones y tomándome por el pelo se acerco a mí y me beso con intensidad, nuestras lenguas se entrelazaron en un beso muy húmedo, podía notar el sabor de mi sexo en su boca, a la vez que notaba la lengua de su hermano lamiéndome sin parar el clítoris, mi cuerpo se tenso y mi sexo se empapo, comencé a convulsionarme y me corrí intensamente con su lengua en mi boca y la de su hermano gemelo en mi sexo.

Así estuvimos hasta que poco a poco mi orgasmo fue cediendo, saco su lengua de mi boca y se fue, despareciendo por el pasillo pero el vecino del 8d serio continuo comiendo el sexo y no paró hasta que lo dejo limpio de mis fluidos.

Entonces se levanto todavía relamiéndose saboreando el sabor de mi sexo en su boca.

Todavía resoplando por mi orgasmo dudé en girarme abrir la puerta y salir de allí pero también sentía deseos de que me penetraran.

Pero antes de que hiciera nada, el vecino del 8d serio viendo que mi minifalda era de cintura elástica la agarro con ambas manos y tirando de ella con firmeza la bajo hasta mis pies, no opuse resistencia, retire un pie y luego el otro dejando caer también mis zapatillas a la vez que liberaba mi minifalda y me quedaba completamente desnuda.

Él se quedo parado un instante observando mi pelo, mi carita, mis pechos desnudos con mis pezones duros y puntiagudos, mi coñito depilado y brillante por los restos de su saliva, mis muslos mojados por mis fluidos que resbalaban por ellos.

Continuaba con la pija fuera así que se acaricio un par de veces mientras me observaba para luego acercarse a mí y con suavidad casi dulzura cogerme en brazos a pesar de la edad no le costó mucho, también es verdad que yo peso poco y de esa forma avanzamos por el pasillo.

Al acabar el pasillo y girar a la derecha entramos en salón y allí puede ver en el sentado en el sofá al vecino del 8d simpático completamente desnudo con la pija totalmente empalmada, hasta en eso eran gemelos ambas pijas eran idénticas de un tamaño algo más largo de lo normal al igual que también tenían un grosor considerable.

Me llevo hasta el sofá, me colocó delante y me dejo sobre él, su hermano gemelo me separo las piernas y se acomodo entre ellas, ahora notaba su pija dura sobre mi concha caliente, con su mano tomó su pija, la hizo resbalar entre los labios de mi vagina hasta que llego al orificio y empujo, sentí su pija abriéndose paso dentro de mi sexo cada vez más adentro, gemí suavemente, siguió penetrándome pero se detuvo antes de llegar a metérmela toda, yo sentía deseos de tenerla toda dentro de mi así que continúe por él, empecé a bajar deslizando mi sexo por su pija, notándola cada vez más dentro de mi hasta que me entro por completo en ese instante mi cadera reacciono y empezó a moverse hacia adelante y atrás frotándome contra él, me encanta la sensación de mi sexo mojado sintiendo una pija muy dentro de mí, no pude más y me empecé a mover arriba y abajo, saltado sobre su pija cada vez más rápido.

Si sigue así vecinita, si asi .

Yo continuaba saltando sobre su pija, con mi sexo chorreando y mis fluidos resbalando por su pija, cada vez gemía más y más fuerte.

Mientras el vecino del 8d serio se había desnudado y masturbaba viendo como la pija de su hermano me penetraba sin parar, se subió al sofá, colocó su pene a altura de mi cabeza y tomándome por el pelo me giro hacia él y guio mi cabeza hasta su pija, puso su pija apoyada en mis labios para luego presionar con su grueso capullo sobre ellos, abrí la boca y empecé a chuparle el capullo de su pija, succionando, apretando el inicio de su pija con mis labios, pero él agarrada como me tenía por el pelo, no se conformo con eso, empujo mi cabeza hacia él a la vez que empujaba con su cadera hacia mí y me clavo su pija hasta el fondo de mi garganta, después comenzó a moverse penetrandome mi boca, sacaba su pija por completo de mi boca para luego volverla a meterla de golpe, una y otra vez la sentía resbalar por mis labios mientras entraba y salía, mientras las manos de su hermano comenzaron tocarme las tetas con fuerza, tirando de vez cuando de mis puntiagudos pezones que estaban ya muy sensibles, el vecino del 8d serio me penetraba cada vez más rápido la boca tanto que tuve que parar mis movimientos sobre la pija de su hermano gemelo para poder seguir dejando que me penetraba la boca.

Así que me quede quieta con su pija metida hasta el fondo dejando que el otro me penetraba a placer la boca, su pija se puso dura, muy dura, notaba su hinchazón en mis labios y por sus movimientos se notaba que estaba a punto de correrse entonces saco la pija de mi boca y soltándome el pelo se bajo del sofá, al mismo tiempo sin darme oportunidad de hacer o decir nada el vecino del 8d simpático me dio un cachecito en el culo.

Vamos sigue, no te pares vecinita.

Empecé de nuevo a moverme sobre él, saltando arriba y abajo, sus manos agarraron con fuerza mi culo ayudándome en mis movimientos, haciéndome moverme más deprisa o más lento disfrutando de follarse mi sexo.

No no así no dale más fuerte, dijo el vecino del 8d serio.

De un fuerte golpe el vecino del 8d simpático me metió toda su pija

Oooohhhh si así más, dame fuerte.

Pero se quedo parado con su pija clavada hasta el fondo de mi concha entonces su hermano que se había situado detrás mía, puso su mano contra mi espalda con firmeza haciendo que me inclinara hasta que mis pechos quedaron rozando a su hermano, y colocando la punta de su pija contra mi culito apretó con fuerza, mi ano cedió con facilidad y la punta de su pija penetró mi culo

Humm veo que a este culito le gusta ser follado.

Gire un poco mi cara para verle y le sonreí.

Él me devolvió la sonrisa y de un fuerte empujón me clavo el resto de su pija dentro de mi culo

Chille, gemí

Ambos empezaron a moverse rítmicamente penetrandome uno mi culo y el otro mi sexo, estaba tremendamente caliente, me ponía muy caliente el notar sus dos pijas dentro de mí, me sentía llena, me moría de gusto, mis pezones estaba duros como piedras rozándose sin parar con el cuerpo del gemelo simpático a cada embestida del gemelo serio, yo cada vez gemía más fuerte y mi sexo chorreaba por todas partes, mis fluidos resbalaban por mis mulos y por las piernas de mi vecinito simpático.

Note como sus pijas se pusieron todavía más duras y mi cuerpo reaccionó, me estremecí, sus pijas sintiendo mi cuerpo en tensión empezaron a cojerme todo lo deprisa que podían, las notaba cada vez más duras y muy dentro de mí, sabía que estaban a punto de reventar e inundarme con su semen, me estremecí más intensamente, entonces el vecinito del 8d serio se inclino sobre mi provocando con su peso que mi cuerpo se pegara por completo al de su hermano gemelo, me quede allí quieta entre sus cuerpos, con mis pezones y mi sexo pegados al vecinito simpático y mi espalda y culo al vecinito serio, me sentía totalmente aprisionada y penetrada, ellos continuaron cojiéndome restregando sus cuerpos contra el mío, sus pijas seguían cojiéndome , entrando y saliendo de mi sexo y culo, yo me derretía de gusto.

Mi orgasmo estaba cada vez más cerca, mi cuerpo se retorcía de placer apretujada entre los cuerpos y las pijas de los dos vecinos del 8d entonces de repente sus pijas se clavaron hasta el fondo de mi concha y de mi culo, mi cuerpo notando sus pijas muy dentro de mí se estremeció varias veces.

Ooohhh me voy a correr, grite

Mi cuerpo se tenso, sentí calor, un calor que recorría todo mi cuerpo y mi coñito, mi vagina emanaba fluidos sin parar, me habría arqueado por el intenso placer que sentía de no ser porque estaba inmovilizada entre aquellos dos cuerpos, empecé a gritar estaba a punto de tener un orgasmo impresionante, clavé mis uñas en el cuerpo de mi vecinito el simpático quien gritó por el dolor y en ese instante su pija comenzó a soltar su leche dentro de mi sexo, entonces la pija de su hermano hizo los mismo dentro de mi culito, al notar los primeros chorretones de leche caliente en mi sexo y en mi culo, me corrí intensamente sin dejar de gritar extasiada:

¡Me corro, me corro aaahhh!

Sus pijas siguieron soltando chorros y chorros de su leche en mi sexo y en mi culo a la vez que mi sexo emanaba fluidos sin parar, hasta que toda su leche quedo dentro de mí.

Nos quedamos allí quietos los 3 recuperado la respiración tras nuestros orgasmos, noté como sus pijas perdían tamaño e iban saliendo de mis dos agujeros primero de mi sexo y casi al mismo tiempo de mi culo, podía notar los restos de su leche resbalando de mis agujeros mezclados con mis fluidos.

El vecino del 8d serio que se había estado cojiendo mi culo se levanto y su gemelo hizo lo mismo apartándome un poco y dejando que me sentara en el sofá, me quede allí sentada con los gemelos de pie delante del sofá admirando mi cuerpo desnudo con mis tetas con los pezones todavía duros y mi sexo y muslos brillando por su leche y mis fluidos.

Entonces el vecino del 8d serio se acerco a mí y metiendo su mano entre mis piernas fue rozando mis muslos hasta llegar a mi sexo y con sus dedos comenzó a frotar primero lentamente y luego cada vez más rápido mi clítoris, abrí más mis piernas entregándome al placer de sus dedos en mi clítoris, empecé a jadear, mi sexo continuaba muy mojado. El vecino del 8d simpático vino también hasta mí y metiendo su mano por debajo de la de su hermano gemelo, me metió un dedo en mi vagina que entró con mucha facilidad y seguidamente me introdujo un segundo dedo y empezó a moverlos como cojiéndome con ellos a la vez que su hermano seguía frotando el clítoris sin parar, yo movía ligeramente mi cadera ayudando en sus movimientos y porque no podía evitar moverme así del placer que sentía, estaba disfrutando mucho, ellos iban acelerando cada vez más el ritmo con el que me frotaban el clítoris y me penetraban el sexo a medida que veían que iba disfrutando cada vez más, dirigí mis manos a mis pechos y con mis dedos busque mis pezones, los pellizque y tire de ellos gozando de la sensación, estaba totalmente mojada y el tercer dedo entro con facilidad, suspiraba cada vez mas y mi sexo chorreaba por mis fluidos, sus dedos no paraban de moverse en mi clítoris y mi vagina y yo continuaba tirando y pellizcando mis pezones, entonces saco sus dedos de mi vagina y tras llevarlos hasta su boca comenzó a lamerlos chupando todos mis fluidos para luego volver meterme sus dedos en mi sexo, presiono más y tras un par de intentos llego a meterme un cuarto dedo, gemí con fuerza, ahora me penetraba con sus dedos más lentamente y su hermano gemelo hacia lo mismo con mi clítoris, yo no podía dejar de gemir y de mover mi cadera , empecé a sentir pequeños pero deliciosos espasmos, entonces el vecino del 8d serio dejo de frotarme el clítoris para darme golpecitos con su mano sobre mi clítoris uno tras otro si parar, estaba extasiada por el placer, su hermano gemelo comenzó de nuevo a presionar para meterme toda su mano en mi sexo, presionaba una y otra vez hasta que finalmente separe mis piernas todo lo que pude y me abrí por completo, su mano se deslizo lenta pero firme dentro de mi sexo, grite con fuerza al sentirla dentro de mí, no podía dejar de gemir y chillar cada vez mas fuerte a medida que su brazo iba entrando más y más en mi sexo y la mano de su hermano gemelo seguía golpeando sin parar mi clítoris, me convulsione, comencé a tener espasmos cada vez más intensos, solté mis pezones que se apreciaban muy duros y puntiagudos y me agarre fuertemente con mis manos al sofá.

Ooohhh Dios me corro joder grite

La mano golpeo de nuevo mi clítoris y el brazo se deslizo un poco más dentro de mí, mi sexo sintiendo su brazo dentro soltó borbotones de fluidos a la vez que yo no dejaba de gritar disfrutando como un loca de ese nuevo orgasmo, mi cuerpo estaba arqueado, sudoroso y orgásmico, no deje estremecerme y tener espasmos hasta que poco a poco ese impresionante orgasmo fue acabando al mismo tiempo que mi vecino del 8d simpático retiraba su brazo y mano del interior de mi vagina y mi vecino del 8d serio le daba un descanso bien merecido a mi clítoris, yo continuaba en el sofá todavía jadeando y gimiendo por ese orgasmo notando el cojín de debajo mi totalmente empapado por mis fluidos.

Me quede allí recuperando el aliento completamente abierta de piernas con mi sexo dilatado y mis tetas con los pezones duros y sonrojados, cuando volví a mirar hacia ellos estaban de pie justo delante de mí, sus pijas ya se habían recuperado y estaban de nuevo empalmados llevaron sus manos al unísono a sus pijas y comenzaron a masturbarse mirándome, yo me quede allí quieta dejándoles hacer recuperándome de mi último orgasmo.

Podía ver sus pijas en sus manos mientras se tocaban sin dejar de mirar todo mi cuerpo, entonces me moví y me senté en el borde del sofá, ellos se acercaron un poco dejando sus pijas al alcance de mis manos y boca situándose cada uno a un lado.

Tomé sus pijas con mis manos notando su dureza a la vez que las masturbaba con suavidad, ellos se pegaron aún más a mí y uno de ellos llevo directamente su pija mi boca y comencé a chupársela con ansia, el otro hizo lo mismo y sacando la pija de mi boca, me metí la otra chupándola con fuerza, en ese momento no sabía quién era quién, no se distinguían en nada y mientras me recuperaba había pedido la noción de donde estaba cada cual, pero daba igual, mi boca iba de una pija a la otra sin parar de mamarlas, hasta que finalmente comencé mamar una de las pijas y el otro me dejo hacer aunque se masturbaba pegado a mi cara y me daba golpes en mi mejilla con su pija.

Se la chupaba despacio sin sacármela de la boca a la vez que mi mano la masturbaba al ritmo de mi mamada entonces él me saco la pija de mi boca y su hermano gemelo aprovecho que tenia la boca vacía para dejar de golpearme la mejilla y meterme la suya así que continué chupando su pija tal y como había hecho con su hermano, así continuamos varias veces cambiando de una pija a otra, lamiéndolas, chupándolas y succionando con mi boca, labios y lengua.

Sus penes estaban cada vez más duros, entrando y saliendo de mi boca rítmicamente.

Seguía chupando sus penes de una forma casi golosa saboreándolos, comenzaron a gemir cada vez más fuerte entonces en vez de dejar que siguiera mamándoselas de esa forma, empezaron a coordinarse para meterme sus pijas en mi boca hasta el fondo de mi garganta, hasta que mi cara quedaba pegada a sus cuerpos, primero una y en cuanto salía de mi boca la otra pija ya esperaba ansiosa para meterse hasta el fondo, entraban y salían sin parar de mi boca notaba como resbalaban por mis labios hasta que desaparecían por completo dentro de mi boca, sus pijas se endurecieron al límite ambos se separaron un poquito de mí apretando con fuerza sus pijas con sus manos evitando correrse.

Y los dos al mismo tiempo me dijeron:

Qué bien cojes y mamas vecinita

Les mire a la cara y luego a sus pijas a punto de estallar cosa que solo evitaba a presión de sus manos

Me encanta el sabor de vuestras pijas y quiero saborear vuestra lechecita vecinitos, me relamí pasando mi lengua por mis labios.

Los dos al mismo tiempo pegaron sus pijas contra mi boca intentando meter las dos a la vez, abrí mi boca todo lo que pude pero solo entraron sólo un poco pero lo suficiente para sentirlas dentro de mi boca, gritaron de placer y sus pijas empezaron a soltar chorros de leche caliente, yo iba tragando uno tras otro pero la leche continuaba saliendo de sus pijas y como seguían intentando presionar para meter las dos en mi boca a veces se salían una u otra soltando su semen por mis ojos, nariz, barbilla hasta que volvía a entrar en mi boca y yo volvía a tragar su semen que era tanto que ya me resbalaba por la comisura de mis labios hasta que finalmente sus pijas entre pequeños espasmos terminaron de soltar toda su leche, tomé sus pijas ya algo flácidas con mis manos y limpie los restos de semen de primero de una y después de la otra, retomé con mis dedos los restos de su semen que había quedado esparcido por mi cara y resbalado por la comisura de mis labios, fui lamiendo y tragando hasta que no quedo nada mientras ellos me miraban allí de pie con su pijas ya flácidas extasiados.

Al terminar me levante notando como mis fluidos y restos de su leche resbalaban por mis muslos me acerqué a ellos dando un beso a cada uno en la mejilla y salí de allí a toda prisa, en la puerta me puse la minifalda, comprobé que la llave de casa seguía enganchada en su sitio, abrí la puerta y tapándome los pechos con mi brazo salí corriendo escaleras abajo.

Fabiana

fabigoloza@yahoo.com

 

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2 mayo 2013 4 02 /05 /mayo /2013 05:39

 

Un saturday in the night,  a eso de las 23 , mi marido me llevó a una fiesta private que organizaba in nuevo amigo de él. 

Al llegar unas chicas en short y tops muy a la onda típico de chicas de 20 y tantos  salieron a recibirnos, mi esposo las mira de arriba abajo y enseguida preguntó? -Se encuentra Javier (así se llama el amigo de mi marido) una de ellas dijo; si de parte de quien? mi esposo le dijo su nombre y ella dijo un momentito se fue a otra sala , la otra se quedo ahi parada junto a nosotros, no tardo mucho y Javier se asomo dijo que onda  , ¿ sos la esposa ?, dale espero que te diviertas

Entramos y nos presento a Pamela y Úrsula, las amigas que nos recibieron mucho gusto les dijimos, Javier nos saludo efusivamente tanto a mi esposo como a mi, ha él abrazándolo como si fuesen los mejores amigos y ha mi dándome la mano y  apretándome contra él y  dándome un beso cerca de mi boca, me quede quieta sin poder reaccionar lo bueno que nadie lo noto solo yo lo sentí.

 En el lugar  las cervezas y los wysquies estaban al por mayor, adentro habían dos muchachos que luego nos los presentaron, ha uno le decían el perro y ha otro el chino nos quedamos junto a ellos entre chistes y cosas así corría lentamente el tiempo.,

Cerca de las 1 AM se arrima a nosotros un amigo de Javier un tipo bien formado unos brazotes se le veían   bien, fuertes , llego con una camisa sin mangas, fuerte el muchacho y no estaba feo llego un poquito entonado, enseguida nos lo presentaron desde que me dio su mano y me apretó hacia él sentí recorrer una atracción mutua, yo creo que el lo sintió por que durante seguíamos en la fiesta no me quitaba la mirada, para eso estábamos en la sala muy cómodos en unos sillones grandes y yo con minifalda ya se imaginaran de donde no quitaba su mirada, yo discretamente por ratos cruzaba las piernas de un lado a otro y cuando todos miraban hacia  Javier, que estaba contando chistes bajaba mi pierna y me abría para que el pudiese echarse un vistazo a mi tanguita azul que llevaba, Mi marido estaba tome que tome, cuando no,  o dejaba de mirar a una de las chicas que la verdad estaba muy guapa tenia sus ojos color azul morena clara y con bonito cuerpo claro todavía no es mama, aun así no le envidio nada a pesar de mis 30 y tantos todavía estoy bastante bien algo llenita pero   no me cuelgan las lonjas jajaja,

Bueno ya para las 3pm el chino se despidió y se fue, al ratito como a los 10 minutos las chicas dijeron que tenían que irse, se despidieron y el perro se ofreció a llevarlas también se despidió una vez que se fueron cerraron la puerta de la casa, solo quedamos Javier , ese muchacho atlético que se llamaba Federico , mi marido y yo ya para ese rato yo me abrí de piernas sin importar que me vean total mi marido ya estaba bastantito tomado ni cuenta de lo que sucedía, yo también ya me sentía un poco happy, el Fede parecía que el licor se le había bajado, en cambio Javier estaba un poco menos que mi  esposo de tomado, mi esposo se levanto y casi no podía pararse por lo alcoholizado , le dije donde vas, el entre su borrachera me dijo voy al baño, Javier se ofreció y me dijo deja yo lo llevo,  a penas se fueron al baño el Fede se me acerco metió su mano entre mis piernas acariciando mi quesito sobre mi tanguita me dio un rico beso de lengüita yo le respondí y después de un ratito así acariciándome  y besándome le dije ya no tarda y viene mi esposo y Javier, en eso escuchamos que salían del baño y el se separó y se volvió a sentar como si nada aunque nos notábamos algo agitados por la acción y la emoción, ellos ni en cuenta,.

 

Javier le dijo a mi esposo si quieres acuéstate en el cuarto un rato yo le dije estas pasado no podes manejar así , estas bien borracho vamos y ayude a Javier a llevarlo lo acostamos en una hamaca  paraguaya como un niño le subimos los hilos para que no se cayera, el se puso  de costado y se durmió .Javier me agarro por la cintura y me pego hacia el le dije despacio  que haces nos puede ver mi marido me dijo al oído no t ve esta bien , dale déjate enseguida su mano se fue a la parte de adelante de mi  minifalda y metió su mano amarrándome mi quesito me lo empezó acariciar, como estaba todo obscuro deje que siguiera me besaba mi nuca y me acariciaba mi monito pasaba su dedo en mi rajita que ya estaba húmeda e introdujo su dedo lo metió y saco varias veces, saco su mano se chupo el dedo y  le dije ya vamos puede espertar mi marido abrí la puerta voltee a ver y mi marido estaba bien dormido, salimos su amigo de Javier estaba sirviéndome un trago me dijo tome señora, le dije no me digas señora me haces sentir muy vieja, mejor dime Sara

Me senté en medio del sofá grande para que me puedan tenerme a su gusto  , nos tomamos un trago .

Javier me agarro de una pierna y me empezó acariciar yo tenia mi trago en la mano y el amigo de el me dijo haber dámelo lo pongo en la mesita de centro se lo di y lo puso ahí ya Javier me alzaba la falda con su mano le dijo a su amigo ayúdame a quietarle su mini, no podían por como estaba sentada y les dije esperen me levanto, me puse de pie y sus manos empezaron a recorrer mis nalgas y mis piernas desabrocharon mi minifalda y dejaron que cayera al piso, exclamaron que rica estas, enseguida me quitaron mi tanguita azul, dejándome desnuda de abajo solo quedé con mis zapatillas negras, se agacharon,  uno me lamia las nalgas y el otro mi quesito, el que estaba adelante era el Fede que me lamia y chupaba mi quesito e introdujo su dedo empezó a dedearme rico mientras lamia mi clítoris Javier atrás besaba mis nalgas y lamia mi culito también metió su dedo y choco con el del Fede y los dos metieron su dedo en mi vagina sentía rico ahhh asiii assiii que ricooo así ellos seguían dándome una dedeada aahhhhh ahhhhh ahhhhhhhhgggggg explote en sus dedos bañándolos ellos seguían moviendo sus dedos dentro de mi quesito yaaa  yyyaaa yyyaaaaa les decía ellos no me hacían caso otro baño  aaaahhhhhgggg sacaron sus dedos y se pusieron de pie, se quitaron sus bermudas y quedaron en boxer los dos, se les veía el bulto bien grande, me agache ellos me quitaron mi blusa y el corpiño yo empecé a quietarle el boxer al Fede y salto una verga como si tu viera resortes, gorda, gorda de verdad, no estaba muy larga, enseguida me la lleve ala boca empecé por recogerle su lechita que ya le salía del ojito lo saboree y enseguida me lo metí a la boca dándole una rica mamada de verga el me agarraba de mi cabeza haciendo que me trague toda su verga, luego hacia que la sacara y volviera a tragar estuvo así un ratito, el Javier se quito su boxer y saco una verga normalita, ni tan grande ni tan chica, ce acerco y el Fede ya me había hecho babear me saco su verga y así con toda mi saliva chorreando me apretó del Fede y me dijo :- putita chupasela a mi amigo me voltee y se la empecé a chupar a Javier, el al sentir mi húmeda boca exclamo iissshhh  que rico así  Sarita  que rico, yo le chupaba y lamia su verga, así estuve alternándome con el Fede y Javier les chupaba y lamía a los dos tenia las dos vergas agarradas con mis manos iba en busca de una y otra hasta que sentí que ya me dolía la quijada de tanto chupar el Fede se zafo y le dijo a Javier, haber siéntate y que te siga mamando la verga, Javier se sentó  a todo lo largo en el sofá grande me dijo ven sigue chupándomela yo fui y seguí dándole una rica mamada apoyando mi rodilla izquierda en el sofá y mi pie derecho abajo, el Fede se puso detrás de mi, me dijo para tu culito preciosa, me empine parando mis nalgas  y  abriéndome  un poco, apunto su verga en la entrada de mi húmedo quesito y suavecito empezó a meterme su gruesa verga aaah que rico  estas apretadita dijo y como no iba apretar con esa gruesa pija  siguió empujando hasta que me la enterró toda aaahhhhh exclame el empezó a sacarla suave hasta dejar solo la puntita y volvía a meterla lo repitió como tres veces lo sentía riquísimo luego empezó a bombearme duro aaahh, asii,asi, sigue, mmmuuup, slurp, le mamaba y babeaba su verga a Javier que se veía que disfrutaba en realidad lo  que le estaba haciendo, yo sentía muy rico estar con dos pijas ,se imaginaran lo mojada y lo rico  que disfrutaba, en eso cuando sentí que iba a explotar con la verga del Fede dentro, pero se salió de golpe yo me quede temblorosa, le dijo a Javier haber deja me siento en el sofá para que ella se me monte, deje de mamarle la verga a Javier y nos paramos el se sentó me dijo ven mamita siéntate, me  descalcé y  subí al sillón de frente a él,  apunte su pija a mi entrada y me fui metiendo toda su verga aahhh volvi a exclamar el Fede me chupaba y mordía  suave mis pezones, Javier estaba parado atrás observando como subia y bajaba con la pija  mojada de mis jugos de su amigo,  en eso siento que se acerca por detrás yo seguía subiendo y bajando empieza acariciar mi culito con su dedo que me imagino le hecho saliva porque no lo sentí seco, y empieza a acariciarme mi culito y tratando de meter su dedo, me deje de mover y me quede ensartada con el pene del Fede me acomode con las rodilla en el sofá sin destrabarme de la pija del Fede así quedo mi culo apuntando y Javier ya había logrado introducir un pedacito de su dedo le dije sácalo mejor mete tu pedazo , el le hecho un escupitajo  a su miembro y lo  apuntó a mi culito, primer intento nada, el Fede me abría mis nalgas con sus manos eso lo aprovechó Javier y  aayyyyy despacito le dije,  logro meter su cabecita se quedo quieto, me relaje y siguió empujando el Fede empezó a moverse suave, Javier saco un poco su pija y la volvió a meter hasta que topo su pelvis con mis nalgas, aayyy despacio les dije ellos no obedecieron y me empezaron a bombear uno entraba y otro salía aaayyy, yyaa, yaa, les decía; parecen, ellos parecían que ni me escuchaban, sentí un escalofrío en toda mi columna  y empecé a sentir rico los aayyyes de dolor se transformaron en asii así papitos sigan que rico asiii asiii y aaahhhhggggg explote bañándoles las pijas , ellos no aguantaron la presión y también explotaron aahhhhh exclamaron en coro y llenaron mi quesito y culito de sus leches, se quedaron un rato así trabados en mi sin moverse, sintiendo las contracciones de mi quesito y culito, el primero en zafarse fue Javier chorreando todo, luego yo me destrabe del Fede bañándolo de su leche y mis jugos, ah nos sentamos los tres cansados en el sillón que rico dijimos, me levante fui al baño abrí la ducha  y me di un baño completa, en eso entra el Fede y se pone a orinar ahí en un lado de mi y termina y se pega a mi espalda también mojándose todo agarré el jabón y le enjaboné bien su miembro lo enjuague y se lo empecé a mamar debajo de la ducha   solo les anticipo que se le volvió a parar la verga y me volvió a coger ahí

Eran las 5:30am, cuando salimos ,vimos a  Javier dormido en el sillón grande , mi esposo continuaba su sueño. Me vestí , Fede se vistió y nos despedimos, le di un beso en la boca delante de mi marido dormitando , desperté a mi esposo entre besos repartidos a él y los que me daba Fede  .Cuando ya mi marido dio síntomas de estar despierto nos despegamos y le dije gracias, de nada,  nos dio su teléfono ,Federico   nos dijo; espero que vengan a mi cumpleaños aqui lo voy a festejar, si le dijimos y nos despedimos...

sarakaliente@yahoo.com

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