Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
12 agosto 2015 3 12 /08 /agosto /2015 17:10

Como resumir mi vida sexual y lo que busco soy una mujer casada de un poco mas de 4 décadas , me case muy joven tengo una hija y soy infiel vaya saber desde cuando , jajaja , pero no desesperen algo les contaré

Me gustaban las historias de hadas ,cuando encontraba a mi príncipe azul podía tener sexo, casarme y vivir feliz para siempre. Mi madre nunca nos habló de sexo (en casa era un tema tabú) y los affaire extramaritales de mi padre hicieron que lo viera como algo casi pecaminoso. Mi primer beso fue con 14 años . a raíz de una apuesta, luego él quería más y yo .o lo acepté. y a los 15 sin tener muy claro que quería, un hombre de 45 años, amigo de mi familia me desvirgó y fue doloroso pero muy intenso. La segunda vez en el asiento trasero de su coche. Yo me puse encima y así me dejó de doler ¡Y lo mejor de todo fue que tuve un orgasmo! Yo me sentía una privilegiada porque ninguna de mis amigas lograba llegar copulando. De hecho, era algo que evitaban y en cambio a mí me encantaba.. Desde ese día no paramos de hacer el amor. Aprovechábamos cualquier momento y lugar: en casa cuando no estaban los padres, en el coche, en la playa, en el campo… Incluso lo hicimos con gente delante. Ahora, solo de pensarlo, me muero de la vergüenza. Era una locura, él era casado, tenía una hija de mi edad .

Me enamoré a los 17 años de un muchacho de mi pueblo con el que pasé el verano coqueteando , tratando de terminar con mi amante maduro por que sentía culpa. Por primera vez sentí algo especial mas allá del sexo . Empezamos a salir,. Él quería sexo e insistía en el tema, pero yo no me fiaba y temía que se asustara al saber que ya no era virgen y que tenía un amante . Así que, pese a que me encantaba, estuve dos años sólo con besos y algún toqueteo inocente. Hasta que le mamaba la verga para calmarlo Pero yo era lo último para él, prefería a sus amigos, a mi amante y lo dejé.

Al tiempo la hija de mi amante me enfrentó y me dijo que si no lo abandonaba a su padre le diría a todos de mi relación. Tuve miedo y dejé a mi amante

Tenía un amigo que estaba enamorado de mí y como lo estaba pasando mal con la ruptura de mi novio y de mi amante, me dejé querer. Ese hombre al que me agarré en un mal momento llegó a ser mi marido. Nunca me plantee si realmente lo quería o si teníamos más cosas en común aparte de ser buenas personas y querer formar una familia..Mi relación con él fue muy despacio, el no tenía experiencias sexuales completa previa y aprendía de mi, lo que me había enseñado mi amante maduro . Yo siempre he tenido mucha curiosidad por aprender y el sexo no iba a ser menos. Me leí todos los fascículos de sexo que sacó una revista y me estudié varios libros de la biblioteca. ¡En teoría sabía más que nadie de sexo! Y cuando podía iba a lugares prohibidos a conocer hombres maduros que completaban mi aprendizaje mientras continuaba mi noviazgo

Recuerdo un terrible orgasmo que tuve en un bar con un tipo mayor ,sentada encima de él, con la ropa puesta, rozándonos los genitales, levantando mi mini falda y el tipo enterrandomela haciendo a un costado mi bombachita . Fue genial remorboso , ya que había gente un poco alejada. Fue maravilloso A partir de ese momento empecé acoger en situaciones cada vez mas morbosas . No dejaba de pensar en ello y a veces en clase ni podía concentrarme. Me moría por llegar a mi casa y encerrarme en mi cuarto.

Y en uno de nuestros encuentros el preservativo se salió y él eyaculó dentro. En esa época no existía la píldora del día después, lo único que te daban en los centros de planificación familiar era una mayor dosis de anticonceptivos y a rezar para que surgiera efecto. A mí, por desgracia, no me lo hicieron y me quedé embarazada.Todo cambio. Lo que me quedaba de niña se acabo para siempre. No quería abortar, pero no teníamos futuro. Yo no había terminado mis estudios universitarios, mi novio estaba de cadete en una empresa y pensaba que era una locura tener un hijo con 22 años. Para colmo mis padres estaban divorciándose. Finalmente, con mucho dolor, aborté. Algo murió en mí. El sexo loco acabó, y estuve mucho tiempo sumida en una gran tristeza.

Al cabo de unos años nos casamos. y todo fue bien, salvo que con los años yo empecé a sentirme algo aburrida . Tuvimos una fuerte crisis de pareja debido a su mal carácter y estuvimos a punto de divorciarnos. Lo arreglamos y seguimos como si nada, pero a partir de ese momento me cuestioné si realmente estaba enamorada de él.

Y ocurrió en una fiesta de fin de año conocí a un tipo, pariente lejano de mi esposo , que ocasionalmente estaba de visita en neustro país , ya que vivía lejos. .Me cayó bien desde el principio, porque me hacia reír, cosa que valoro mucho. Cuando se despidió me dio un apretón , un beso entre la mejilla y la comisura de los labios que me dejó temblando.Y sólo me quedó su email, comenzamos a chatear . Un día me preguntó si estaba sola en la habitación le dije que sí, y me contesto: “¡Qué erótico!”. Me sonrojé Con el tiempo fui sintiéndome más a gusto y al final llego un día en que, sin darme cuenta, empezamos a hablar de sexo. Su conversación me excitaba mucho, pero el sentimiento de culpa y de engaño hicieron que decidiera parar de hacerlo . Siguió sin dejar de hablarme. Yo le preguntaba por qué perdía el tiempo conmigo teniendo como tenía amigas complacientes que le daban cibersexo. Le aseguraba que yo nunca iba a poder darle nada de lo que él quería, pero me conocía más que yo misma y fue imposible no caer en sus redes. Era una atracción muy fuerte.Reiniciamos y, jugando jugando, empezamos a enviarnos fotos de nuestra ropa interior. Solo la ropa… sin cuerpos. De partes inocentes del cuerpo, como los pies… pero en ropa interior. La temperatura iba subiendo cada vez más. Todo lo proponía él y, realmente, sabia lo que hacía. Mi estado pasó de ser el de una mujer casada al uso al de una perra en celo: estaba caliente a todas horas. Empecé a masturbarme pensando en él siempre que tenia ocasión y el sexo con mi marido empezó a ser aún más frecuente -ya lo era- y salvaje debido al calentamiento que llevaba yo. Él lo sabia y una vez me confeso que le daba rabia que me calentase con él y que me echase unos polvazos de miedo con mi marido, y a mi simplemente me encantó su confesión de rabia-celos.Me confesó que supo que yo era una perdida como él un día en el que, estando en su oficina con una compañera, me fui al baño para poder enviarle fotos en ropa interior. Pero lo que verdaderamente me desató fue una imagen que me envío metiéndose la mano dentro del boxer. “Ahora escribo con una mano”, le respondí. Y él me contestó: “!Por fin te has pasado al lado oscuro!”. Empezamos a masturbarnos juntos, con fotos, envío de vídeos y llamadas de teléfono. Me excita especialmente su voz: es muy sensual y sabe decirme lo que necesito oír para ponerme a cien y llegar al orgasmo. Antes, la masturbación me producía un placer mucho menor que el coito, pero desde que estoy con él son super intensos. Jamás pensé que podrían llegar a ser tan fuertes de esta manera.. Mi actividad sexual ha pasado a ser diaria y de lo más variada. Hay días que tengo tres orgasmos de tres maneras distintas: yo sola, con él y con mi marido… y siempre me quedo satisfecha. Él dice que eso es genial, pero yo a veces me preocupo pensando si eso es normal o si me estoy volviendo una ninfómana. También sufro y mucho. Con él no hay término medio, todos mis sentimientos y sensaciones se magnifican para bien y para mal. Puedo ser infinitamente feliz o llorar como una descosida por sentirme desatendida, por culpa de la inseguridad o por pensar que no soy tan especial para él como él lo es para mí. No soporto pensar que lo que hace conmigo lo pueda estar haciendo con otras. Dice que soy la única, pero quién sabe. He llorado mucho, demasiado, por él.Nuestro momento cumbre fue hace unos años . Estuvimos fantaseando mucho sobre nuestro encuentro. Estaba muy nerviosa y las noches previas casi no pude dormir. Habíamos quedado en la habitación de un hotel y en principio no habíamos planeado nada. Yo no sabía si iba a ser capaz de hacer algo. En el mundo virtual yo era muy osada, pero en persona... Lo primero que hizo al verme fue besarme en la boca apasionadamente, en contra de lo que habíamos quedado (hablar y decidir sobre la marcha). A mi me sorprendió, pero me encantó: sentir su lengua húmeda y caliente jugando con la mía. Hacia tanto que no me besaban así… Me costó arrancar, no lo niego, estaba nerviosa, y me temblaba todo. Él intentaba tranquilizarme: “No lo pienses, solo déjate llevar, estamos aquí solos… tú y yo”. Me fue desnudando y cuando me comió los pies sentí un placer tan grande que no lo puedo describir. No sé si alguna vez mi marido me los comió, pero desde luego como él no, hubiera sido imposible olvidarlo. Estuvimos un buen rato con los preliminares, trajo crema y jugamos con ella. Yo le comí entero. Me encanto disfrutar de su cuerpo que tantas veces había visto en fotos y vídeos, tan diferente al de mi marido, depilado y con tatuajes. Y cuando sentí su miembro dentro de mí fue la gloria. Lo había deseado tanto y fantaseado tanto con aquel momento. Fue una experiencia increíble, pese a que no llegue al orgasmo… yo… que soy la de los tres diarios. Los nervios me jugaron una mala pasada, pero aun así fueron las dos horas más cortas e intensas de mi vida. Al terminar, nos duchamos juntos y yo note que seguía caliente. En ese momento dudé de si volver a la carga, pero él se tenía que ir, le esperaba su mujer en casa, y decidí ser buena, quedarme quieta y no meterle en problemas.Desde ese encuentro maravilloso, no he dejado de pensar en él a pesar de los sentimientos contradictorios, tanta culpa. Mi marido jamás se esperaría algo así de mí, le decepcionaría tanto que no podría seguir conmigo.Yo ahora estoy en una nube. ¿Enamorada? Tal vez sea mucho decir, pero es recibir un mensaje suyo y dibujarse una sonrisa en mi boca. Es algo más allá del puro sexo estoy perdida. Yo ya lo estoy, lo admito. Lo que se es que me vuelve loca y ocupa gran parte de mis pensamientos diarios. Incluso cuando hago el amor con mi marido no me lo puedo quitar de la cabeza, y eso me da rabia porque siento que soy de lo peor, pero no lo puedo evitar..Pasó un tiempo por razones de distancia si vernos y al reiniciar al principio estaba tan nerviosa como la primera vez y me temblaba todo. Pero en cuanto me solté echamos dos polvos (no sé si la palabra es muy fina, pero encuentros sexuales me parece un poco light) maravillosos, donde por fin pude llegar al orgasmo en dos ocasiones. El placer que nos dimos de diferentes formas y con diferentes posturas fue increíble. Os contaría detalles Él dice que cada uno tiene sus motivos para esta historia y tiene razón. El asegura que tiene muy poco sexo con su mujer, una vez cada 15 días, algunos meses hasta menos. Me ha dicho que le gusto, que no es sólo sexo, y que le importo más de lo que pienso: le atrae mucho mi forma de ser tan inocente y sensible y a la vez fogosa y ardiente (soy tan contradictoria como lo es mi historia con él). También me ha reconocido que esta muy enamorado de su mujer, por lo que disfruta de mi y no piensa. ¡Ojalá pudiera hacer y decir yo lo mismo!. ¿Mi motivo? Necesitaba tener nuevas emociones, sentirme viva, sentirme una mujer deseada, descubrir el sexo de otra manera más morbosa y sobre todo sentir maripositas en el estómago. Y ahora, por fin, he asumido lo que desde hace poco tiempo intuía: aunque le quiero mucho y por nada del mundo le haría daño, ya no estoy enamorada de mi marido. De haberlo estado nunca habría sucedido esto.

Y ahora cuando no lo tengo a mano. . Y sé que tarde o temprano terminará, porque cada uno tenemos nuestras vida, y yo sufriré más de lo que ya estoy sufriendo, pero cést la vie…Empiezo a buscar otro que me haga sentirme loca de deseo en las calles, en la red , necesito mis tres diarios y la morbosa curiosidad de ser infiel a mi esposo ya mi amante distante

Besis

Juanita

morbosatia@yahoo.com

Compartir este post
Repost0

Comentarios

C
Si que sabes relatar de una manera cachonda<br /> Att trendemedianoche69@gmail.com
Responder